El grupo capitaneado por James Mercer es indispensable para todo buen indie
Desde ‘Oh Inverted World’ hasta ‘Heartworms’ la carrera de The Shins ha sido digna de pertenecer a uno de los grupos mejor asentados en el lado indie de la industria musical. Han tenido errores, sí, aciertos, también y una prometedora carrera que James Mercer supo apuntalar hacia lo alto cuando comenzó como proyecto paralelo en 1996.
En 2004 el actor Zac Braff saltó a la silla de director y dirigió, escribió y protagonizó una de las joyas del cine independiente que se ha convertido en película de culto: ‘Garden State’. De la cabeza de Braff salieron ideas para nada costumbristas que plasmaron un universo de imágenes maravilloso que se nos ha quedado en la retina a quien hemos visto esa película.
Braff es fan de The Shins y quiso que estuviesen en su película tal como contó en la entrevista para Splice Wire: “Cuando entregué el guion, lo hice con un CD de toda la música que quería poner en la película y, de nuevo, nunca pensamos que obtendríamos toda esa música. Pero poco a poco, escribí a las bandas y les mostramos escenas de la película, una por una — Coldplay, Simon and Garfunkel, Nick Drake, The Shins — todos empezaron a decir que sí, y armamos esta increíble banda sonora”.
Dos de las canciones de ‘Oh Inverted World’, el álbum que vio la luz en 2001, estaban en ese CD de Braff. The Shins, Natalie Portman y Zac Braff están unidos a ‘New Slang’ para siempre como si de un cordón umbilical sin cortar se tratase. A James Mercer le cambió realmente la vida. The Shins estaban en el mapa.
‘New Slang’ y ‘Caring is Creepy’ son grandes canciones pero no hay que olvidarse del cómputo final del resto del álbum. ‘One by One all day’, ‘Press in a Book’ o ‘Girl on the Wing’ son sólo algunos ejemplos del potencial de The Shins en sus comienzos.
‘Chutes too Narrow’ (2003) fue un muy buen competidor de su antecesor. Si nos fijamos en los datos dados por Wikipedia, el segundo álbum de The Shins ha sido confirmado como uno de los álbumes más vendidos de la productora Sub Pop, posicionándose por delante de ‘Oh Inverted World’ en el puesto 47 en la lista Top 100 de los mejores álbumes de 2000 – 2004 de Pitchfork Media.
Siguen con los riffs psicodélicos pero la variación viene, además tener una letra más variada, de dotarlo de un sonido más guitarrero. Es un álbum imprescindible para todo aquel que escuche indie-pop. Todas, absolutamente todas las canciones tienen un porqué y ninguna sobra en sus treinta minutos de montaje. Por destacar, destacaremos ‘Kissing the Lipless’ que abre el disco, y ‘Saint Simon’ con el violín de Annemarie Ruljancich.
Hay otro salto de otros tres años para el lanzamiento del siguiente álbum de la banda de Portland. ‘Wincing the Night Away’ (2007), último que realizan con Sub Pop. Es el álbum más diverso y experimental de la banda y contiene desde lazos de hip-hop hasta folk psicodélico hawaiano. ‘Phantom Limb’ es, quizá, la canción que más sigue la estela de su predecesoras, con unos arreglos de guitarra super pulcros y letra y melodía ya marca de la casa con ese medio tempo. ‘
‘Sleeping Lessons’ plasma la dificultad de Mercer por conciliar el sueño y lo hace a base de poner buena cara al insomnio con unas notas para bailar sin complejos. Es un álbum súper fácil de escuchar, casi todos los temas, por no decir todos, entran a la primera escucha y muy propicio para ponértelo un domingo por la tarde sin prisa porque venga el lunes con la alarma punzante del despertador.
En 2012 lanzan ‘Port of Morrow’. The Shins han llegado hasta aquí con varios cambios en la banda (miembros que vienen y se van), propiciados en parte por el deseo de Mercer de trabajar con gente diferente. Es en este álbum en donde Jessica Dobson sube y, de momento, no ha abandonado el barco. Es la frontwoman del grupo estadounidense Deep Sea Diver (abrimos paréntesis para marcarnos una recomendación a quienes todavía no les hayan descubierto), la cual estuvo en la gira mundial de ‘Port of Morrow’ y se acopló sin ninguna dificultad al ritmo de The Shins.
‘Simple Song’ serviría como carta de presentación de este trabajo más personal, y podría decirse que el más maduro de toda su carrera. Las letras sugieren haber conseguido una nueva profundidad en temas como los miedos, el amor o la amistad, e inspirados en la propia vida de Mercer (su paternidad y algún episodio traumático de su infancia). Destacan ‘The Rifle Spiral’, la ya nombrada ‘Simple Song’ o la que da título al disco.
Y llegamos a ‘Heartworms’ (2017), el menos lineal y el que en cierta forma cojea un poco en el resultado final. Es un disco donde la muerte está muy presente teniendo en ‘Mildenhall’ un agradable recuerdo de ‘New Slang’. Un año más tarde lanzaron su, hasta la fecha, último disco ‘The Worms’s Heart’ en dónde las canciones de ‘Heartworms’ se invierten: las canciones lentas se vuelven rápidas, las rápidas se vuelven lentas, el pop se vuelve rock y el rock se vuelve disco. Sin duda algo sugestivamente diferente de escuchar.
No aparecen atisbos de nuevo material por la red. Su Instagram últimamente contiene merchandising e información de su gira rememorando su álbum debut ya que en 2021 reeditaron ‘Oh Inverted World’ por su 20 aniversario y Mercer dijo ésto acerca de él: “Este disco me dio la vida que nunca soñé que tendría. Me abrió al mundo entero y me dio validez. También es algo que representa un pináculo para nuestra banda. Lanzas ese primer disco y está muy bien acogido, pero creo que siempre estás tratando de recuperar esa magia. Lo hemos hecho bien, ciertamente, pero el fervor que sucedió alrededor de Oh, Inverted World nunca lo volvimos a alcanzar. Es un momento especial cuando eres una banda nueva y tienes lo que aparentemente era un sonido nuevo. Este disco simbolizó un momento muy especial en mi vida, un momento decisivo sin duda.”
Destacamos también que entre ‘Wincing the Night Away’ y ‘Port of Morrow’, Mercer se enrola en otro proyecto paralelo llamado Broken Bells junto a Brian Burton. Tienen tres discos en el mercado donde el último de ellos llevan influencias desde The Beatles hasta Pink Floyd.
En 2021, en una entrevista del Dallas Observer, Mercer hace un apunte reflexivo a colación del boom que obtuvieron tras aparecer en Garden State y lo que esto influyó en su siguiente álbum ‘Wincing the Night Away’: «Cuando te haces grande al principio de tu carrera, a los hipsters a los que les gustabas antes ya no les gustas. Piensan que saltaste al tiburón. Es una sensación extraña porque sientes que has perdido una cierta parte de la audiencia que antes era fundamental para tu éxito. Tuvimos éxito, pero no estábamos captando el tipo de entusiasmo, éramos demasiado grandes para los hipsters. Es una situación divertida».
Lorena M.
Redacción