Cinco mujeres descomunales sobre el escenario para la presentación de ‘Amadora’
Esta última semana de junio, y en concreto este último fin de semana, hemos tenido una propuesta de artistas féminas sobre el escenario altísima, lo que denota que, pese a que todavía hay bastantes zonas desérticas en los carteles de festivales para ellas, las salas demandan su lugar en la música y el público responde soberanamente a esta llamada.
Internacionales como Mitski, Eilen Jewell, o Pj Harvey pasaron por nuestro país; Jordana B, Shego, El Momento Incómodo, Alison Darwin, o Pipiolas son algunos de los ejemplos foráneos que han comido carretera estos días para traernos sus directos.
Nosotras acudimos a la sala But para recrearnos en el esperadísimo directo del último disco de Tulsa.
No pude ver la obra de teatro, que presentó con texto de María Velasco, en los teatros del Canal; así que no quise desaprovechar el que viniese a Madrid el día 8 de junio y fui junto a una amiga.
Andrea Buenavista se enfrentó la primera al público. La cantautora del sello Sonido Muchacho agradeció a Miren el estar esa noche ahí, y se adueñó con simpático descaro del momento en el que Tulsa le invitó a cantar con ella ‘Destrucción Mutua Asegurada’. Las dos son mujeres muy rompedoras que pisaron fuerte el escenario de la But.
La propuesta de Buenavista son canciones muy cuidadas, con cierto resentimiento (‘Alguien Mejor’), pero no carentes de verdad, hacia el género masculino.
Su voz holló sin titubeos y se comprimió fusionándose con su guitarra acústica en canciones como ‘Que Nadie Sepa’ (con una pose muy María Jiménez), ‘Todo Cabe en un Lugar’ (con presencia de piano) o ‘Copa C’.
La rockera ‘Llorón’, su último single, la dejó para finalizar y la cantó junto a su amigo Roberto Miranda, más conocido por Usted, productor de este primer adelanto del próximo disco de Buenavista. Es una canción más para el vertedero del mundo, que conjuga todas las virtudes de esta donostiarra con chulería madrileña.
A continuación, pisaba las tablas Miren Iza ataviada con una sudadera con capucha a modo de boxeadora. Portaba una Makila y comenzaba así el krautrock de ‘Santamártir’. Plato fuerte para ser solamente la primera canción. Así dejaba caer sus intenciones de darlo todo en casi dos horas de directo.
Las canciones de su ciclópeo álbum ‘Amadora’, del que charlé con ella largo y tendido aquí, iban cayendo como cuentagotas en una primera parte del setlist. Serenas e impetuosas sonaron ‘Una parte de Mí’, ‘Amor o Transferencia’, ‘No quiero hacer historia’ o ‘Laguna’. La inconfundible voz de la artista vasca, rasgadamente suave, se enfurece en algunos momentos que requieren esa impulsividad, arrancando nuestros aplausos.
Del escenario, que simulaba un cuarto de estar con lámpara y sillón, salió la silueta de la actriz Socorro Anadón, – quien era una de las Amadoras en las tablas- dejándonos a todos atónitos, sin poder apartar la mirada de ella ni de sus requiebros al interpretar el dolor de ‘Cuando venga el león pálido’. No hay palabras para lo que hizo y nos hizo sentir Anadón ahí arriba.
Al escuchar el vinilo, percibes un aire de teatralidad impuesto de forma natural, los instrumentos juegan un papel como si ellos mismos fuesen los personajes de la obra de teatro; en lo que respecta al directo, continúas percibiendo esa sensación: la guitarra de Clara Collantes transmitía ese quejido del disco, estuvo soberbia en cada nota y en cada aportación coral.
Y cambió de registro interpelándonos así: «vamos a hablar de amor, que es más bonito». Empezó a ponerse nostálgica gradualmente y recorrió sus álbumnes ‘Ese Éxtasis’ (‘La Boda’, ‘Autorretrato’, ‘Yo no soy Penélope), ‘Centauros’ (de aquí se decantó por las rockeras ‘Centauro’ y ‘Bilbao’) ‘La Calma Chica‘ (la preciosa ‘Los Amantes del Puente’ y ‘Oda al Amor Efímero‘), con un público entregadísimo.
‘024’ nos devuelve a la angustia de ‘Amadora’ y, cuando aparece la intro de ‘La Estrella’, Christina Rosenvinge pisa el escenario.
En lo que parece una especie de espejismo, al principio, se convierte en realidad cuando se desata la euforia a mi alrededor. Las dos voces se unieron para interpretar juntas el cierre del álbum de Iza, y Socorro Anadón volvió para unirse a ellas y crear una estampa conmovedora.
La fuerza de ‘Melocotón’ nos dejó un buen sabor de boca, y mandamos a la mierda a todos los Joaquines. Fue una noche inolvidable.
Nos agradeció el haber estado allí. Y yo te digo: gracias a ti, Miren.
Que @Ch_Rosenvinge interpretase ‘La Estrella’ para terminar la noche junto a @TulsaMiren y su ‘Amadora’ fue un regalo increíble e inesperado 🥹 pic.twitter.com/9quNuPc31X
— Elperfildelatostada (@perfildelatosta) June 9, 2024
Lorena M.
Redacción