Cien Galgos huele a muchas noches escuchando a Pom Poko, Parquet Courts o Alvvays
A finales de agosto empezaron los brochazos azules en la casa de tres paredes de Cien Galgos. Una casa vacía, reciclada (sus componentes no nacieron ayer en esto de la música) y con olor a limpio, donde pretenden caber 100 canciones.
Esta estética cuidada tiene el nombre de artistas emergentes como el tatuador argentino Pablo Casal, quien se encargó del diseño de las camisetas, una ilustración que transmite familiaridad y valentía; y por la fotógrafa valenciana María Muñoz, quien captó la esencia de la banda.
Cien Galgos es también una estampida canina por un prado pardo, una queja lanzada al aire por el simple hecho de poder hacerlo, una carcajada que suena a hierro. Ruido y melodía conformado por los ex miembros de Meseta: Samuel Escribano (guitarra y voz), Manolo Sánchez (batería) y Alba Pla (bajo). Además, Alba y Samuel se encuentran en proyectos paralelos: CV-500 y Mateo morral, respectivamente.
De aquel quinteto manchego-valenciano, que germinaba en 2021, en el que cohabitaban sonidos noise, surf, indie o synth, solamente han permanecido ráfagas del indie, pues la nueva apuesta de estos tres amigos corretea hacia el lado del alt rock, art punk o incluso el garage, siempre generando su propio balance sonoro; o esa es la apuesta que ponen encima de la mesa con su primer single: ‘Espero Poder’.
Se trata del primer tema que compusieron y, como tal, contiene toda la energía y la potencia de los comienzos. Pasado y futuro se entremezclan para dar origen a un presente de dudas. Está escrito y compuesto por Cien Galgos en València, grabada y mezclada por Jorge Martí en Río Bravo, y masterizada por Enrique Soriano.
El 18 de septiembre lo lanzan al mundo, pero, si no puedes más con la espera, este domingo en Capitán Demo Paula Quintana lo estrenará en exclusiva. Sintoniza Radio3 a partir de las 14h.
Tal y como ellos mismos defienden el tema, se trata de un estallido que nace desde la esperanza del querer y la energía del cambio. Solo el movimiento legitima el punto de partida.
Lorena M.
Redacción