Fueron un fenómeno a principios de la década pasada y queríamos subirnos a su bote para rendirles homenaje
Josephine, Aisha y Aurora publicaron su último tuit el 21 de octubre de 2014. Anunciaban en él que Boat Beam, su proyecto nacido de viajes, casualidades y coincidencias en sus vidas, terminaba. Fue una corta carrera (dos álbumes y un EP) pero la sensibilidad y lirismo de sus canciones, con regusto pop y toques de jazz donde el cello de Aurora destacaba, calaron entre sus fans que aún echamos de menos una fecha para volverlas a escuchar en directo.
La vida no siempre te guía en el mismo camino de las mismas personas para siempre, que es una pena por un lado pero algo alucinante a la vez. Hemos decidido no seguir, y ha sido justo por eso. Queremos daros agradecimientos a todos por la bella experiencia, las risas, por todo.
Y aquí un regalo de despedida. Una canción de Josephine y Alisha que podéis bajar gratis. "Silent Movie" https://t.co/D90kEsWFla
— Boat Beam (@BoatBeam) October 21, 2014
‘Silent Movie’ con toques de electrónica fue lo último que lanzaron. Es una creación de Josephine y Aisha que nos sumerge en un estado de contemplación y viaje interior mientras todo se paraliza alrededor en estos 5 minutos. Es una pena que a veces la vida no logre hacer la sinergia necesaria para que el tiempo de felicidad dure un rato más, porque intuimos que podría haber nacido un tercer álbum en el que Boat Beam explorasen otros registros con éxito.
La imaginería de barcos perdidos en el mar era algo en lo que coincidían las tres. Hay una expresión que ya no se utiliza en inglés: «on her beam ends» que hace referencia a un barco a punto de naufragar y se usaba como metáfora cuando alguien está a punto de perder el control. Pues bien, es exactamente ese estado de ánimo el que intentan capturar en sus canciones y pensaron que Boat Beam era una buena elección.
‘The rain Pauly’ fue su carta de presentación. Una delicada balada que auna lo mejor del trío: la preciosa voz de Josephine, el chelo de Aurora meciendo la canción tiernamente y una letra que sobrecoge en algunos versos: «I felt absurd I had to tell the birds they couldn’t use the air».
‘Puzzle Shapes’ se lanzó en 2010. El debut de las tres chicas afincadas en Madrid fue un soplo de aire fresco y enamoraron a la crítica más selecta del circuito independiente de la capital. Llegaron a decir de ellas que fueron la revelación del año o que recordaban a PJ Harvey (¡no es esto último moco de pavo!) y no escondían que fuera uno de sus referentes a la hora de crear música. Puzzle Shapes está estructurado de manera que viajas al interior de tus miedos, tus vulnerabilidades, pero sales fortalecido (‘Lion Hunt’ , ‘Falling over’).
Tuvieron el respaldo de la discográfica Origami Récords y en la producción a Manuel Cabezalí (Havalina) además de la propia Ayling, quien compuso todas las canciones sin excepción. Fue en un momento donde la presencia femenina en la música pisaba muy fuerte: Alondra Bentley o Russian Red, por ejemplo.
El segundo disco, ‘Reincarnation’ (2011) tuvo como tema central la muerte. Es valiente hablar de ella siempre y Josephine se adentra en ese bosque y nos cuenta lo que ella cree que hay antes de ese momento trascendental. Este álbum supuso su salto a Europa y tuvo una vez más a la crítica de su lado. Repetían con Origami Records y Cabezalí. Lo arreglos en estas nuevas aportaciones del trío son de una calidad exquisita, la percusión suena con más empaque que en el anterior trabajo.
La tristemente corta carrera de la banda de folk indie tiene en su haber un EP en forma de cuatro canciones que no decepcionan: ‘Paper birds’. La edición física contó con 200 ejemplares.
Aunque hayan pasado 8 años, queríamos recordarlas y traer al presente sus canciones atemporales. Buceando por internet, Josephine comenzó un nuevo proyecto llamado Nimio pero en 2017 ya no volvió a publicar más en redes. De Alisha solamente hay una publicación del 2014 que reza «Practicing new songs» y Aurora es la que más se ha mantenido en el anonimato.
Las extrañamos. Mucho. Bendito formato físico en la era digital. Es una opinión totalmente subjetiva ésta: el formato físico es parte del artista, no sólo las canciones, el autor también te está hablando desde el artwork del libreto y las fotografías. Los afortunados que tenemos los discos originales de Boat Beam podemos disfrutar un poquito más de ellas.
Lorena M.
Redacción