Bigott es el nombre artístico del zaragozano Borja Laudo. Comenzó su carrera musical con el proyecto Comedienne y luego colaboró con varias bandas zaragozanas, incluyendo Tachenko, Big City y La Costa Brava, grupo para el cual llegó a protagonizar un videoclip (‘Adoro las pijas de mi ciudad’). Nada sorprendente en un artista para el que el aspecto visual tiene gran importancia.
Su estilo musical es una mezcolanza de varios y cuesta encuadrarlo en una corriente concreta. A él le gusta variar y hacer lo que le pide el cuerpo. Es un proyecto personal y, a la vez, una banda, como nos deja claro al enfrentarse a las preguntas de El Perfil de la Tostada. Es un espíritu libre al que no se puede aplicar ninguna etiqueta. Digamos que hace rock con guitarras… aunque a veces experimente con otras cosas.
Tiene una personalidad singular, genuina, gracias a la cual ha alcanzado una posición muy respetada dentro del panorama alternativo nacional, aunque su ubicación sea relativamente discreta. Probablemente él mismo desconozca cómo le ven en el sector y le importe menos aún.
Esta semana ha publicado su último trabajo, ‘Back to nowhere’, que ha venido precedido de dos adelantos: el animado ‘Painting colors’ y el flamante sencillo homónimo al título del disco. Ese el motivo, mejor que ninguno, para esta entrevista.
Estamos viviendo la era del single y, sin embargo, Bigott sigue publicando álbumes con una cadencia elevada ¿Dónde encuentras la motivación? ¿A qué dificultades se enfrenta?
Imagino que es porque nunca he estado dentro de ninguna moda, era de singles o como lo quieras llamar. La industria musical tiene unas normas; yo debí faltar a esa clase. La motivación esta bien, pero si no va acompañada de trabajo y talento, se convierte en una clase de acuagym, eso sí, rodeada de gente muy motivada.
Hablando de la composición y del proceso creativo en el estudio, ¿Cómo ha cambiado la escritura de canciones con el tiempo? ¿Cómo es la dinámica de colaboración entre los músicos?
Mi proceso creativo es encerrarme durante el tiempo que necesite en el local; grabar miles de cosas que luego no servirán para nada en concreto, pero sí me sirven para ir profundizando mas en el proceso. Es como bucear: cuanto más bajo, más puras están las canciones. Una vez que he pescado la idea, la subo a la superficie y la banda la cocina.
‘Painting colors’ es un álbum en el que encontramos alguna que otra sorpresa. Para ser un grupo conocido por sus guitarras, aparece un tema, ‘Vanilla Flash’, de corte electrónico ¿es un camino a explorar? ¿cómo crees que encaja en el mundo musical de Bigott?
‘Vanilla fish’ apareció en medio de la grabación como una idea progresiva que poco a poco se fue convirtiendo en una canción al mas puro estilo de la fies [sic] (que dirían en valencia). Si pusieran esa canción en las discotecas, yo iría.
Es este un trabajo menos oscuro que el anterior ‘Dedicated to none’ ¿qué experiencias vitales o de otros artistas han influido?
Dedicated to none es un disco atmosférico sin base rítmica; más oscuro como dices tú; con arreglos abstractos… Back to nowhere vino con mucha energía desde el principio y simplemente me dejé llevar.
Las influencias de otros artistas son inevitables: me guían en el camino que ellos ya han andado, pero mas que una influencia en particular, es el conjunto de todo. Es mejor si no separas.
Las canciones de Bigott se caracterizan por tener una duración muy corta, propia del punk, y conforman discos de entre 20 y 30 minutos de duración. ¿No has pensado nunca en desarrollarla un poco más? ¿Temes que el oyente se canse?
No le tengo miedo a nada. Antes igual un poco a la muerte, pero desde que me enteré de que no había nacido, todo se relajó bastante.
Simplemente las veo como canciones. No las juzgo. No pienso en si tendrían que durar mas o menos …. Sintetizo lo que realmente vale de ese tema para que sea «catchi» [sic]
El arte visual que acompaña la música es muy distintivo. ¿Cómo es la colaboración con los diferentes artistas visuales para crear esa estética única? ¿Qué grado de libertad les concedes?
Les digo como quiero que lo hagan y ellos lo hacen. Son profesionales y ponen a mi disposición todas sus capacidades. ¿Soy un tirano?
Ahora sólo me entiendo con Clarín. Tiene una esquizofrenia maravillosa, así que es como tener todo un equipo de creativos. Solo trabajo con los mejores.
Borja, tu presencia en el escenario es muy carismática. ¿Cómo te preparas mentalmente para cada actuación? ¿Tenéis algún ritual previo antes de subir al escenario?
Es que no separo estar en un escenario a estar fuera de él. La preparación es igual que para la vida: estar atento y vivir en el ahora.
No tenemos ningún ritual para salir a tocar. Cada uno tiene su espacio: uno se echa un peta, el otro pasea, alguien hace caca. No sé, lo normal … Pero sí que se mantiene la concentración todo el tiempo, hagas lo que hagas.
A estas alturas del partido ¿Qué tiene Bigott de proyecto personal y qué tiene de banda?
Bigott es un proyecto personal respaldado por una banda magnífica que respetan y me siguen en todos los chaladuras que les meto. No frenan, ni bloquean, ni buscan protagonismo. Vamos todos en busca de la canción. Todo lo demás nos la suda 12.
Yago Hernández
Redacción