Zahara en Gijón. / Oscar Lafox Fotógrafo

 

Los catalanes son conocidos por celebrar las navidades con tradiciones inamovibles, como aporrear un tronco para que cague regalos o petar el concierto de Mishima en el Apolo para cerrar el año

Ya son varias las ediciones que lleva protagonizando el grupo de Barcelona en las vigilias de los festines navideños.

Lejos de serpentinas o gorros de Papá Noel, la banda se dedicó a desvelar los deseos que habían escrito en sus cartas los asistentes al evento. Repasaron los temas más icónicos, tirando de cartera vintage. Desde un dulce ‘Cert, clar i breu’ del álbum Trucar a Casa Recollir les fotos Pagar la multa, que pronto cumplirá dos décadas, a ‘Cotó’, ’Un lloc que no recordi’ o ‘Sé que ets tu’ de L’aigua clara, su disco más reciente.

 

El cantante David Carabén, que estuvo menos hablador que de costumbre, confesó que se sentía un privilegiado por volver a hacer de músico. El artista lleva los últimos meses centrado en el mundo audiovisual como presentador del programa Nou Clam en la televisión catalana, pero las ganas de escenario lo reclamaban.

En el primero de los dos conciertos que tenía el grupo agendado en la ciudad condal no faltaron temas como ‘Una sola manera’ o ‘Menteix la primavera’, de Ara i res, ‘La vella ferida’, ‘Els vespres verds’ o ‘Els crits’, de L’amor feliç, que llevaron a que el público coreara “Carabén presidente”.

Al poco de empezar el evento, se pusieron las pilas empalmando ‘Tornaràs a tremolar’ con el clásico ‘La forma d’un sentit’, como aperitivo al único villancico de la noche: ‘El pollastre de la nit de Nadal’, recién salido del horno. El tema, que comparten con Mariona Aupí, solo lo habían tocado en los conciertos de Tarragona y Lleida, y, como la gente no venía preparada para la novedad, repartieron chuletas con la letra para que todos pudiéramos entonarla.

Fue despegar el ‘Guspira, estel o carícia’ y empezar los bailoteos a ritmo de los focos, seguidos por la concatenación de ‘Llavors tu, simplement’, ‘Ossos dins d’una caixa’ y ‘La tarda esclata’, como banda sonora de los míticos saltitos a pata coja del cantante mientras toca la guitarra.

 

El líder de la banda reflexionaba que hay canciones que hace muchos años que tocan, pero se han encarnado en nosotros y cada día tienen más sentido.

El público enloqueció con temas que los han acompañado toda la vida. Mishima tiene la capacidad de crear letras para cada momento vital por el que cualquiera puede estar pasando, como ‘Qui més estima’, que activó los palmeros o un ‘Mai més’ que alargaron infinito, dándolo todo hasta los últimos acordes.

‘L’olor de la nit’ de Ordre i Aventura empezó al ritmo de la banda sonora de Pretty Woman, para dar paso a las notas countries típicas del tema y al clímax de la orgía musical que cerraría la primera parte del espectáculo.

Tras un breve respiro, pusieron el broche compuesto por ‘No obeir’, cuyos coros usábamos antaño para exigir los bises, la deliciosa ’Un tros de fang’, los aullidos de ‘Tot torna a començar’ y la recomendación de coger ‘El camí més llarg’ para volver a casa.

La gira navideña continuará en la sala Jerusalem de Valencia el 21 de diciembre, en l’Antic Molí de Ulldecona el 22, en Teatre de Lloseta de Mallorca el 27 y en La Mirona de Salt, en Girona, el 28.

Sònia

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Redacción