Entrevista con Zahara

 

 

ZULOA, su segundo trabajo, es un retrato de la ansiedad contemporánea

 

Tras irrumpir enérgicamente en el panorama nacional con Zerua Orain (2022), Merina Gris retoma su inconfundible violencia catártica en su segundo álbum ZULOA, un impredecible torbellino de electrónica-punk donde sentimientos y géneros se confunden.

Se han bautizado con este disco en Sonido Muchacho y hablamos con Paskal y Julen sobre lo que tienen que decir y expresar en estas nuevas canciones.

 

Lleváis desde el 2020 pero en nuestras páginas va a ser la primera vez. Contadnos un poco de vosotros. ¿Quiénes sois Merina Gris?

Julen: Hacemos música un poco intensa, yo diría que con un poquito de violencia en el sonido, con una visceralidad que nos define mucho. Y buscamos la belleza subjetiva en nuestras canciones. Vamos con la cara tapada y aabamos de sacar nuestro segundo disco.

Lo denomináis como pop violento ¿no?

Es verdad que es algo que dijimos muy al principio y te persigue toda la vida. (risas).

¿Ya no os identificáis con esa definición?

Julen: Sí, bueno, habla en un código pop, pero luego no tiene un sonido hasta ahora conocido como pop. Es verdad que en pocos años ha mutado mucho la cosa fuerte, pero el pop siempre se ha asociado con cosas amigables a nivel sonoro y lo nuestro creemos que, por lo que nos han dicho también, igual es un código pop que busca esa inmediatez pero no es tan popular como el pop.

Habéis colaborado con La M.O.D.A, Delaporte y Hofe. ¿Ha sido por la casualidad, por afinidad o influencias o por qué? ¿Qué os conecta a cada uno de ellos?

Paskal: La M.O.D.A. fue porque iban a tocar ellos en diferentes sitios del Estado español, ¿no? y fue justo cuando iban a tocar en Bilbo cuando nos dijeron de colaborar.
Preparamos una adaptación a un tema suyo y creo que, según nos dijeron, les moló lo que hicimos.

Julen: Yo creo que hay puntos en común, igual más en el concepto que en la forma, pero nos dijeron que les gustaba mucho lo que hacíamos y fue como muy guay. Y luego es que son tan majos… Es gente que se deja la piel.

Hofe no es todo lo contrario, pero es una persona que admiramos mucho también y queremos mucho; una persona que habla mucho nuestro código y además me acuerdo que Hofe en su día nos tiró por Twitter. El germen está sembrado hace mucho.

Y Delaporte, gracias a Cris (de Belako) conocí a Sandra y surgió la ocasión de hacer algo y a ella, además, le hizo mucha ilusión cantar en euskera. Fue guay también. Fue súper fácil.

 

«Hemos avanzado mucho con este segundo disco y nos hemos afianzado, sentar bases es un progreso también»

 

¿Con Belako queréis hacer algo?

Julen: Hemos colaborado también, sí. Es gente súper guay y es gente que empezó con esto, me refiero a que hacían algo igual que aquí no estaba tan enraizado – a nivel de forma también- porque es gente de Mungia y siempre ha escuchado grupos de aquí. En su día, fue un grupo diferente cuando empezó. Y creo que también dieron cierto oxígeno.

Paskal: Para mí también a nivel ambición siendo de Mungia o de Bilbo es un grupo en el que nos hemos inspirado a nivel estrategia, aunque no tienen nada estrategia, no les gusta el tema de la estrategia, pero sí que a nivel de miras para fuera es un grupo en el que nos fijamos mucho por dónde andan por el mundo y cómo entienden la música.

Julen: Han abierto un camino a nivel internacional siendo muy local. Han firmado un precedente para grupos que también nos gusta salir de casa. Mucha gente piensa que su éxito está en que cantan en inglés y eso les hace más internacionales, pero para nada es así. De hecho, me parece mucho más difícil ganar cantando en inglés. Yo creo que también tiene una energía desde el minuto uno, además, porque empezaron muy jóvenes.

Que vuestro primer disco se posicionara en el ranking de mejores discos del 2022 en medios como mondosonoro o Binaural. ¿Cómo lo encajasteis?

Julen: Claro, es super guay. Hay un punto de incredulidad también, ¿eh? Pero bueno, se agradece y es un reconocimiento material a algo que has hecho.

Paskal: Y aparte, creo que en el primer disco partimos de que gente con la que trabajábamos no confiase tanto como nosotros, en lo que estamos haciendo.

Nosotros lo veíamos muy claro, pero hacia fuera sí que sentíamos como que, gente que tendría que estar igual de segura que nosotros, igual no estaba y que estuviese luego en los rankings nos hizo pensar que no estábamos tan locos .Reforzó la creencia que teníamos en nosotros.

Desde el 2022 hasta ahora ¿ha sido progresiva la evolución de de Merina Gris?. ¿Lo habéis notado así?

Julen: Sí, sí, porque además los fantasmas que te vienen antes de sacar un disco una vez hecho es que tuvo una buena explosión. La vida no siempre es subir, pero sí, estamos muy contrariados con eso, creo, en general. Aún así, creo que no puedes tener una segunda primera explosión, hemos avanzado mucho con este segundo disco y nos hemos afianzado. Sentar bases es un progreso también. Y claro, estoy como en plan humilde, pero creo que para mucha gente hemos también tenido esas explosiones.

Yo si que siento como que ha habido una subida con este disco. Sobre todo yo ahora miro el Spotify nuestro y de las 10 más escuchadas 9 son del mismo disco. No nos obsesionamos, nuestras canciones más escuchadas no han dejado de ser escuchadas, pero ya no están en el top ten, o sea, eso es como una prueba.

Es que yo, por ejemplo, personalmente, soy muy inseguro y tener ciertas bases tangibles me viene bien para decir, “tío, que no se te vaya la olla con esto, igual un día malo lo tienes tú, pero ahí está la gente escuchando el disco”. Ese refuerzo material creo que no conviene necesitarlo, pero de momento pues ayuda y nos está ayudando. Sí que notamos que con este segundo disco ha habido otro boom.

PasKal: Creo que parte de esa subida ha sido ponernos en la palestra con Sonido Muchacho en donde nosotros no teníamos hueco. Era una apuesta tanto para ellos como para nosotros porque al final, nosotros somos de Euskal Herria y nuestro territorio es este donde hay un nicho de mercado que es que es muy de aquí, cuando sales fuera no juegas en la misma Liga, o sea, es una diferente.

 

El 21 de marzo vais a estar en París, en La Cigale, con Fermín Muguruza. ¿Cómo estáis? ¿Con miedo, eufóricos, cómo?

Julen: Muy guay, la verdad. Nos lo ofreció diciendo que creía que para la música que hacíamos había gente que podía conectar con nosotros en Francia y en París. Para mí es un plus.

Habéis salido a Europa, pero claro, en París no habéis estado nunca. Es que además La Cigale es un sitio muy emblemático.

Julen: Francia musicalmente es muy difícil de perforar desde fuera. Mi sensación es que cuando un país tiene una escena muy potente local, le cuesta más abrirse a otras escenas, porque bueno, pues eso es lógico. Al final el día tiene 24 horas y estás alimentando tu propia cultura. Entonces, está guay tener esa oportunidad allí. Además, es un público muy melómano

Habladnos de Zuloa ¿Dónde os encontráis como banda en este disco?

Julen: Nos encontramos en el autoconocimiento. Este disco es mucho más compacto porque tenemos más experiencia y más autoconocimiento y porque no siempre igual pasa, pero nos ha pasado que hemos compuesto muy cómodos y muy metidos. Entonces, por eso también es más compacto; y luego adquiere mucho de honestidad y mucho de verdad. Da vértigo, pero la sensación es de satisfacción.

Paskal:. En el primero no sabíamos muy bien, hasta terminar el disco no lo teníamos tan claro.

Hemos hecho estas canciones, que más o menos sí hay un rumbo, pero sin querer, a la hora de componer, creo que ya estamos dando con teclas que eran Merina Gris sin que nosotros lo supiéramos. Aunque lo hayamos hecho de una manera inconsciente, ha reforzado la esencia de Merina Gris el segundo disco.

 

«Ya estamos dando con teclas que eran Merina Gris sin que nosotros lo supiéramos, aunque lo hayamos hecho de una manera inconsciente, ha reforzado la esencia de Merina Gris el segundo disco»

 

¿De dónde partís para componer las melodías?

Julen: Yo, personalmente, estoy siempre pensando, o sea, no es que esté siempre pensando en componer, sino que al final, como hablas de tu vida y como hablas de lo que te pasa, nunca dejas de estar creando entre comillas. Todo te inspira, todo te estimula. Y entonces aplicas la composición a tu día a día.

Paskal: En el libro ‘El Acto de crear’ de Rick Rubin dice que el artista, o sea, el ser artista, es una forma en la que vives, en la que estás en el mundo; es la forma en la que percibes las cosas, en la que piensas.

Julen: Es que el artista es un catalizador. Al final nosotros no hacemos más que una lectura de de la de la vida, de la realidad, de algo en concreto, de algo que ya existe. O sea, normalmente no suele ser crear una canción de neologismos y de conceptos.

Si tú escuchas Zuloa pues hay un duelo. ¿Quién no ha vivido un duelo?. Es como algo súper universal, pero igual lo que hace que la gente conecte es la forma de ver el duelo de Merina Gris, es tener una voz propia, una lectura propia.

Yo no sabía que hablabais de duelo, por ejemplo, porque la melodía como que no transmitía eso.

Paskal: Lo guay es el contraste, ¿no? Si en ‘Triste Dabil Aita’ no tienes la letra puede ser buenrrollero y estás diciendo que tienes miedo a la muerte, que tu padre está jodido y que es una puta mierda porque tienes que ponerte tu a cargo de él o le estás dando el brazo para que te agarre. Me gusta jugar con ese contraste.

Julen: Yo tengo mucha alergia a la redundancia, o sea, es como cuando ves una peli en la escena dramática y ahí entra la música, voy al drama. Creo que al no hacer las cosas tan evidentes son más comestibles y no caen tanto en un cliché.

No es algo que analicemos a posteriori. No decimos “vamos a ir al anticliché”, pero es verdad que yo tengo algo muy cursi en mente y seguramente lo voy a compensar haciendo música más dura de sonido; pero no es algo que que lo haga conscientemente, es una especie de equilibrio que yo encuentro o que encuentra cada uno.

A mí me gustan esas cosas, me gusta, por ejemplo, la gente que es muy agresiva a nivel de aspecto y luego no es para nada así.

Y además, combinan cosas que se complementan muy bien a priori, que pueden ser contradictorias, pero que lo único que hacen es que todo sea más llevadero, que lo violento te lo puedas comer también que lo triste te puedas comer, no sé.

Yo, por ejemplo, he empatizado más con ‘Inteera’, tengo esas influencias al escuchar música.

Paskal: Para nosotros igual, si escuchas todo Merina Gris, ‘Inteera’ sea el bicho raro a nivel de estructura y sonido, pero a la vez fue el tema que salió del tirón en este disco.

 

 

¿Qué queréis transmitir con la actitud con la que salís al escenario? Salís camuflados, vamos a decirlo así.

Julen: Justamente es nuestra identidad ya. En un principio fue un ejercicio de no dejar a la gente que contextualizara y que fuera mucho más puro en la escucha.

Pero ahora es parte de la banda. Es totalmente consciente, o sea, forma parte de la banda y le da su sentido, nos da valentía en el escenario y hasta que nos quitamos la máscara, que siempre hay un punto en el que solo pasa en los directos, te da un confort para poder expresarte.

Paskal: Estaría incómodo si no arrancásemos con máscara.

Lo habéis interiorizado, vamos.

Julen: Es que la propia cara pesa mucho. Yo creo que sin máscara no tienes cara, entonces eres mucho más natural. Parece una paradoja. La cara no deja de ser reflejo de quién eres, pero está tan trabajado y tan estudiado y al ser nuestra herramienta y lo que enseñamos, yo creo que a mí se me hace muy difícil fluir con mi cara, o sea.

El no tener cara me hace estar mucho más tranquilo y seguramente ser mucho más fiel a lo que soy.

Y ya para acabar, ¿ cuál es la razón por la que estáis en la música?

Julen: Yo personalmente porque me hace sentir cosas que nunca he sentido. O sea, es como algo muy orgánico, pero también porque es un. O sea, me puedes. O sea a mí que me gusta mucho hablar como si está viendo esta entrevista, es un o sea, es un sitio donde expresarme y sobre todo un sitio donde la gente me escucha desde lo emocional, poco no tanto, no tanto a nivel palabras que también, pero es un sitio donde expresarte de forma no solo verbal.

Yo me he dado cuenta con este disco, hablando en entrevistas, que desde que soy un niño, siempre he querido que la gente sienta lo mismo que siento yo. No solo lo bueno, pero sobre todo lo bueno.

Me gusta cuando le voy a enseñar música a Paskal se lo enseño estando delante; me gusta probar las cosas con alguien en el sitio. Cuando algo está rico me gusta que alguien lo pruebe y ver su cara, o sea, me llena mucho esa interacción.

El feedback.

Julen: En directo y la música me da eso también tocar música también te da esa especie de feedback instantáneo y de sinergia que me flipa.

Paskal: Para mí es, o sea, es una pieza fundamental. O sea, no creo que mi vida entera gira en torno a la música literal, o sea, si tengo un día libre estoy seguro que escucharé música o que iré a un concierto o que quedaré con Julen y hablaremos de música.

 

Lorena M.

Lorena M.

Redacción

El Perfil de la Tostada