Sidonie, Havalina, Carlos Sadness,  Second, Dorian, Napoleón Solo, La Habitación Roja, Igloo, Pasajero, Russian Red, Lori Meyers, Neuman, Fernando Alfaro y Ricardo Vicente, son algunos de los artistas que participan en «Mutanciones»

El pasado 28 de enero Niños Mutantes presentaron el tracklist completo de «Mutanciones» el disco que la escena indie ha grabado en secreto para homenajear a la banda granadina y que se publicará el próximo mes de Marzo.

Este disco se podrá escuchar en directo el próximo 16 de abril en Madrid día en el que Niños Mutantes y algunos de esos amigos que se han acercado a su cancionero se subirán al escenario de La Riviera para ofrecer un concierto irrepetible. Las entradas ya están a la venta.

Estas son las canciones de la edición digital de «Mutanciones«:

  1. «Hermana mía» – Dorian
  2. «Náufragos» – El Imperio del Perro
  3. «No puedo más contigo» – Fernando Alfaro
  4. «Corona Sucia» – Havalina
  5. «Elévame» – Igloo
  6. «Errnate» – Julio de la Rosa y Elena Goch
  7. «La Puerta» – La Habitación Roja
  8. «Veneno Polen» – Lori Meyers
  9. «Todo puede ir mejor» – Maga
  10. «Ítaca» – Mama Baker
  11. «Barronal» –  Nada Surf
  12. «Las Chicas en Bikini» – Napoleón Solo
  13. «Errrante» – Neuman
  14. «Katherine» – Novedades Carminha
  15. «La Voz» – Pasajero
  16. «Mejor morir de sed que ir a lo fácil» – Ricardo Vicente
  17. «Arañicas» – Rufus T. Firefly
  18. «El infierno» – Russian Red
  19. «Las noches de insomnio» – Second
  20. «Robot» – Señor Nadie
  21. «Bárbara» – Trepàt
  22. «Daniela» – Zahara

El tracklist de la edición digital no contiene las versiones de Sidonie y Carlos Sadness con las que empezamos nuestro repaso al disco.

Sidonie – «Te favorece tanto estar callada«

La versión de Sidonie no se encuentra en la edición digital de «Mutanciones» y la verdad es que es una lástima porque la adaptación que han realizado los catalanes de «Te favorece tanto estar callada» es una auténtica delicia. La agitada y rabiosa original se dulcifica en la psicodélica mutanción de Sidonie:

«Debía ser 1999 ó 2000. Sidonie acababan de publicar su primer disco homónimo y visitaban Granada para presentarlo. A nosotros acababan de cogernos como managers los Jordis de Barcelona; “Nore” y “Malascompis” (no me pregunten por el origen de los apodos, porque no tengo ni idea, pero eran esos), que hasta semanas antes parece que los representaban a ellos. El caso es que les pedí invitaciones para ir a verlos y fueran sus managers o no, me las consiguieron. Era en Plantabaja, el grupo estaba sonando muchísimo en Radio3, en otras emisoras y para la prensa musical era la banda revelación. Casualidades de la vida, al cerrar la librería que regentaba en aquellos años me los crucé al salir de su prueba en la Plaza de los Lobos; los saludé, les dije quién era y que iba a ir a verlos. Me pusieron cara de circunstancias y disimularon más bien mal. Vamos, que les importaba un carajo quién era y si iba o no a verlos.
Totalmente normal, pero mal inicio. Lo primero que pensé es que eran unos niñatos con ínfulas. Fui con mi novia que los conocía poco pero algo había oído. En aquel momento a mí me flipaba Kula Shaker (me siguen flipando) y a los de Barcelona estaba claro que también. Eso me hacía empatizar con su música. Nos tomamos unas cañas y nos plantamos en Planta Baja. Lo primero que me hizo flipar es que estaba a rebosar. En aquellos años llenar una sala de trescientas personas era privilegio de muy pocos. Con lo que flipamos después mi novia y yo fue con lo malos que eran. En serio, muy malos, o muy ciegos o muy las dos cosas. Marc siempre ha cantado como los ángeles y eso salvaba las melodías, no fue el día del técnico de sonido, Jess no se entendía con Axel ni consigo mismo y Axel pasaba más tiempo encima de la batería que tocando sobre ella. Eso sí, la sala se caía en éxtasis y mi estupefacción fue cediendo al hedonismo embriagador de aquellos gamberros a medio camino entre el Glam a lo T Rex, la actitud fatalista de los Stones sesenteros y la procesión de la Tarasca granaína, cabezudos incluidos.
Situémonos. Estábamos atravesando por la etapa más purista del indie-noise-grunge patrio. Saludar al público y decir gracias ya era de maricones tirados al barro; por tanto, la propuesta escénica de Sidonie era pecado capital y ni una bula especial del mismísimo Kurt Cobain les redimiría de una más que merecida eternidad en el infierno. Éramos así… de idiotas. 
Cuando cundió su actitud y su forma de entender el rock entre los músicos y críticos indies del momento, no encontraron muchos amigos.

Desde aquél día los habré visto setenta veces en más de quince años. Casi todas ellas compartiendo escenario y Sidonie no mejoraron; simplemente tienen el directo más demoledor del país y tocar tras ellos es un suplicio que todo el mundo intenta evitar. Me he visto en muchos debates en los que los he defendido a muerte y siempre digo lo mismo: Sidonie es imprescindible para entender el fenómeno indie nacional. El que está ahora de moda, el de los festivales, el de las masas y las listas de reproducción; porque ellos fueron los primeros que nos sacaron a muchos del provincianismo elitista de la música alternativa, de la vergüenza a cantar bien, a escribir bien, a tocar bien y a disfrutar del público, con el público y para el público. El tiempo nos ha hecho hermanos y ahora me descojono pensando en aquella primera impresión mía. Efectivamente, el idiota era yo.
Te favorece tanto estar callada es una canción que siempre hemos pensado que es muy suya, tiene sus maneras y algo flota en el aire que te hace acordarte de ellos. Se ve que ellos también lo piensan porque no dudaron en elegirla para este mágico MUTANCIONES y todos pensábamos que se ceñirían al original haciéndola aún más Sidonie y resulta que la han vuelto del revés, creando una deliciosa canción pop de la Costa Oeste con la elegancia infinita que sólo ellos saben destilar. Hay una escena adorable en Jerry Maguire –me flipa esta peli, tengo que admitirlo- en la que Tom Cruise se deshace en disculpas ante Renée Zellweger y ésta le responde “ya me tenías con el –hola-”. Eso nos pasa a nosotros con estos tíos. En los primeros cuatro compases ya estamos rendidos a sus pies y cuando entra Marc cantando a su rollo “cada palabra que…” estamos comprando las flores para la boda. Coros celestiales, sintes alegres, batería elegante reclamando la grandeza del Pop, bajo estratosférico de Jess y teclados, campanillas y hasta castañuelas que te hacen sonreir y disfrutar como un niño chico; cambios de tonos, segundas voces, nuevos riffs y final buenrrollista. ¿Porqué cojones no la hicimos nosotros así?  
Sin SIDONIE, el rock español sería aburridísimo. Gracias por existir y por estar aquí, monstruos.«