 
			
El grupo burgalés nos habla sobre su evolución musical, la importancia del folklore castellano en su obra y su nuevo álbum ‘La Constancia’, un trabajo más maduro y expansivo
Nacidos en Burgos y con las raíces bien ancladas en la tradición castellana, El Nido se ha convertido en uno de los grupos más interesantes de la escena folk española. Con su segundo disco, La Constancia, la banda presenta una evolución natural hacia un sonido más maduro, electrónico y potente, sin perder la esencia acústica e intimista que les caracteriza. A través de su música, reivindican la riqueza cultural de una tierra «un poco olvidada en cuanto a lo folklórico» y lanzan un mensaje de comunidad en tiempos de individualismo. En esta entrevista, Nacho, Rodrigo, Eneko, Peio y Álvaro nos abren las puertas a su universo musical, donde confluyen la tradición y la modernidad, el arraigo y la expansión.
¿Qué significa para vosotros el folk burgalés en vuestra música y cómo veis la escena en general en España?
Nacho: Bueno, significa mucho. Partimos de Burgos, que es la ciudad que nos acoge y nos da siempre mucho cariño. Define nuestra estética y nuestro discurso. No solo hablamos de Burgos, sino también de Castilla, de la península y de la música tradicional, que marcan la narrativa del grupo, el sonido y el mensaje.
Hoy en día, la escena es muy rica. Hay muchos grupos y proyectos que toman como punto de partida la música de su región. Eso fortalece las propuestas y genera un público fiel. La gente que antes se identificaba con otros estilos como el indie, ahora se interesa más por la música tradicional, por entender qué se cantaba y bailaba en su tierra. Se acercan al hecho de poder bailar una jota, de descubrir por qué sus abuelas cantaban ciertas canciones. Eso es lo más enriquecedor.
La tradición hace que la gente se agarre a la música, al estilo y, dentro de este estilo, ¿cómo creéis que ha sido vuestra evolución musical hasta ‘La Constancia’?
N: Hemos evolucionado, sin duda (risas). Cuando lanzamos nuestro primer disco, Refugios a cielo abierto, estábamos abriéndonos camino. A base de hacer mucha carretera, tocar y conocer otros proyectos, hemos ido creciendo. Sentimos que La Constancia es un disco más maduro, con una evolución en sonido y en temáticas. Tiene más energía y potencia, bebe mucho de la experiencia del directo. Es un disco expansivo, mientras que Refugios era más intimista y acústico. En este nuevo álbum hemos explorado otras sonoridades, y la evolución ha sido natural.
Ahora sentimos que mostramos de verdad nuestra evolución sonora. La Constancia es un disco más trabajado, donde a veces coqueteamos con la esencia de club y con un sonido más eléctrico sin dejar de lado lo acústico. No ha sido un cambio premeditado, sino algo que ha surgido de manera natural, al crecer como músicos y personas.
Es un poco como el poner lo que tenéis encima de la mesa y entregárselo al público.
N: Sí, en este momento sí, sí, sí. En este momento, desde luego. El mostrar como esa evolución también a nivel sonoro. Es un disco un poco más trabajado. Parece que a veces coquetea con la esencia de club en algunas partes coquetea con la esencia un poco más eléctrica, sin dejar de lado lo acústico, que también está. O como lo íntimo. Pero como que tiene cosas más expansivas que el otro, que parecía que era más como tocar todo de cerca y esto es como un poco más así. Pero bueno, nosotros la verdad que estamos felices con esa evolución que ha sido algo natural, no ha sido como algo de “vamos a hacer esto porque tenemos que hacerlo”. Es como nos ha salido, porque al final hemos ido tocando en sitios, hemos ido avanzando como grupo, como personas y nos ha apetecido hacer eso también, naturalmente, e ir hacia otros lugares.
Este disco es el típico que te pones en casa y lo escuchas entero del tirón. Me ha gustado muchísimo.
Eneko: Teníamos muchas ganas de a ver qué opina el público, qué sensaciones le da, porque para nosotros es muy ilusionante haber trabajado tanto, haber probado sonidos, hacer cosas que no habíamos hecho antes, y estamos muy expectantes de la acogida.
¿Qué mensaje queréis transmitir con el disco?
R: El disco gira en torno a la comunidad. Queremos compartir nuestra visión del mundo y transmitir un mensaje de unión, de centrarnos en lo que nos une en vez de en lo que nos separa. La clave está en hacer comunidad y fortalecer lo que tenemos en común, sin dejar de lado nuestras diferencias. En un momento en el que parece que todo tiende a separarnos, queremos enfocarnos en lo que nos acerca.
Qué chulo. ¿Habéis dudado en añadir alguna canción al disco?
N: Mientras que en el otro disco tuvimos todo mucho más claro y grabamos la preselección de temas que habíamos hecho, esta vez hicimos una con más temas y muchas dudas de qué meter y qué no. Alguno se quedó fuera. Igual sale en otro momento en una cara B o lo que sea. Tampoco sabemos por qué exactamente. Queríamos escuchar el disco de forma global y ver qué es lo que mejor le sentaba para que estuviera equilibrado, o al menos a nuestro gusto.
¿Teníais alguna limitación? En cuanto a “no queremos hacer más de 10 canciones”, por ejemplo.
R: No. De hecho, la versión física tiene dos temas extra. No queríamos limitarnos. Nos apetecía hacer un disco más largo, pero seleccionamos cuidadosamente los diez temas principales. Tener material de sobra también es guay porque te permite ir sacándolo poco a poco.
Sí, además, justo el detalle que decías de los dos temas en físico, a mí es algo que me encanta. Los discos que siempre tienen temas en físico, no sé por qué, pero siempre son mis favoritos.
N: Pues sí, mola el rollo de añadir esos dos al físico. También le da como un valor guapo, sí.
Álvaro: Sí, es una forma de recompensar a toda la gente que viene a vernos en directo y apuesta por ese formato.
Y, además, el promover que compren tu material en físico, ya sea vinilo o merchandising.
R: Y tener el disco también como una pieza. Puesto que lo vas a tener muy fácil y accesible en plataformas digitales, pues que quien lo compre en vivo tenga una fotito, un par de canciones extra… un detallito.
Con esto se nota que se cuida al público y eso mola. ¿En este trabajo habéis añadido algún instrumento con el que no hubieseis trabajado anteriormente?
E: Más que alguno.
R: Al igual que algunas canciones se caen, se tienen que caer algunos instrumentos como los secadores y las quijadas por mera… En ‘Refugios a cielo abierto’ metimos una quijada que no hemos podido meter esta vez porque se rompió en la grabación de Refugios.
N: Hay una azada grabada, un hulusi, un buzuki griego.
E: Un micro de AliExpress.
N: Ah sí, y unas burbujas.
Peio: Todas las pedaleras y sonidos.
R: Hemos procesado el sonido propio de nuestros instrumentos con algunas pedaleras, sintetizadores, para lograr un sonido un poco más actual, electrónico, pero sin perder la esencia que veníamos trabajando.
Yo creo, según me contáis, que es un disco para sentarse, ponerse a escucharlo y fijarse en cada elemento, porque, al final, todo junto le va a dar un sonido, pero a lo mejor si te fijas sacas cosas nuevas.
N: Sí, hay mucha grasa por ahí, en algunas canciones. Hay unas canciones con muchas capas y detalles escondidos. Sí, es muy bonito.
R: Es muy bonito cómo intentamos generar esa potencia, esa redondez en el sonido, y luego desgranar cuáles son los elementos que aportan eso.
Si tuvieseis que elegir una canción que fuese vuestra carta de presentación de este trabajo, ¿cuál sería?
N: Ahora mismo como canción que puede ser muy visceral y llamar más la atención, ‘De corazón’. porque tiene una energía muy potente y además cuenta con Rozalén, lo que le da aún más fuerza. Sin embargo, dentro del disco hay otras canciones con una energía diferente, incluso más oscura.
¿Cuál creéis que vais a disfrutar más en directo?
P: ‘Los amores’.
N: ‘Los amores’ cien por cien. Es el tema que en el disco suena guapo, está muy chulo, pero, de repente, cuando lo tocas en directo, sube muchísimo. Es mágico. De repente, hay canciones que, cuando las grabas y luego las vas a tocar, no suenan igual, tienes que esforzarte mucho en replicarlas en que puedan subir tanto. Pero otras canciones están un peldaño por encima en directo. No sé, porque no lo hacemos muy diferente.
La tocamos con muchas percusiones, pero no lleva más elementos. No llevaba muchas guitarras ni nada. Son dos panderos, una lata de pimentón, una pandereta y una mandola. Y eso va como un tiro, no sé por qué. Ese tema, en directo, va a ser un momento perfecto para que te pegues un buen viaje.
Continuando con los directos, ¿va a haber alguna sorpresa como cuando baja vais a cantar ‘El castañero’?
P: Sí, cien por cien.
N: De hecho, por ahí va a haber grasa. De hecho, habrá más, pero depende de los bolos, ya sabes que no siempre en todos los sitios puedes hacer todo, pero, vamos, bajar a cantar al público es algo que es una seña de identidad para nosotros. Además, nos retrotrae mucho a esa energía de plaza, de comunidad, de baile, de hacer la fila, de bailar jota. Es muy importante para nosotros porque forma parte de la esencia del grupo. Pero también es como el punto de inflexión en un concierto en el que dices «esta gente me ha venido a cantar su movida, pero también a contar lo que se hacía antiguamente». Y eso es lo que se hacía, sin trampa ni cartón. Se cantaba y se bailaba así.
¿Hay algún lugar donde gustaría presentar el álbum en especial?
N: La verdad es que tenemos suerte porque vamos a pisar muchísimos sitios. Arrancamos en Burgos y arrancar en casa es muy fundamental para nosotros. Y vamos a pisar casi toda la península. Vamos a ir a festis, cosa que nunca pensamos que fuera a suceder. Vamos a sitios muy guapos como Sonorama o Crüilla. Pero un sueños sería salir fuera porque, al final, estamos haciendo una música que parte de nuestra tierra, cuyo folklore está un poco olvidado. Y parece que la imagen de España en cuanto a lo folklórico es otra y hay muchas identidades en nuestro país que se reafirman a través de su cultura. 
Pero parece que nuestra tierra se queda un poco atrás y salir a tocar fuera también es una forma de decir “joe, es que esto también se canta en nuestra tierra, es que esto se hace”. Para nosotros sería muy especial mostrar fuera que hay mucha más música, que también amplía la riqueza que tiene el país. Nos gustaría tocar en Francia, Marruecos, México o Japón.
Por último, tanto que estamos hablando de Burgos, si este nuevo trabajo fuese algo típico de allí, ¿qué sería?
N: A ver, vamos a abrir un melón, El Nido es igual a comer. Si dices algo típico de Burgos… Hombre, hay cosas típicas en Burgos que no son comida, pero claro, nosotros solo pensamos en eso. No vamos a decir Morcilla pero sí tortas de Medina. Somos muy fans de una pastelería que se llama Dieste, que es muy tradicional. Es como de toda la vida y hace unos hojaldres y todo… Es un desfase.
Patatas de Eloy Acero también podría ser. En Burgos hay mucho producto de calidad top. Pero decimos tortas de Medina y chevaliers.
(Risas) Pues qué rico todo. Esta era ya la última pregunta. Muchas gracias.
R: Qué bien, acabar con el postre siempre está bien.
N: (Risas) Eso es, muchas gracias.

Lucía Poveda
Redacción y Fotografía
