Sweethearts (2025)

  • Gringo Star
  • ⭐️ 8/10
  • Dizzybird Records

 

Optimismo esperanzador que esconde un sentimiento agridulce

 

A primeros de mayo, coincidiendo con la salida del disco, comenzaba una gira por toda Norteamérica de la banda de los hermanos Nicholas y Peter Furgiuele. El viernes 23 desplegarán ‘Sweethearts’ en Athens y el 24 de mayo lo harán en Atlanta.

Tendremos que esperar hasta julio para verlos por aquí. Madrid, A Coruña o Badalona son algunas de las ciudades que quieren pisar. Puedes consultar todas las fechas en este enlace.

En esta nueva entrega Gringo Star continúan su exploración de sonidos retro. Es ya conocido su afán por la psicodelia fusionada con garaje rock y surf pop en anteriores trabajos (incluso fueron certeros a la hora de recrear la estética de los años 60 ya por el 2011 con el álbum ‘Count Yer Lucky Stars’) y no se achantan a la hora de enfrentarse a otros géneros musicales demostrando su versatilidad.

Es, precisamente, este octavo disco una vuelta a las referencias de ese sonido rock de los años 60 y un optimismo esperanzador. Tienen una envidiable capacidad innata para las melodías pegadizas que no abandonan tampoco esta vez.

Lo que podemos destacar de ‘Sweethearts’ (Dizzybird Records, 2025) es su elevado nivel técnico: Los de Atlanta juegan con la nostalgia moldeándola en una producción más acabada y arreglos más detallados que antaño para que las 11 canciones suenen a la vez nostálgicas y novedosas. Hay un uso inteligente de delays, cintas y sintetizadores analógicos que ambientan sin opacar las melodías como sucede en mayor medida en la recta final del álbum con ‘A Lonely One’ o ‘Come back Home’ (a la que volveremos).

 

Tras casi dos décadas en la escena indie -comenzaron en el año 2008 con el disco ‘All Y’all’- no suenan repetitivos. Las guitarras, que suelen tener ese toque lo-fi garage tan característico del grupo, aquí suenan más definidas usando el rever de tal forma que crea profundidad sin embarrar el sonido. La batería, con esencia muy retro, no se diluye cuando integran elementos modernos, y el bajo -siempre esencial en el groove de Gringo Star- gana protagonismo tanto en tono como en líneas más melódicas.

La influencia más directa, por encima de las demás, la conocieron mamándola de pequeños. Fue creciendo con espectáculos de Little Stevie Wonder, James Brown, Sam Cooke & the Soul Stirrers, y muchos espectáculos de gospel que su abuelo organizaba. Sin duda, la mejor escuela.

Por ejemplo, la versión de ‘Come Back Home’, grabada originalmente en 1961 por Ricky Nelson ha sido reimaginada por Gringo Star en 2024 para este álbum. Una verdadera delicia que han cuidado de manera especial.

Las transiciones entre canciones denotan una naturalidad apabullante, como si supieran ellas mismas el orden en que tenían que colocarse para no perder el hilo conductor del disco. La esperanzadora ‘Blood Moon’ da la entradilla a ‘Some Things don’t change’ para cambiar de tercio en la desalentada ’I Sleep to Dream’.

 

En este trabajo hay tanta carga dulce como agria sin más descaro que el contar perspectivas subjetivas. Las canciones trasiegan desde la felicidad a la melancolía y el desazón de forma fluida dentro de los lugares comunes que todos conocemos.

Sweethearts es para incondicionales del cuarteto o para quienes quieran pasar media hora larga disfrutando de tiempos pasados.

 

 

Lorena M.

Lorena M.

Redacción

El Perfil de la Tostada