El artista catalán ha lanzado, junto a The Seasicks, su último disco «The Tales of AI Bizarre Metaverse Club»
El álbum está compuesto por 8 canciones sobre lo analógico y la esencia de la creatividad en un mundo donde la inteligencia artificial va ganando posiciones. Para saber más sobre lo que hay detrás de esta obra maestra, hemos charlado con el cantante.
Empezamos por el principio: ¿Quién es Joan Queralt?
Joan Queralt soy yo, pero me gusta hablar de mi mismo en tercera persona, y las personas que lo hacen me generan desconfianza (ríe). Empecé desde muy pequeño a tocar la guitarra y cuando vi el videoclip de ‘Smells like Teen Spirit’ de Nirvana decidí que quería ser guitarrista o batería. Me considero músico, una persona inquieta que le gusta salir de la zona de confort continuamente y no estancarme. Espero que los trabajos que he ido sacando muestren esta inquietud.
Si no voy equivocada, hace poco más de 10 años que empezaste tu trayectoria musical. ¿Cómo has evolucionado hasta día de hoy desde que empezaste?
Empecé hace diez años lo que es el cantar, pero sí que antes tocaba como guitarrista y batería en diferentes proyectos. Di el paso de hacer mis propias canciones y cantar, que era un reto para mi. Sí que una de las evoluciones que he visto es a nivel vocal del primer disco a éste. Tengo más recursos y conozco mejor el instrumento, y también he conseguido, sobre todo con la voz, ir sintiéndome cómodo con el estilo de música que me gusta desde desde que empecé: el rock, influencias de los 90’s y demás.
Al principio cuando planteé el proyecto sí que tenía idea de hacer canciones más rockeras pero me parecían casi plagios de Soundgarden o Pearl Jam. Lo que hice entonces fue ir al lado acústico y explorar sonidos más folk pero con ese background que tengo más roquero. Esto a la crítica le generó bastante curiosidad, porque es una especie de folk distinto, y poco a poco fui labrándome camino y probando cosas nuevas. Estoy en una época en la que me siento muy cómodo como cantante e incluso como frontman, en los conciertos los disfruto mucho.
Con esta evolución llegó el momento de juntarte con The Seasicks. ¿Cómo empezó este camino junto a ellos?
Fue muy natural porque cuando saqué el primer disco lo hice en solitario y empezaron a pasar cosas que no esperábamos, como que festivales quisieran que fuera a tocar. Entonces la propuesta que tenía era solo y llevaba percusiones, pero hacía de hombre orquestra. Como veía que había más recursos hablé con Miranda, que es el productor del disco, colega de toda la vida y con el que he tocado en mil bandas. Le dije vente y me acompañas, y cada vez vimos que tenía muchas posibilidades como grupo y busqué bajista y batería. Al principio íbamos en plan trío hasta que fuimos consolidando e hicimos un formato de 4:2 guitarras, bajo y batería.
Sobre este último trabajo que habéis lanzado, ¿En qué momento decidís poneros manos a la obra?
Este trabajo fue muy espontáneo, así como lo fue el tema del disco. En verano tenía apalabrado sacar algo para 2024, y ya llevábamos algunos conciertos encima, habíamos tocado repertorio antiguo y habíamos estrenado un par de singles. En el local hicimos jam sessions y empezaron a salir temas. Teníamos muchísimos más en pre-producción pero al final nos decantamos por los ocho que forman parte del disco. Ha sido súper espontáneo, todo el mundo ha participado, lo que es realmente ser un grupo.
Hay mucha química y me siento como si tuviera 15 años y fuera al local a ensayar con mis colegas. Esta sensación de libertad, todo el mundo se divierte y las opiniones valen lo mismo vengan de quien sea. También estamos en una fase de tranquilidad y agradecimiento en general, y eso hace que haya este entorno.
¿Qué relación tenéis con la inteligencia artificial y el metaverso? ¿De dónde viene este título tan abstracto, normalmente poco relacionado con el sector de la música?
Relación la misma que cualquier otra persona. La temática del disco surge cuando Chat GPT y todas estas aplicaciones salen a escena. Entonces es un poco contra el cuñadismo de que lo que puede hacer todo. Hay un revuelo a nivel social de que esto va a ser la medicina para todo y de alguna manera empieza a haber gente que dice ha hecho una canción con estilo de Linkin Park con Chat GPT o unas ilustraciones alucinantes, pero cuando las analizas ves fallos, y es normal.
Soy un fiel defensor de la tecnología, pero creo que hay cosas que es muy difícil que las pueda hacer y ahí entra todo lo creativo, lo original, porque ahí necesitas tener unos sentimientos para poder crear. Por mucho que alimentes una máquina, no los va a tener, porque una máquina no es humana. Esto que nos hace estar bien, mal o sentir compasión es lo que nos hace escribir libros, plantear películas, hacer canciones o dibujar.
La diseñadora del disco me dijo que las herramientas de inteligencia artificial son incapaces de reproducir una mano tal y como es. La mano es el símbolo de la ejecución de la creatividad, es lo que nos ha permitido evolucionar. Estas herramientas crean manos de 6 dedos, manos amorfas y es curioso, y de ahí sale la idea de la portada del disco. Este universo y las letras del álbum hablan de este tema desde un punto de vista apocalíptico, de lo que es la IA y las consecuencias que pensamos que puede tener. La portada no es fruto de la inteligencia artificial, imita pero es una ilustración hecha por Ligia, y es un escenario que se creó de cosas completamente amorfas.
Tu discografía es predominantemente en inglés. ¿Te has planteado introducir el catalán o el castellano?
Alguna vez sí, de hecho tenía ganas de escribir alguna letra en catalán, pero me cuesta horrores, y eso que es mi lengua materna. Es curioso pero es porque mis padres son super fans de los Beatles, y desde pequeño en casa los escuchaba y cantaba las canciones aún sin saber inglés. Luego ya cuando empecé a tomármelo en serio, estaba todo el día con Nirvana, Soundgarden, Pearl Jam, Janis Joplin o Jimi Hendrix, que son referentes de música en inglés, y cuando empecé a escribir canciones me salían de manera natural así. No lo descarto porque soy un amante de los idiomas y cuantos más pueda hablar, mejor. Si voy a Euskadi y tenemos un concierto ahí intento hablar todo lo que pueda en euskera. Si voy a Francia, lo mismo pero en francés. No lo descarto y lo he intentado, pero me costaba demasiado y el resultado no me parecía de la misma calidad como cuando lo hago en inglés.
No hay un fin comercial, de hecho si pensara en salidas cantaría en castellano o catalán, porque hay un circuito brutal. Productores y mánagers me han dicho que si esto lo hiciera en catalán lo petaba, pero no me interesa este concepto. Si lo hiciera por pasta no estaría haciendo este estilo de música, lo haría solo si me sale de dentro, no pensando en fines comerciales, porque ya lo desvirtúa 100%.
Recientemente habéis presentado en directo The Tales of AI Bizarre Metaverse Club. ¿Cómo lo ha recibido el público?
Pues super bien. De momento hemos hecho un par de conciertos, en mayo hemos ido más fuertes y tenemos varias cosas cerradas y bastantes por cerrar. Nos sorprendió porque en el último concierto que hicimos había bastante gente que se sabía canciones nuevas. Para nosotros lo que esperamos es poder estar muchos meses visitando mil rincones, presentando el disco, conociendo gente y disfrutar. Al final somos músicos de directo, que es lo más nos gusta hacer, por lo que cuantas más oportunidades tengamos más felices seremos.
Girona Madrid Badalona, … tenéis varios conciertos a la vista. ¿Cómo afrontáis estos próximos meses?
Estamos en medio de la promo, que siempre es un periodo guay, porque vas haciendo entrevistas como esta, vas hablando y vas creyendo más en lo que has hecho. Al final nos hacéis preguntas que nos hace replantearnos lo que hicimos hace unos meses en el estudio. También estamos viendo posibilidades de conciertos, planeando otoño, invierno e incluso verano del año que viene. Es una época que a mi me encanta, porque quiere decir que van pasando cosas y habrá posibilidades de hacer lo que nos gusta y esperamos que sea lo más largo posible.
Sònia S.
Redacción