Tres bandas con una ética de trabajo DIY unidas por el post-hardcore y el alt pop sonaron sin precedentes
El subgénero post-hardcore, inicialmente surgido en la época de los años 80 en Chicago, tiene un nicho relativamente pequeño aún dentro de la escena underground española; siendo los ejemplos más notorios los que hubo a finales de los años 1990 o comienzos de los años 2000 con grupos como Aina, No More Lies, A Room With a View y Standstill.
La noche del 28 de septiembre se vivió un espectáculo lacerado de guitarras distorsionadas, riffs repetitivos y «screams» (elementos que el post-hardcore toma prestados del alt rock y postpunk) a cargo de tres bandas locales unidas a este subgénero: .Polar, Memocracia y Noviembre.
El pretexto fue la presentación de Cercovivo, el primer álbum de la banda Noviembre donde han reunido los singles que hasta ahora conocíamos de ellos. El evento, que tuvo lugar en la Sala B, fue testigo de una noche llena de energía y pasión musical.
.Polar, la banda formada en Madrid en 2014 por Alberto Martínez (voz, guitarra), Daniel Martín (guitarra), Álvaro Morote (batería) y Carlos Hendricks (bajista desde 2022), fue la encargada de abrir.
La sala entró en calor con temas, sobre todo, del más reciente trabajo ‘Un Espinar’ (2023) en donde el vocalista de Noviembre salió a acompañar a Alberto Martínez.
La fuerza de este grupo, que también bebe del emo punk, se sustenta sobre todo en guitarras amplificadas llenas de ruido que trasladaron a un directo vibrante como ocurrió cuando le llegó el turno al single ‘Tragaluz’.

Polar
La reconocida banda de Burgos, Memocracia, fue la siguiente en salir en la emocionante velada.
Los asistentes vivieron una experiencia inolvidable, con múltiples pogos y un público entregado que coreaba cada canción, especialmente ‘San Macaro’, tema que ya se puede considerar un himno de la banda. El ambiente reflejó el espíritu del underground y la dedicación de las bandas participantes.
Durante su actuación, Memocracia sorprendió a sus seguidores con una canción inédita que, según anunciaron, solo se podrá escuchar en directo hasta finales de año que será su lanzamiento oficial.
Este gesto exclusivo fue muy apreciado por los fans presentes, quienes pudieron disfrutar de un adelanto del nuevo material de la banda burgalesa.
En un momento conmovedor, por acercarse al final, se hizo un pequeño discurso resaltando la importancia de apoyar a las salas y la filosofía de hacer «bolos por pasión y no por negocio», enfatizando el deseo de llevar este arte a su máxima expresión.

Memocracia
Y, lo que estábamos esperando, finalmente apareció cerca de las diez y media de la noche: los miembros de Noviembre subieron al escenario para desfilar las once canciones reunidas en Cercovivo. Pudimos comprobar que tienen una horda de seguidores muy fervorosa y lo demostraron entre las primeras filas sin perder detalle con sus teléfonos móviles capturando el momento en la eternidad tecnológica.
Fue un concierto muy dinámico, pues no hubo discursos ensayados ni parafernalias entre canción y canción. Fue algo de agradecer porque no nos alejó (al público) de la burbuja y microclima que la banda creó desde las tablas.
Contaron con amigos como VRNM Music (@oni_thrts en Instagram) que subió en ‘Aokigahara’ y toda la Sala B se entregó al sonar ‘Mártir’, sobre la construcción de la identidad a través del dolor, el single que respira ecos del emo americano.
En general, fue una primera toma de contacto con Cercovivo muy estimulante. El debut del cuarteto hace una actualización escalofriante del sonido emo británico de los años 90 y las guitarras chasquearon menos distorsionadas y más limpias que sus predecesoras, ya que Noviembre le pone ojitos al alt rock.
La guturalidad de Raúl López se escuchó fiel al post-hardcore, inyectando la rabia y la frustración requeridas para la voz en temas como ‘Komorebi’ (que tiene un riff repetitivo súper placentero). Y pudimos destacar también la fuerza de David Morán: su batería bombeó sin ser eclipsada en temas como ‘No Siempre’ y ‘Carcosa’.
El concierto en la Sala B sirvió como una celebración de la escena musical independiente, demostrando la unidad y el apoyo mutuo entre bandas. Es esperanzador que haya conciertos de este calibre y que haya una respuesta masiva por parte del público al acudir a ellos porque los engrandece todavía más. Sumando, poco a poco, vamos haciendo. Larga vida a estas tres bandas.

Lorena M.
Redacción

Lucía Poveda
Redacción y Fotografía