La nueva cantautora alicantina defendió sus canciones con una actitud envidiable
Sound Isidro arrancó su décima edición este mes de abril y nos alegramos de ver caras emergentes entre los 111 artistas que están repartidos hasta en 20 salas diferentes de la capital hasta el mes de junio.
Una de ellas es Candela Gómez, quien rebosa talento como letrista y compone sus canciones con un peculiar estilo con Billie Eilish u Olivia Rodrigo como referentes.
Pese a su corta edad, sus letras son espejos de vivencias que han dejado una huella profunda en su alma y quiere que, como la ayudaron a ella, también ayude a quien las escuche. Por eso traslada sus canciones de su habitación a nuestra habitación.
Detallista a más no poder, en el showcase que ofreció para unos pocos afortunados el día anterior a la presentación de su EP ‘Colirio’ en la Sala El Sol, nos ofreció una cajita con una serie de artículos y un papel que contenía un manual para llorar. Las canciones de Candela se lloran. Puedes llorar con ‘Colirio’ porque en él está Candela en su forma más sincera y sensible.
Las cinco composiciones ahondan en las preocupaciones, el primer desamor, o la ansiedad propios de una adolescencia que adolece de la toxicidad de las relaciones de ahora.
En Spotify tiene casi 300.000 oyentes mensuales. Es una cifra muy positiva si subrayamos que la carrera de la alicantina acaba, como quien dice, de despegar ya que su primera composición ‘No es que No te Quiera’ data de 2022. En este sencillo ya asomaba su capacidad innata para componer canciones.
Noelia Hernández abrió la noche con su poderosísima voz y traspasó el escenario con su sensibilidad a flor de piel. Para ella supuso algo muy grande poder tocar en Sala Sol teloneando a Candela Gómez, pues era su primer concierto en un entorno así.
Cantó el tema que lanzó escasas 24 horas antes: ‘Salir de la Ciudad’, una canción lenta con la única compañía del sonido del piano, muy sentida. En Instagram aparece como @_noeliamusic (si queréis seguirla).
Minutos después Candela nos daba las buenas noches al ritmo de ‘Es combate?’, ese limbo inestable entre una amistad y una relación amorosa que juega con sonidos ambientales.
La producción de Fernando Boix se llevó al directo consiguiendo que sonase a ese pop roto, como lo denomina Candela.
Recibió entusiasmada y nerviosa la fecha del concierto de anoche, pues tenía muchas ganas de presentar su último trabajo en forma de EP.
Lo hizo con su banda, que resaltó por un sonido sólido apoyado sobre todo en la guitarra de Miguel (del grupo pop Mentira), que completaba las tonalidades de la gibson de Candela.
El folk y el cottagecore los toma prestados esta cantautora para crear un ambiente apacible, siendo el segundo de ellos el común denominador en la mayoría de las composiciones de ‘Colirio’.
Así lo vemos en ‘Papel de Fumar’, con la que despidió la noche, ‘No es que No te Quiera’, y ‘Suéltame’, última canción que compuso para el EP y por la que siente un amor-odio al haberla compuesto desde el rencor.
Con ella logró cautivar a los que nos encontrábamos frente al escenario, llegando incluso a la emoción.
Ya nos anticipó que quería que llorásemos mucho durante la velada.
La parte más rockera de la noche se produjo al comienzo con ‘Nunca Seré como Ellas’, ‘Mejores Amigos’ (la colaboración que sacó el año pasado con Paula Koops, quien salió al escenario en una noche tan especial para acompañar a su amiga, que revolucionó al público), y ‘Metanoia’.
La que también arrancó las ganas de bailar fue la canción con más groove del EP: ‘Te lanzás vos?’, una de la que más coordinadas y limpias en directo.
Lo que predomina en la música de esta artista de dieciocho años es una sensación de melancolía, calma y hogar.
Es así que la mayoría de su repertorio vibró entre medios tiempos y baladas acústicas como ‘Ojalá esto Sintieras’, un tema al que precede una intro con la dulce voz de Candela grabada en una cassette, que logró que toda la sala Sol estuviese contenida en un silencio muy emocionante al admirarla totalmente sola en el escenario.
Mateo Bello e Ismael Zazo fueron los otros artistas invitados.
Con el primero cantó a dúo ‘Fuentes de Ortiz’ de Ed Maverick, canción en la línea del pop roto de la alicantina.
Zazo, quien tiene el título profesional de viola y ha hecho cursos de piano, le acompañó con sendos instrumentos creando, si cabe, un ambiente más íntimo que el que ya se había generado en la primera media hora del concierto al interpretar ‘Nos Desconozco’, ‘TU MANTA’ de Milo J. y ‘También lloras’.
En esta última Candela se rompió teniendo que parar y recuperarse después de la ovación que recibió del público.
Y es que son muchas emociones personales las que pone al servicio de su música catártica y curativa.
‘Amores de Cuchillo’, una personal pieza que bebe del grunge con ese sonido sin limpiar las guitarras del todo y una letra directísima, fue un punto de inflexión para abrir el tercer acto del concierto encaminado al inevitable final.
La propuesta de Candela es fresca y ella, salvia nueva que pisa fuerte el escenario.
En ella vive una mezcla de grunge y pop muy particular y sabe dónde quiere estar a juzgar por sus palabras: «tengo muy claro que la música para mi es un proceso de autocuración y no hay mejor forma de hacerlo que escribiendo canciones y subiéndome a los escenarios».
Se despidió no sin antes decir que el día 9 de abril estará firmando discos en la tienda de vinilos Marilians (Madrid).
Lorena M.
Redacción