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Es difícil encontrar a día de hoy a una banda que refleje mejor el momento en el que estamos y hacia dónde vamos. Pero al mismo tiempo La Plata es, en todos los sentidos, un grupo que parece llegado desde otro tiempo, con ese halo de formación clásica envuelta de romanticismo que resulta casi imposible encontrar en estos tiempos de exhibicionismo en RRSS y cultura del consumo rápido.
Han echado a andar una nueva criatura, Interzona (Sonido Muchacho, 2025) que exploran en esta entrevista dos de los miembros de esta banda: Diego y María, muy cómplices en las respuestas y muy concienciados con el mundo que les rodea. Un álbum deudor de aquellos sonidos ambientales y difusos de los noventa en donde todo era un poco brumoso y lleno de aire, también.
Continúan, a partir de la salida del nuevo disco, una gira que les está llevando por varios rincones del norte y sur del país.
El sonido La Plata se caracteriza por riffs desbocados, sintes martilleantes y estribillos pegadizos ¿Qué queda de esta definición en vuestro tercer trabajo Interzona?
Diego: Todo, creo que sí. Lo de los estribillos al final, llega. Hay momentos en los que llega el estribillo, es como un climax; no siempre hay un climax, a veces es más un viaje que genera una atmósfera, un momento meditativo. Hay canciones de Interzona, por ejemplo, que sí que acaban culminando en un estribillo -o momento álgido-, pero solo y siempre que queramos transmitir esa intensidad y ese momento de explosividad al que llevamos a la canción.
A veces la canción no necesita explotar, ¿no?
Diego: No, cada canción es una sensación.
¿La composición del disco os ha pillado en la treintena a todos vosotros?
Diego: Sí.
¿Es cierto el mito aquel de la crisis de identidad de los treinta años? ¿Interzona se ha focalizado en disertar sobre la madurez? Ya dejáis un poco “las letras adolescentes” de anteriores trabajos…
María: Yo creo que a nivel interno no se ha sentido como crisis los treinta, pero sí que es verdad que con los treinta te haces algunas preguntas. Eso es indudable porque socialmente está muy establecido como ese paso entre la adolescencia a la adultez.
Personalmente no he sentido que haya habido una crisis, es más como procesos de aceptación.
Diego: Yo igual. He llegado a una paz interna muy grande que me ha costado todos los veinte años de trabajo y de esfuerzo y demás, y en este momento yo creo que por eso el disco es así: un momento de coger, de soltar, de respirar y de expresar a un nivel mucho más adulto.
También por lo que son nuestras vidas, por cómo se han encauzado, por los lugares en los que estamos a nivel vital hemos hecho este álbum. Se llama interzona por este no lugar en el que nos encontramos tanto a nivel musical como a nivel de grupo y a nivel personal. Eso nos sitúa dentro de la sociedad.
Me había parecido que lo habíais enfocado hacia disertar sobre la madurez, a replantearos la vida, pero es lo que decís, un disco de pausa (de coger y soltar, como bien decías tú, DIego).
No todo es pausa: hay momentos puramente hedonistas, como por ejemplo en el caso de ‘Música Infinita’ donde hemos in tentado llevar la sensación del hedonismo a un punto extremo sin tapujos e incluso cogiendo símbolos e incorporarlos en nuestra música para exagerar todavía más esto y que sea más claro.
Igual que ‘Ruido Blanco’, que tampoco es pausa, es más una sensación de ansiedad por estar viviendo la vida moderna. Sí que hay otros momentos, como en la vida, donde estás más arriba -y estos momentos donde estás tan arriba seguramente te llevan a un momento más bajo-. Es todo un viaje que hemos secuenciado para que te cuente esta historia.
Al decir que te ha costado toda la veintena un esfuerzo y trabajo que gracias a él has alcanzado la paz, te entendí que desde ahí visualizas todo desde esa calma.
Diego: Entonces, sí, este punto de calma. Justo, totalmente.
María: El punto de partida para hacer el disco era que cada canción, secuenciadas con un orden, expresasen una emoción o un momento en particular o un sentimiento.
Entonces, es verdad que hay alguna canción que tiene un tinte más de hacer una reflexión sobre un momento concreto -que puede ser entrar en la treintena y replantearte cosas-, pero creo que ya simplemente este concepto de disco implica una madurez: hacer una reflexión de una serie de emociones para intentar transmitirlas es algo mucho menos urgente que hablar de algo que necesitas. Esto es algo más pensado.
«El punto de partida para hacer el disco era que cada canción, secuenciadas con un orden, expresasen una emoción o un momento en particular o un sentimiento»
Escogisteis como primeros sencillos ‘Ruido Blanco’ y ‘La Vida Real’, ambos singles están satinados de una capa sonora como de ensoñación, muy dream pop. ¿Es el género que más refleja las intenciones artísticas de este nuevo álbum?
Diego: Voy a intentar saltarme las etiquetas porque creo que es más interesante hablar a nivel de músicos y de lo que hemos querido reflejar.
En el caso de ‘Ruido Blanco’ nos gustó mucho como primer single porque va de la mano con ‘La Vida Real’ (por eso han ido seguidas). Son dos caras de la misma moneda: tanto el estrés máximo que sentimos (no como banda sino es algo generalizado) en una vida adulta moderna, como el escapismo que llega por sentir esto.
Este otro punto, ‘La Vida Real’, es el extremo opuesto que tampoco es un lugar positivo. También está escrito desde un punto no muy optimista, hay canciones más optimistas en el álbum -aunque siempre depende del oyente, de cómo lo perciba-.
‘Ruido Blanco’ nos funcionó muy bien como primer single porque conectaba bastante con nuestro anterior trabajo Sueños. Creemos que hilaba muy bien la historia entre Sueños e Interzona. Y ‘La Vida Real’ era lo opuesto y el momento perfecto para pasar,con una historia bien contada, de Sueños a Interzona. Después de eso nos sentíamos más preparadas para compartir ‘Cerca de ti’, por ejemplo.
«‘La Vida Real’ era el momento perfecto para pasar, con una historia bien contada, de Sueños a Interzona»
Sin embargo, ‘Cerca de ti’, que es con el que abrís el disco, se desvía hacia el grunge. ¿Dónde os sentís más cómodos a la hora de sacar una canción? Sé que habéis dicho que preferís no hablar de géneros, pero a la hora de componer tendréis influencias.
Diego: Como banda empezamos nuestros inicios siendo una banda de rock and roll, integrábamos los teclados de manera bastante orgánica y también era la manera más sencilla de hacer música porque esta escena nos permitió conocernos, nos permitió experimentar dentro de lo que era hacer música con más gente de forma muy sencilla -porque había unas fórmulas muy estipuladas-.
Después, nos llamó la curiosidad personal a cada músico de la banda. Cada cual buscó el género que, a grandes rasgos, más le arropaba.
En el caso de Patricia, ella forma parte de un colectivo artístico que se llama Sindicato Circular donde trabajan todo: desde performance hasta, sobre todo, dron ambient y noise, y ahora está haciendo la banda sonora de una película en la que hace más este estilo.
María tiene un proyecto de art punk performativo. En mi caso el witch house es, quizás, el terreno donde más acogido me he sentido. Aparte, soy productor musical y he producido a infinidad de artistas.
En el caso de Carmona y Salva, forman parte de bandas de hardcore punk, han girado por México, EEUU., Canadá. Es una banda influyente e importante, y forman fuertemente parte de la escena.
No tenemos ninguna barrera musical, hemos llegado a un punto donde podemos expresar lo que queramos. Tenemos mucha soltura a la hora de crear. No sentimos que haya ya una barrera entre lo que queremos decir y el momento de hacerlo (que quizá hace años sí nos ocurría porque quizá necesitábamos este sinte , o esta grabadora, o este micrófono).
Ahora, tenemos todo esto bajo control. Hemos vuelto a necesitar la sensación de banda de rock and roll que aúna a todas estas personas que vienen de estilos diferentes, se juntan para subirse a un escenario y generar una emoción tan fuerte como pueda hacerse con unas guitarras, una batería y cantando.
¿El paso de necesitar más definiros a no tener barreras ha sido orgánico, o ha sido buscado?
Diego: Ha sido tanto buscado como orgánico. Somos una banda con personas muy curiosas.
María: Y muy activas.
Sí, he visto que estáis en diferentes proyectos. ¿Cómo se compagina todo para dejar un espacio para vivir también, no?
Diego: La vida de todos los miembros está centrada en el arte.
María: Supongo que son prioridades. Cada uno tiene sus prioridades. Al final es un poco aceptar que es tu estilo de vida y que ir a veces un poco puteada intentando combinar todas las cosas que tienes más ganar dinero para llevar tu vida y poder hacer muchas veces otras cosas que te gustan pero no te dan dinero.
Al final es un estilo de vida, y es diferente a tener una nómina y hacer ocho horas ¡que no es ni mejor ni peor!. En este estilo de vida tienes que estar muy despierto y muy activo y eso te puede aportar una felicidad. Creo que estamos en un punto de aceptar que somos así y que nos gusta tener este estilo de vida antes que otro -que también podríamos elegir tener- pero preferimos llevar este estilo de vida, que a veces tienes que peleártelo un poco.
Muchas veces, cuando estás en este tipo de rueda de vida, dices: “en qué mala hora, podría tener una vida más tranquila”; pero si luego lo piensas, seguramente sea lo que te hace feliz y simplemente es aceptar eso.
Diego: Sí, totalmente. Siempre hemos remado en esa dirección y de repente hay mucha propaganda por todas partes que te está intentando vender este otro estilo de vida, pero en el momento en que hemos conseguido situarnos en nuestra pequeña interzona ya todo esto se ve desde el respeto. También es una vida válida una vida familiar, centrada en unas aspiraciones económicas -o incluso una vida relajada en la que la economía te abastece- . También lo respetamos, nos parecen completamente válidas, pero llevamos otro estilo.
María: Aceptamos que ese modelo no nos funciona. Ese modelo tendrá sus complicaciones también y esta vida que hemos elegido nosotras tiene otras.
Diego: Hay que tener la cabeza muy bien amueblada, hay que pensar mucho, hay que cuidarse mucho entre las personas que llevamos este estilo de vida. Y este álbum es, en parte, una manera de hacerlo.
«No tenemos ninguna barrera musical, hemos llegado a un punto donde podemos expresar lo que queramos»
En la nota de prensa se nombra al junglist como uno de los principales intereses de La Plata. Contadnos de dónde os viene esa curiosidad por la música jungle.
Diego: No es tanto uno de los intereses más grandes de ella banda, pero sí un punto de aceptación del rock desde el jungle. Veníamos de buscar una sonoridad de baterías mucho más artificiales, que estuviesen más cercanas a géneros como el tecno. Al investigar y conocer más acerca del jungle y post jungle nos volvimos a enamorar de las texturas de batería orgánica distorsionada y natural.
En Sueños nos acercamos más a un jungle más convencional, pero fue un punto de partida bastante importante para llegar a entender el sonido de la banda en el que la batería es un instrumento orgánico.
Es que nunca había oído este término y nunca había escuchado música jungle por lo que al escuchar vuestro disco no lo podía apreciar, perdonadme.
Diego: Nuestra intención no es que nuestro público sepa distinguir las referencias porque al final las referencias para nosotras solo son nuestras referencias y nos han funcionado, pero no tenemos ninguna intención de propagar ningún género ni de decir que la gente deba escuchar jungle.
¿Cómo van a tomar forma las canciones en el directo? Algunas como ‘Música Infinita’ o ‘5am’ beben de la cultura de La Ruta.
Diego. Nos adaptamos a los medios que tenemos: Si tenemos un concierto en un escenario gigantesco pondremos las canciones más adecuadas para ese entorno; si tenemos un concierto en una sala pequeña, vamos a sacar nuestro lado más de sala pequeña y quizá las canciones más cercanas que pueden estar al rock and roll.
Hace poco tocamos en una ópera y adaptamos las canciones para este espacio en el que utilizamos un piano de cola y contamos con Miguel Molina (violinista).
En general buscamos que toda nuestra música sea adecuada a la situación.
María: En el libro ‘How music works’ de David Byrne, él hablaba de que los artistas componen la música en función de dónde vaya a ser reproducida.
La Plata, al principio componíamos para ser tocado en salas pequeñas y que sonase muy fuerte. Luego, el segundo disco sí estaba pensado más para festivales y cosas más grandes. Ahora, realmente no está claro el formato hacia dónde va a ir y es lo que dice Diego: son canciones versátiles que pueden ser adaptadas y tocadas en salas pequeñas, en festivales, se pueden adaptar para teatros. Supongo que iremos adaptándolo.
A la hora de tocar vuestro instrumento, ¿a quién habéis tenido como referente, o a quién admiráis (también puede ser más allá del mundo musical)?
María: Cuando empecé a tocar el bajo mis referentes eran movidas de art punk y hardcore, pero con bajos muy elaborados y muy locos. Luego, fue cambiando al tocar con banda. Me di cuenta que tenía que reducir la cantidad de cosas que quería hacer y que estuviera repartido. Ahora hago bajos mucho más sencillos. Me interesa mucho cosas de dub, de drum&bass, o incluso cosas de ambient que llevan bajos más abiertos y espaciados. Al final, vas adaptando tu librería a lo que la emoción que quieres transmitir con la canción pide.
Diego: En mi caso, a nivel de guitarra, en La Plata es en el único proyecto que toco la guitarra -aunque no solo toco la guitarra-, me inspira mucho el espíritu del rock and roll, la actitud del guitarrista punk, no una banda específica sino lo que significa una guitarra cruda en un escenario y cómo esa guitarra baila con el instrumentista, y ver cómo eso se refleja en el público y toda la esquizofrenia que genera ese sonido de guitarra.
Nunca he tenido una referencia de un artista en particular, sino más una actitud, una declaración de intenciones. Esa es la razón por la que la toco.
«Somos unas personas que hemos luchado, trabajado y sufrido mucho para llegar a un punto vital y ahora mismo lo estamos compartiendo y es un punto político en el que hay gente que se pueda sentir identificada o que pueda necesitar verse reflejada en él»
Para terminar, entiendo que estáis de acuerdo en que la música es una forma de hacer política, es una herramienta más que tenéis y me gustaría saber de qué forma la utilizáis, o en qué sentido.
María: Enseñar un estilo de vida ya tiene mucho de política, desde mi punto de vista. Y enseñar unos intereses, unos valores, una filosofía, una manera de relacionarte, es bastante político. Hablo a nivel personal, no a nivel de banda.
Diego: En Interzona es básicamente esto: somos unas personas que hemos luchado, trabajado y sufrido mucho para llegar a un punto vital y ahora mismo lo estamos compartiendo y es un punto político en el que hay gente que se pueda sentir identificada o que pueda necesitar verse reflejada en él.
Esa es, al final, la importancia que tiene para nosotras nuestra banda y, en concreto, este disco.
Gira de La Plata y entradas en: linktr.ee/laplatasanta
L’hospitalet de llobregat – 28 feb – el pumarejo
Valladolid – 14 mar – el desierto rojo
Salamanca – 15 mar – la chica de ayer
Pamplona – 21 mar – sala txintxarri
Oviedo – 22 mar – salvaje
Sevilla – 27 mar – fun club
Granada – 28 mar – planta baja
Murcia – 11 abr – rem
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Lorena M.
Redacción
