Andrea presentó ‘Éxodo’ muy emocionada y agradecida
Lo venía anunciando hace semanas desde sus redes sociales, el 9 de mayo pisaría Madrid la gira de ‘Éxodo’, el título del último trabajo de la imparable Andrea Santiago. En la céntrica sala Cadavra nos dio cita a las 20:30h y poco a poco, el pasillo hacia el escenario de aquella sala se fue llenando de caras conocidas que repetían experiencia y de caras nuevas (como la mía) expectantes por ver lo que iba a suceder allí.
Y, tras un vaivén entrando y saliendo del escenario por parte de algunos miembros de su banda, por fin salió a enfrentarse al público rodeada de sus músicos de confianza: Borja Muerza (batería y productor), Miguel Tiberio (teclado), Nacho Muerza (guitarra) y Javier Induráin (bajo) de los que dijo sentirse muy orgullosa.
Desplegó casi todo su último trabajo en un setlist donde quiso acordarse de algunas canciones más longevas.
‘Éxodo’ es un testimonio de aceptación y movimiento constante, en donde la pamplonica se libera y deja ir todo aquello que llevaba tiempo lastrando y no dejaba continuar.
En este último trabajo apreciamos un vaso comunicante con su anterior trabajo ‘Prenderle Fuego a Todo’ (2022) en cuanto a que el estilo alternativo de aquel álbum permanece en ‘Éxodo’ y lo fusiona con nuevas exploraciones en la electrónica y hasta en el rock progresivo (influencia o no de Nacho, a quien hizo un guiño mencionando que éste tenía un proyecto paralelo de progresivo).
Esta continuidad y fusión se ve muy clara en el directo a la hora de tocar temas como ‘El Rayo’, ‘Hasta el Límite’ (sin que pudiera estar acompañada por la otra voz de Sara Zozaya), o ‘Fantasmagoría’.
Plasmar al directo la capa adicional de profundidad y textura, que aporta la banda de la que se ha rodeado Andrea, es una experiencia sensorial muy emocionante.
El directo engrandece un sonido inmersivo en algunos de los tramos por ese recorrido del éxodo hacia la re conexión que nos propone Santiago. Así, emulando su álbum, comenzó con ‘Cruzar’ y ‘Al Otro Lado’, donde desató una fuerza sobrecogedora.
Las canciones vibraron en una sintonía perfecta entre los instrumentos de cuerda.
La guitarra de Andrea se movía ágil y enérgica en ‘Materia Viva’, la que cerró la noche, o en ‘Pierdo la Señal’, materializando ese constante movimiento que predica el álbum y que en boca de la propia artista es «hasta ninguna parte, solo moverse«.
La producción de Juanma Latorre es siempre un regalo al que hay que aferrarse con toda la fuerza del mundo. Su mano tiene una impronta muy notoria desde casi el primer arpegio.
La magia se creó cuando él subió al escenario para acompañar a los teclados a Santiago e interpretar ‘Una’.
Fue EL MOMENTO de la noche, sin duda. La canción creció a medida que pasaban los minutos y traspasó el escenario. Solamente por escuchar esta canción en directo merece la pena acudir a un concierto de Andrea.
Igualmente, Yoly Saa hizo lo propio en el tema que comparten juntas: ‘Las Bestias que me Acompañan’, del anterior trabajo de Andrea, donde las dos voces compactaron muy bien.
Otras canciones que se asomaron y que no pertenecen a ‘Éxodo’ fueron ‘Pulmón’ (una de las más importantes del anterior disco) o ´Luces a Quemarropa’, en las que demostró el instrumento tan bonito que tiene en la garganta.
Presentó en primicia el single que esa misma madrugada salía a la luz: ‘Elegía’. Fue precioso verla en el escenario solamente con su guitarra (no había dado tiempo a ensayarlo con banda).
En esta canción regresa a una raíz más orgánica e intimista, por eso quizá esta vez la producción corrió a cuenta de ella y su compañero Borja Muerza.
Después de tantas emociones había sitio para una más. ‘Cuando todo estaba dormido’ es un tema que pertenecerá al siguiente proyecto de Andrea y siguió en orden a ‘Elegía’, con Andrea sola a la guitarra también. Esta vez, también sigue la temática de avanzar en el camino y reencontrarse con ella misma.
Nos movimos, soltamos todo y continuamos avanzando después de escuchar a la querida Andrea Santiago, quien en 2019 se echó a la espalda un proyecto personal folk-rock que ha crecido hacia lugares cómodos, siendo tan natural y espontáneo como ella. Con su último disco emociona hasta decir basta.
Fue una una noche en la que dio todo lo que prometió y más. La gira continúa el 15 de junio en el festival Rockmántico (Cabanillas) y el 21 de julio en Roncal. No os la perdáis si tenéis oportunidad.
Lorena M.
Redacción