 
			Carla Lourdes debutó con diez odas a sus experiencias personales
Me encuentro con Carla Lourdes y Raúl Ben, su productor, en una terraza madrileña a escasas horas del concierto que ofrecieron en Sala Cadavra con su banda. Una entrevista anecdótica e irrepetible donde charlamos los tres sobre música , sobre todo, del espectacular primer disco de la berciana ‘El día que descubrí el lunar de tu oreja’: un canto a la intuición de seguir los pasos que una misma se va mostrando en el camino, a pesar de encontrar piedras en el zapato.
‘La Calma’, se convirtió, sin esperarla, en el catalizador de todo el álbum. Este tercer single, una balada Pop que explota en un estribillo coreable y épico emana amor y estabilidad por los cuatro costados. Déjate seducir por Carla Lourdes en los diferentes momentos que tendrá su nueva gira.
Viviendo en Vigo, ¿qué diferencias notas, respecto a la música, entre Galicia y Madrid. Hablo de la escena musical, la forma de trabajar, de moverte, de vivirla.
Carla: Hasta ahora, hasta este álbum, que sí que lo saco con esmerarte, estuve autogestionada desde 2021 más o menos. Llevo 10 años en Vigo, entonces en Vigo es donde realmente he desarrollado lo poquito que llevo en la música. Y estos años han sido 100% autogestionada.
En 2022, que saqué mi primer EP, hice una gira nacional y sí que pasamos por Madrid. Lo que hacemos en acústico lo hacemos normalmente Raúl y yo cuando no podemos llevar la banda, claro. Y, bueno, más o menos sí que me hago una idea de cómo funciona, aunque no la he vivido desde dentro 100%, pero es muy distinto a Galicia; no tiene nada que ver.
Porque me imagino que si te salen oportunidades como la sala Cadavra es porque llegas a más público, a lo mejor, o porque te has buscado las castañas.
Carla: Claro, yo creo que es ir a los pocos, o sea, el hecho de haber venido ya a hacer tres cositas antes aquí nos ha abierto, yo creo un poco a tener la posibilidad de traer la banda el día 10. Pero sí que es cierto que como diferencia más heavy es que la oferta de todo lo cultural -y de la música en general y el movimiento que hay de canción de autor, por ejemplo, en Madrid- no lo encuentras en Galicia.
Y, luego, que la gente está mucho más predispuesta a arriesgar por un grupo que no ha conocido, ya lo tiene como más integrado. En Galicia todo eso es como mucho más pausado, la oferta es concreta, no tenemos música todos los días a la semana y además vamos un poco más a lo seguro. Quizás en Vigo no estamos, que eso es algo que me duele, nada acostumbrados a pagar entradas en las salas porque también tenemos los conciertos de castrelos, que está subvencionado totalmente, son conciertos gratuitos.
Eso al final repercute negativamente a veces en las salas en otoño o invierno porque igual el artista que te viene a una sala te va a venir después gratis a un auditorio. Entonces, me falta un poco más de rutina de conciertos allá.
También hace que tengamos la visión túnel el resto del año, y ya paro de criticar a una ciudad que amo.
“Me duele que en Vigo no estemos nada acostumbrados a pagar entradas en las salas”
Pero está bien que reivindicas estas cosas.
Carla: Sí, sí, yo siempre que puedo lo hago. A ver, tienes cosas buenas y cosas malas, claro. Está guay porque en verano hay un montón de movimiento cultural subvencionado, pero parece que solo vemos esa parte y que el resto del año no existe.
Tristemente ayer me encontré un reel de Antonio Irún. Ha sacado un EP y hacía una reflexión de que notaba que entre los autores emergentes no había un compañerismo. No sé si os pasa a vosotros en Galicia (lo digo porque él es de Asturias).
Carla: Yo no lo siento tanto en compañerismo, porque sí que lo tenemos. Lo que pasa es que no tenemos un sitio donde ir cuando arrancamos. No tienes un sitio donde decir “aquí voy a encontrar ayuda, aquí voy a encontrar asesoramiento, aquí me van a echar un cable”. Y, de hecho, en parte nosotros, en nuestra zona, sí que lo estamos intentando crear.
Raúl tiene un estudio en Porriño, que está al lado de Vigo, e intentamos que todos los artistas pasen por ahí. Te diré que en nuestra zona yo podría ser medio pionera en hacer muchas cosas de forma autogestionada o llegar a ciertos escenarios o a ciertos medios sola y tal y que, hombre, hemos intentado también desde el principio que eso sirva un poco también de guía para otros proyectos que arrancan y que ellos también encuentren eso en el estudio de Raúl o que sepan a quién preguntar porque eso es lo que sentimos que nos faltaba, que en Madrid hay.
En Madrid tú sabes a qué lugar ir para conocer a otros cantautores o a un micro abierto o a una sala. Eso nosotros aquí no lo tenemos.
“En Galicia no tenemos un sitio donde ir cuando arrancamos. En Madrid tú sabes a qué lugar ir para conocer a otros cantautores, o a un micro abierto, a una sala”
A la hora de componer, ¿cuál es la motivación o en qué te inspiraste, por ejemplo, en este primer álbum?
Carla: Pues este álbum iba a ser una cosa, pero lo reescribí completamente. O sea, que yo tampoco es que tenga nada concreto que me inspire a la hora de componer o de lo que tirar, simplemente algo que me aparece y empiezo a tirar de ese hilo y a ver a dónde me lleva.
Pero para este álbum sí que tenía pensadas unas canciones que quizás no tenían un hilo conductor entre ellas y cuando lancé en noviembre de 2023 la campaña de crowdfunding para financiarlo, hubo muy buena respuesta por parte de la gente y reescribí el álbum desde la idea del título. A raíz del día que descubrí el lunar de tu oreja, que realmente pasó de verdad, o sea, yo descubrí el lunar de la oreja de alguien, de la oreja izquierda, que además conocía de hacía tiempo. Y es lo típico de cuando tú conoces a una persona de hace unos años y crees que la conoces bien. Hasta que no te acercas, no percibes matices. Entonces, esa reflexión la traslade a todo lo demás. Y en este caso lo traslade a las emociones.
Emociones que quizás yo tenía ahí, que veía un poco desde la barrera, o que no me gustaban, me incomodaban, me sobrepasaban. O sea, lo que procuré fue hacer el trabajo de acercarme a esas emociones. Un poco trabajo de terapia también para conocerlas, para desgranarlas, incluso para ponerles forma, color, lo que sea. Y de cada una de las emociones o experiencias y tal, sacar las canciones.
¿Te sirvió un poquito para conocerte igual o para indagar un poco en ti misma, en esas barreras que igual tú tenías, emocionales?
Carla: Sí, y sobre todo, al darles forma, también aceptarlas, y aunque no se van a ir del todo muchas cosas que sentimos o que pensábamos, sí que las entiendes un poco más; hay más empatía contigo misma.
Como has dicho que reescribiste el origen, lo originario, ¿ha cambiado mucho ?
Carla: Bueno, aquí sí que dejo que hable el productor, pero yo venía de una idea como más folk o setentera, nada que ver. De hecho había salido como en aquella época la serie de Daisy Jones and the Sixth. Quería hacer algo así… Me volví loca. Y luego realmente, pues, mis canciones no funcionaban en ese estilo por mucho que forzásemos, o…mis letras, quizás, que para mí es lo más importante, o lo más importante de mis canciones, vaya, no funcionaban dentro de ese sonido.
Entonces, realmente, post crowdfunding, tuve un bloqueo creativo bastante tocho. Y cuando se deshizo un poco ese bloqueo, que fue cuando escribí ‘La Calma’ ya vimos un poco la luz, o sea, ya ahí entendimos cómo queríamos, sabíamos cómo quería que sonase ‘La Calma’, entonces a raíz de ahí sacamos todo el sonido del disco. O sea, intentamos que todas las canciones siguiesen una misma línea. Y también muy enfocado a donde tú querías tocar también.
“Tuve un bloqueo creativo que a raíz de escribir ‘La Calma’ entendimos cómo queríamos que sonara el disco”
Raúl: Y… Tú le das mucha importancia a la letra de las canciones, pero el sonido que tú querías tampoco era ese sonido 70. No lo querías así. Tú lo querías un poquito más indie, pero yo creo que el trabajo fue quizás más en contar el sonido antes que las canciones.
Carla: A mí me abrió mucho la mente un concierto de Jorge Drexler, en el que él tocó ‘El día que estrenaste el mundo’, una canción súper íntima que le hizo a su hija o hijo, no lo sé, al nacer, y la hizo con Meritxell Neddermann, una chica que toca el piano y acompañó a Jorge con un vocoder: iba haciendo unas armonías más electrónicas dentro de una canción súper íntima, y pensé “guau, pues el tío es cantautor, tiene letras potentes, y aún así se puede permitir meter esta fusión electrónica, yo quiero esto”, y un poco también enfocado al directo, como queríamos que sonase con la banda.
Y tú como productor, ¿cómo lo veías eso?
Raúl: A ver, yo le insistía en que, claro, tenía algunas canciones que no eran folk. Ella, antes de este disco, componía mucho como muy country, muy todo con swing, guitarra acústica, entonces bueno, esa era una de las opciones, y, de hecho, las que se desecharon del disco eran todo maquetas que teníamos en ese estilo.
Entonces, una vez que encontramos el sonido de ‘La calma’, no es que estuviesen mal, eh, o sea, las canciones que ella desechó dentro del concepto que ella después creó, no funcionaban como el esto.
Carla: Claro, como un poco, ¿a dónde quieres que te lleven las canciones? ¿A qué público quieres ir? Y tampoco sé si yo quería tirar por el camino folk.
Raúl: Y que tampoco se podían reconvertir a ese nuevo estilo, es decir, estaban como muy encasilladas, y sacarlas de ahí, hacían que sonasen raro.
Habíamos hablado del título ya, pero ¿cómo se te vino a la cabeza, cuando surgió…? ¿Ya habías pensado en otros títulos y de repente éste surgió o…?
Carla: Es que yo tenía el título antes que el álbum. De hecho, de esta ristra de canciones que tiré abajo, se conservó ‘El lunar de tu oreja’, que es la última de lo que es la versión digital. Y esta canción la escribí realmente porque el día que ocurrió, escribí el día que descubrí el lunar de tu oreja. Literalmente era como el resumen de haberme acercado muchísimo a esa persona.
Era como mi titular, por así decirlo. Y entonces de ese titular surgió El lunar de tu oreja’, que es una canción súper de amor, quizás lo más similar a lo que yo venía haciendo hasta este álbum. Y realmente esta canción estuvo hasta el último momento dando vueltas a nivel sonido, porque no sabíamos para dónde tirarla, no sabíamos si tenía que estar, si no, y era como “vamos a ver, es la canción que nos ha dado este título, tiene que estar”.
El vinilo es un formato que te mola, porque he visto que el formato físico está como muy currado.
Carla: A mí en general los formatos físicos me parecen muy importantes. Yo los valoro muchísimo de otros artistas, los disfruto casi tanto como hacer las canciones, entonces es como crear un universo visual que gire en torno a la música. Queríamos hacer algo que evocase un poco la artesanía, de dónde vienen las canciones, de hacer las cosas a mano.
Fusionando con unas fotos de Bárbara Ceballos, que ella tiene una forma de fotografiar muy concreta, porque casi no edita, sino que trabaja mucho con las luces y con las telas delante del objetivo, para modificar los colores, empezamos a pintar las fotos, escribir las fotos de verdad. O sea, romper las fotos y sacar una nueva foto y luego lo escaneábamos y lo montábamos.
Todo eso y un prólogo de Guada Guerra, que es escritora y periodista gallega también, era como hacer una especie, no de libro, pero sí como de libreto, como un poco diario de abordo, no sé cómo decirlo.
Sí, porque el disco también es como un diario personal.
Carla: Exacto. De hecho, algunas de las canciones, o algunas de las emociones, mejor dicho, a las que yo me acerco, vienen de unos textos que yo escribí desde la pandemia en adelante. Entonces como que para hacer un reflejo todo como de diario y de desnudez y de la artesanía.
Hicimos como todo eso. Y luego el vinilo, que la intención también era evocar varias texturas dentro de lo visual, transparente, porque era la textura que faltaba, así en el físico.
El CD básicamente es la adaptación del vinilo, porque todo lo que se pensó fue para las dimensiones del LP.
Es muy muy bonito el vinilo. Ha quedado todo como muy creativo, ¿no? Como con mucho mimo.
Carla: Jo, sí. No es porque sea mío, ¿eh? Pero, ¿qué decir? Sí que lo hemos hecho con todo muy pensado. Además, respetando mucho los tiempos, que es algo que ahora mismo cuesta bastante hacer dentro de la industria. Y que si en algún momento yo quería, o sea, podía, o podíamos disfrutar del proceso, era ahora.
Porque no sé qué va a pasar después, no sé si vamos a tener que ser más… Correr más. Sí, esclavos de la industria, o de cómo funciona, o no vamos a tener tanto tiempo porque va a haber más cosas. Que es positivo, pero todo tiene un precio al final.
Entonces, esto nos lo hemos tomado con mucha calma. O sea, ha sido año y medio de trabajo, de todo.
Para mí es muy importante que salga en vinilo. O sea, ya no solo por la parte visual, sino por cómo se escucha un vinilo. Y también que haya gente que lo quiera tener.
De hecho, en el CD y en el vinilo hay una canción extra que no está en el digital. Porque para mí es como que esta gente que apuesta por esta forma de escuchar tiene un valor añadido.
“A mí, en general, los formatos físicos me parecen muy importantes.
Yo los valoro muchísimo de otros artistas, los disfruto casi tanto como hacer las canciones”
Está muy guay esos detalles para la gente que compra el disco y que apuesta por el proyecto, claro. El disco es como textos de unos diarios. ¿Tú, aparte de la música, escribes? ¿Has hecho relatos?¿O te has quedado en canciones?
Carla: Sí que escribo mis textos. De hecho, sí que es verdad que en su momento, antes de pensar en este álbum, pensé disco-libro. Pero era como un proyecto muy gigante para alguien que era autogestionada. No me veo haciendo solo un libro ahora mismo, mañana igual sí. Para mí tendría que estar ligado a algo más que tuviese que ver con las canciones.
Entonces, sí que tengo mis textos, mis reflexiones. No relatos ficticios porque, aunque sí que lo he hecho, no se me da bien.
La canción acústica que sale en el disco. ¿Cómo se produjo? O sea, a la hora de incorporarla al disco, ¿cómo fue la producción?
Raúl: Se desmontó el salón de su casa, tiene un piano allí, está un pelín desafinado, desafinamos la guitarra igual que el piano, colocamos microfonía y fue así, piano, guitarra y voz.
Y ¿A la hora de entrar al estudio?
Raúl: Se grabó en directo totalmente, los tres elementos en directo, y se mandó a mezclar así tal cual, como si fuese un directo.
Carla: Sí, lo que se escucha es lo que se escucha.
Raúl:Sí, es un regalo ahí. Personalmente me gusta que haya ese tipo de guiños, porque a veces en la producción no nos permitimos demasiados errores, y el que no haya errores le quita naturalidad a la canción. Como que es demasiado perfecto.
Claro, antes habíais hablado del trabajo artesanal y es un poco ligado a eso, lo artesanal siempre tiene un poco de tara también.
Carla: Por eso en el libreto hay tachones, porque eran tachones de verdad, que quisimos conservar o yo qué sé. O sea, sí que es cierto que como parece que se va a escuchar una y otra vez o se va a ver por la eternidad, tiene que estar perfecto, y nunca hay nada perfecto, y luego aparte, pues que en este caso la producción también se fue un puntito más en lo electrónico, que es lo que veníamos diciendo, y yo no quería que se perdiese tampoco de dónde vienen las canciones reales. O sea, que realmente en mi caso vienen del salón de mi casa, de guitarra y voz, y luego ya toman otra forma, cuando van al estudio de Raúl, pero de primera salen así, como la número 10, entonces, bueno, está ahí por muchos motivos.
Háblanos un poco de, ‘No sé por dónde empezar’, que es una de las mejores del disco, personalmente es mi favorita.
Carla: Pues fue de las primeras en escribirse de esta nueva tirada y yo creo que, aunque conecto con una emoción del pasado cuando escribo la letra, en ese momento me sentía un poco perdida también, pero creo que perdida en el sentido del trabajo del disco y enfocar el álbum en general, y no me compliqué mucho al poner el título, también te digo.
Pero sí que es cierto que luego sí que habla de un momento en el que emocionalmente tienes un batiburrillo y lo que haces es, en vez de estar en el presente o proyectar hacia el futuro, estás como quedándote un poco en el pasado y en cómo fue todo y por qué no fue de otra forma y cómo habría sido… Estás como un poco en ese sentimiento y quieres empezar a reorganizarlo para poder avanzar.
“Ahora enfoco un poco más las decisiones”
Háblanos un poco de la gira. ¿Has dicho que son fechas no cerradas de momento?
Carla: De momento no, o sea, sé que va a haber y habrá. El concierto de presentación de banda fue 2 de mayo. Mañana Madrid y luego sí que de momento confirmado están los festivales de Puerto América y Río Verbena en verano y en el resto realmente estamos trabajando para que haya más fechiñas. Habrá, pero de momento nada que pueda confirmar.
Esperamos igual más en otoño porque al final esto acaba de salir, pero bueno, estoy tranquila porque en 2022 se nos fue mucho la pinza. Hicimos una gira nacional de 25 fechas y fue buscadas todas por mí y donde nos dejasen tocar y aprendimos mucho, yo aprendí mucho.
También llegué a septiembre muy cansada y necesité cómo reconectar un poco con el motivo por el que yo había arrancado con todo esto. Entonces, realmente creo que ahora también, con el apoyo de Esmeralda, de la oficina, estoy un poco más sostenida.
He aprendido mucho también de las decisiones que tomé en esa primera gira, ahora enfoco un poco más las decisiones y pienso en todo lo que conlleva. En el conjunto, entonces… O sea, estoy tranquila, estoy bien, estoy muy contenta y espero que las canciones donde pueda llevarlas las lleve y si puede ser con toda la banda, mejor porque es el formato más difícil y más costoso de mover, pero también el formato más completo donde suenan mejor las canciones. Sí, o sea, para mí no hay término medio: o me llevo a la banda o nos vamos en acústico.
¿Por qué ha surgido un proyecto en solitario?. ¿Por qué un debut solo tú con tu nombre?
Carla: Sinceramente, nunca vi otra opción para hacer música. O sea, o sacaba mis canciones con mi nombre y con mi cara o no las sacaba. O sea, no veía escribiendo dentro de una banda y tomando decisiones sobre mis canciones en conjunto. No sé, igual suena un poco individualista, pero es como que prefiero un poco llevar yo la línea a seguir o un poco el camino, sin depender de… Dependo, pido opinión, me siento muy soportada y muy cuidada, pero sí que es verdad que prefiero que la última decisión dependa solo de mí: la artística o la creativa.
Y una pregunta personal para terminar. ¿Estás leyendo algo ahora en la gira? ¿O qué estás escuchando? ¿Qué escuchas normalmente?
Carla: Pues ahora mismo no estoy leyendo. Lo último que leí, los dos últimos, fueron ‘Las cosas que nos pasan’ precisamente de Guada Guerra, que es la autora del prólogo, que sacó su primera novela hace poquito. Son cinco chicas contando su historia de forma coral y hay una de ellas con la que me identifico mucho que rumia mucho para adentro. Entonces ella todo el tiempo es un diálogo interno.
Cada vez que sale este personaje y me recuerda un poco a como yo escribí este disco. Y luego había leído hace poco, que me marcó bastante, ‘Las gratitudes’ de Delphine de Vigan.
Tengo otro pendiente. Y luego escuchar, pues sinceramente, muy variado. O sea, sí, suelo estar bastante atenta en general a lo que hace la gente, las cosas nuevas que salen.
Intento investigar más allá de novedades viernes. Y, luego, también tengo como los cables a tierra, discos que son de cabecera de los Beatles o de Quique González o… Bueno, mis discos de siempre.
No suelo leer cuando estamos de gira. No me relajo para eso. Leer tiene que ser algo más de mi casa. De mi casa o de la playa, o de algo así.

Lorena M.
Redacción
