Una tormenta torrencial obligó a cancelar la jornada del sábado tras anegar el recinto de agua
La celebración de la quinta edición del festival murciano WARM UP Estrella de Levante quedará inexorablemente marcada por la cancelación de la jornada del sábado como consecuencia de una tromba de agua (bienvenida sea por otra parte) que inutilizó el Recinto de La Fica para la celebración de toda una jornada de conciertos cuando tan solo se habían celebrados dos en su totalidad y los británicos Temples llevaban dos canciones.
Una suspensión que creo que fue acertada (hay que priorizar la seguridad de todos los allí asistentes) y que, a pesar del notable perjuicio para una organización que se mantuvo al pie del cañón a pesar de las numerosas dificultades, dio alas a los presentes para afrontar lo que restaba del festival con tanto temor a la lluvia como celebración de la vida cuando esta paró (el domingo también llovió).
Un bien escaso, sumamente necesario para un territorio y un país asolado por una pertinaz sequía que justamente azotó cuando uno menos se lo esperaba, pero, al igual que la vida, el WARM UP Estrella de Levante continuó.
El quinto aniversario del festival dio inició con una fiesta de bienvenida que culminaba una semana de eventos y celebraciones por la capital murciana y que concluyó con los conciertos de unos Miss Caffeina absolutamente inmersos en su nueva veta discotequera y unos Kasabian aún sumidos en el golpe de la (justa) expulsión de su cantante por violencia de género, a los cuales les salva el poderío de un repertorio vivaz y enérgico que aún esta encontrando su sitio.
A continuación, Ojete Calor, siempre en horario de madrugada, repitieron su mismo recital donde el mamarrachismo pop se impone a cualquier tipo de valoración musical y, para terminar la jornada, los omnipresentes Elyella DJ´s haciendo gala de la uniformidad de su propuesta a cada festival que van.
Un prólogo aceptable para el WARM UP, que calentaba los ánimos para una jornada de sábado que iba a llevarnos a los golpes electrónicos de Moderat, la perpetua festividad de Franz Ferdinand, la celebración de los diez años de León Benavente, la emocionante puesta en escena de Viva Suecia en su tierra y la despedida de Second en un festival que tanto les ha dado, pero… finalmente quien se despidió fuimos todos los asistentes y participantes de estos y muchos otros conciertos merced a una tormenta que dejo anegado el recinto de agua y el parking del centro comercial de gente.
Ayer nos cancelaron el bolo en el warm up por la lluvia, estábamos super tristes así que se nos ocurrió ir al parking a cantar con vosotrxs 😮
Nos regalasteis un recuerdo inolvidable, os queremos mil ❤️ pic.twitter.com/BVLnARJOoS
— NIÑAPOLACA (@NinaPolaca) April 30, 2023
El domingo, una vez superado el reguero de anécdotas varias sobre el día anterior y una vez confirmada la celebración de la jornada pasado el mediodía, las puertas se abrieron con la orfebrería pop de la creación artística de Marta Movidas, compañera de generación de unas Cariño que ganan prestancia y presencia a cada actuación que dan y que subieron el tono del festival para una de las grandes actuaciones del día: Iván Ferreiro.
El vigués tiró de oficio, de banda (Leiva al bajo) y de acertada mezcla de repertorio donde movió sus piezas de forma acertada, combinando temas de su último disco, junto con clásicos de su discografía en solitario, de su época de Los Piratas y concluyendo con ese nuevo himno que es ‘Trinchera Pop’, un acierto a la hora de definir nuestro estado de ánimo en ese momento tras haber sorteado las calamidades del sábado. Una vez concluyó su concierto, volvió la nube negra sobre La Fica, descargando con menor intensidad pero igual duración durante los conciertos de la maquinara pesada de Carolina Durante y el cobijo ecléctico de raíz flamenca y efluvios electrónicos llevada a cabo por Bronquio y Rocío Márquez.
El aguo no cesó hasta pasado el inicio del concierto de Vetusta Morla (The Kooks se vieron obligados a cancelar su show) quienes volvieron a demostrar su solvencia y maestría sobre el escenario, subidos a lomos de un Pucho magistral que cargó con el peso de un concierto que no logró grandes cotas emocionales, pero que sirvió de descarga a los temores de los allí congregados.
Con posterioridad y con un cierto desbarajuste horario, se solaparon en el WARM UP dos bandas tan diferentes como Dorian y Cala Vento. Estos últimos afianzan su rotunda propuesta a pasos agigantados. Ahora esperemos que afiancen también sus letras y evolucionen a un estadio mejor.
Pasadas las dos de la mañana saltaron a escena los verdaderos triunfadores de esta edición: Hot Chip. Sobresalientes, enérgicos, con gusto, técnica, derroche. Una auténtica lección para todos los allí congregados. Las postrimerías del festival quedarían a cargo de unos Varry Bravas absolutamente instalados en su vertiente eurovisiva y las ondas electrónicas procedentes del escenario destinado a ello (hay que darle una vuelta a su ubicación y acceso) que despidieron casi casi al amanecer de una Murcia nubla por lo acontecido en lo meteorológico y lo vivido en lo musical y emocional. Como un buen festival, caminando entre dos aguas.
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Juan Ruiz-Valdepeñas
Redacción