9. Maga – «Todo puede ir mejor«

 

«A finales del siglo XX no existían apenas los festivales de verano. Si querías ver un concierto en los meses en que el calor aprieta, había que tirar de carretera y ventanilla abierta. Tenías que buscar en fiestas de pueblos modernos con conciertos de rock o rastrear por no se sabe qué medios (tampoco había internet) lo que había en las terrazas y discotecas de verano. Confiar en chivatazos que te podían costar una hora de carretera para luego encontrar un bar de pueblo sin rastro de una banda en un escenario.

Había un concierto de un grupo sevillano llamado Supertube en Dílar, el pueblo de la familia de Migue Mutante, al pie de Sierra Nevada. El escenario era precario, entre chopos que se perdían en el cielo negro.
Éramos cuatro gatos. Seguro que cualquiera de los otros tres gatos recuerda la impresión que causaba el guitarrista de Supertube. El tío llevaba una cabeza con rizos por todas partes, tipo Maradona. Con la guitarra tenía una clase espectacular y, además, usaba un minimoog, el primero que vi en mi vida.
Me gustaron Supertube, les compré el disco y lo escuché mucho. Pero eran un grupo muy indie, de cuando el indie era indie. Y se diluyeron.
Pero Miguel Rivera, el guitarrista, no iba a diluirse.
En 2002 quedamos conmocionados con el debut de Maga. Debe de ser uno de los discos nacionales que más veces he escuchado. El guitarrista de Supertube resulta que también cantaba. Y cómo cantaba. Hay gente que entona bien, gente que tiene personalidad, y luego están los fuera de serie que crean un estilo propio y son reconocibles a miles de kilómetros. Y que son imitados hasta la saciedad. Imitados incluso por “grandes figuras”.
Las canciones de Maga son intensas, son emocionantes, están bien construidas, mezclan los bajos mágicos y melódicos de Javi (un McCartney del Guadalquivir) con guitarras cubistas y teclados que suenan a cajas de música de juguete. Y, siempre, por encima de todo, está la voz de Miguel haciendo laberintos con salida y esquinas abiertas, dejando palabras de poesía con mayúsculas.
Las veces que coincidimos con Maga tocando en los primeros años dosmiles nos quedamos con la boca abierta. Recuerdo especialmente una en un sitio del interior de Mallorca. Pequeño, lleno de creyentes. Maga eran hipnóticos. Era una suerte estar en ese lugar, en ese momento, disfrutando de tanto arte. El dúo Miguel-Javi siempre ha sido, sencillamente, espectacular.
Hicimos buenas migas con ellos. El remate fue que ficharon a ese espectacular batería que es nuestro amigo Pablo Cabra, compañero de trinchera en Malahora de Andrés Mutante y por extensión hermano de todos los Mutantes.
Pero, aunque nos hiciéramos amigos, realmente me sentía pequeño a su lado. Por eso me emocionó mucho que años después me llamaran para cantar “Como nubes a mi té” en su álbum blanco revisitado. Menudo honor. Y qué cosa más difícil. Lo que es fácil de cantar para Miguel son sudores fríos para los mortales.
Y más me emocionó que me llamaran también cuando se embarcaron en el proyecto de versiones de Triana. Siempre recordaré el día en que grabamos “Tu Frialdad” y nos pasamos luego una noche entera tocando canciones de los Beatles con Kiko Veneno a la guitarra. Si eso no estrecha lazos es que no hay nada que pueda unirnos. Ahí conocí además a uno de los mejores teclistas de este país, y además seguramente el más humilde, el señor César.
Hace sólo dos semanas estuve con ellos en Joy Eslava en su vuelta a los escenarios. Una noche especial, un concierto perfecto. Un orgullo haber estado con ellos.
No puedo engañar a nadie. Cuando nos desvelaron el proyecto de MUTANCIONES me esperaba a Maga dentro. Sufrí al ver que no aparecía su nombre entre los iniciales. ¿Será que se nos rompió el amor, de tanto usarlo? ¿Será que no les gustan nuestras canciones?
Tranquilo, Juanito. El círculo se cierra. Todo encaja. Hay mutanción de Maga. Qué alegría. Qué bien suena “Todo puede ir mejor” cantada por mi amigo Miguelito Rivera. Qué suerte de encontrarte en el camino con gente con tanto talento. Todo puede ir mejor, pero nunca se sabe cuándo. Sí que se sabe. Cuando Maga hacen suya una canción mutante.»