La escena emergente madrileña sigue teniendo buen pulso con bandas como Charkito y Kinøpsia
Ser talento emergente hoy en día (no ha cambiado mucho la cosa desde los años 90) es tarea ardua y un camino de espinas dificultoso si quieres estar recorriendo salas del país chupándote kilómetros de carretera y enseñando lo mejor que sabes hacer: música.
Los concursos de bandas son buen zoom, ganes o no (preguntárselo a Los Planetas), para que la tuya no esté tan solo en el limbo de las salas de ensayo.
El viernes 21 de junio, dos bandas surgidas de La Elipa Rock 2023, concurso que apuesta por la música joven desde hace ya catorce ediciones, repartieron buen rock en la sala Starving del madrileño barrio de El Pilar. Hicieron sold out, yeah.
Los dos grupos eran Charkito, que recientemente pasaron por nuestro Tostatest, y Kinøpsia, banda cuyos miembros son: Lourdes (voz principal y letrista), Ibai (guitarra de acompañamiento), Pablo (bajista), Dani (guitarra solista y productor) y Carlos (batería). Todos ponen su granito de arena en la composición instrumental. Surgido hace apenas un año, ya tienen un EP y un sencillo en su haber.
Con un inexplicable retraso por parte de la sala, a las nueve y media saltaron al escenario Charkito, nerviosos pero resueltos en su cuita.
Comenzaron el setlist con una fórmula casi de verbena veraniega con ‘Chache Jorge’ y la flamenco-rumba ‘Todo es posible en Quintana’, que era una velada admiración por el grupo de los hermanos Muñoz.
Tuvieron a todo el público en el bolsillo: haciendo pogos en ‘Charkito, deja abierto algún garito’, coreando su último lanzamiento ‘Moderno’, una rumba pop que exhibió el peldaño subido en cuanto a calidad de letra y sonido más trabajado, que en directo se escuchó con una calidad exquisita.
Es un grupo que supo dominar los tiempos y repartir en el momento adecuado las dosis de cachondeo y euforia con momentos de relax en ‘Prom’ y ‘Kiero’ -su solo de guitarra no tenía nada que envidiar a los de Robe Iniesta-.
Uno de los momentos más divertidos fue cuando, en ‘Amarna’, Gonzalo salió a cantar con una peluca pelirroja para luego lanzarla al público, ganándoselo en este temazo rock en donde la guitarra rítmica tuvo el protagonismo.
Se echó de menos el single ‘Lo que Nos une es Mucho Más’, pero, se echaron un buen rato de versiones de corte pop indie (para sorpresa de la menda lerenda, fan de Julieta Venegas) comenzando por ‘Pienso en Aquella Tarde’, de Pereza (¿hay algún grupo que no versione a esta banda?), ‘Me Voy’, de Venegas, ‘Moriría por Vos’, de Amaral; hasta Modestia Aparte aparecieron con sus cosas de la edad; y hubo pogo en ‘Si Quieres’ de Cariño – una impresionante muestra del virtuosismo de este cuarteto llevándose a su terreno punk un tema tan dispar-.
Normal que no quisiéramos que se bajaran del escenario, por lo que hicieron bis y terminaron dejando las cosas fáciles a Kinøpsia con el público arribísima.
Ataviados con una sintonía cromática propia de bandas ya consagradas como Green Day (a los que versionaron, por cierto), los madrileños Kinøpsia pisaban el escenario de la Starving sin bascular. Una carismática Lourdes contagió a toda la sala con su vibrante e incombustible energía.
Quisieron calentar motores con dos de los temas de su primer EP homónimo: ‘Malasaña Independiente’ (punk a todo trapo cantado en español) y ‘What Remains’ (potente a medio camino entre rock y metal con momentos sublimes de cambios de ritmo, solo de guitarra y riffs).
Son, precisamente, estos tres elementos los que caracterizan el sonido de este grupo, junto a la personalísima voz de Lourdes, y una batería engalanada con la pericia de la nueva incorporación de Kinøpsia: Carlos, que se estrenaba esa misma noche marcándose un solo de batería épico, muy de escena de la película Whiplash.
‘La Playa de Madrid’, con mensaje directo a Pedro Sánchez incluído, donde Pablo se lució al bajo; y ‘Más o Menos Bien’ fueron las siguientes aportaciones. Dos temas que arrancan con medios tiempos para avanzar hacia una amalgama de sonidos que desembocan en pura diversión sobre el escenario.
‘Broken Chorus’ rozó el electrizante sonido conseguido en el estudio de grabación. Es uno de los temas claves, junto a ‘What Remains’, si quieres empezar a descubrir a esta banda emergente. Nos atrapó en su baile de notas, cuyos arreglos instrumentales en la producción se ejecutaron de forma impecable ahí arriba, todo lo impecable que el sonido de la propia sala permitió, pues es una canción que ganaría en otras condiciones ambientales.
Dejaron para el final puro rock and roll: la feminista ‘Akelarre’, donde se puso de manifiesto la habilidad como letrista de Lourdes, fue un estruendo de guitarras distorsionadas y batería implacable que enfervorizó al público; y ‘Todo se Andará’, inédito single que tocaron por primera vez, que sigue la línea rock-metal que han iniciado.
Hubo tiempo para versiones, pues aún no tienen un repertorio propio para llenar la hora de concierto, y, tiraron de influencias: Mäneskin, Green Day, Muse, Foo Fighters, Rage Against the Machine y los Red Hot.
Ibai y Dani demostraron el dominio de sus guitarras en ‘Plug in Baby’, o ‘Holiday’, era hipnótico el movimiento de sus dedos en las cuerdas; y muy notable también fue la versión que hicieron de ‘La Paura del Buio’, que dio para algún que otro pogo.
Se nota el background musical de cada uno de ellos, pues pudieron defender estos éxitos con solvencia.
En definitiva, una noche vibrante en la que se les vio a ambos grupos súper cómodos casi (¿o sin el casi?) entre amigos y que, desde nuestro pequeño medio, nos gusta apoyar y formar parte de sus inicios ¡Recomendación tostada, tostis!
Lorena M.
Redacción