Tow Truck Jesus(2024)
- Superfan
- ⭐️ 9/10
- Superfan
‘Tow Truck Jesus’ muestra a Flanagan con su voz asentándose en un registro más grave
Nettwerk, el sello discográfico de música alternativa, nos sorprendía a los que escribimos en este blog con el primer disco de Kali Flanagan, quien artísticamente ha querido ser conocido como Superfan.
No hay que ser demasiado avispado para darse cuenta que al abrir ‘Tow Truck Jesus’ y escuchar cortes como ‘Navy Blue’ nos encontramos ante una revelación.
Parece que Flanagan ha hecho esto durante toda su vida, la melodía que impregna el álbum tiene alma viejoven, con unos matices en la producción propios de un quinto o sexto álbum. Las guitarras pesan el paso del tiempo. La madurez en las composiciones es asombrosa si nos ponemos a pensar en los 19 años de este multi instrumentista y productor en ciernes.
Sin embargo, Kali Flanagan solamente posee un EP anterior como background discográfico. ‘Circles’ (2021) tiene por título y, ya desde este comienzo, el artista afincado en L.A. nos daba pistas de hacia dónde quería llevar su sonido al producir mano a mano con Miro Mackie (The Neighbourhood, St. Vincent, Wallows).
Encuadrándose en el marco del indie-rock, ha seguido por esa senda en ‘Tow Truck Jesus’ (suerte de título referido a una broma interna que tienen su padre y él bromeando acerca de que cuando se levanta el enganche de una grúa, se parece a una cruz), aunque con cambios significativos: se ha decantado esta vez por el productor Gabriel Wax (Soccer Mommy, Adrianne Lenker) y ha optado por limitarse a un solo instrumento durante la fase de composición y construir las canciones gradualmente.
El frágil aspecto de Flanagan, de silueta tenue y huesuda, contrasta con la intencionalidad de las letras de su debut -donde describe con crudeza el dolor- siendo muy consciente de su lugar en el mundo, como estando de vuelta de todo y advirtiéndonos del peligro; algo que es inusual, a nivel letrístico, para su corta edad, que hace que nos tomemos muy en serio esta puesta en escena en forma de once canciones.
La clave del disco son las reflexiones personales que Flanagan gorma sin miramientos. My occupation’s a reason to hide my true feelings / That I am trapped in my body canta en ‘When you come to L.A.’ rodeada de su voz y su guitarra como protagonistas absolutos, a pesar de estar resguardado por su banda en los directos.
Estas reflexiones parten de contar valientemente la historia de su propia mayoría de edad. Una a una, el tracklist repasa recuerdos y vivencias que parecen tener carácter biográfico por la cantidad de detalles que afloran.
Cuando llegamos a ‘Over Under’, la tercera de la lista, esa especie de faro iluminador con notas de guitarra más optimistas y ráfagas de luz dispersas en la voz púber de Flanagan, nos encontramos rendidos a este disco. Y que aún queda mucho camino por descubrir enciende nuestro mood disfrutón.
Juega con la distorsión en ‘Sewn Up and Handsome’ saliéndole bien el trazo grueso en esas notas de su guitarra eléctrica acompañadas por una base de batería envolvente.
Repite la jugada en ‘Twilight Living’, pero exagerándolo con graves para, a continuación, cambiar radicalmente y llegar a sacar magia de dentro de una guitarra acústica en ‘You Desire in Food’ y ‘Intwilbtmicai’ dos acopios de sentimentalismo que nos instalan en la cabeza de Flanagan sin preguntarnos si queríamos estar ahí.
En estas piezas minimalistas es donde las estructuras compositivas son más complejas al hablar del amor.
‘75 Germany’ es otra pieza de museo. Si nos fijamos en el violín atemporal e invernal que aparece traslúcido y la base pop que sostiene el tema es como si Sarah McLachlan le hubiese visitado en sueños e inspirado.
Y es que en la recta final predomina el tono acústico de mediados de los 90 principios de los 2000 dejando como último verso el profético ‘Everybody rides alone’ de la hiper pegadiza ‘Everybody rides the Carousel’.
Así concluye el primer trabajo de larga duración, denso y desnudo, de este cantante, compositor, multi instrumentista y productor que ha empezado un largo camino con el foco puesto en su espalda. Tardó dos otoños (de 2022 y 2023) en escribir y completarlo. Poético.
Lorena M.
Redacción