Varonas

Jazz, tango y poesía en una jornada irrepetible del festival avilesino Fifty-Fifty

La jornada del sábado del Fifty-Fifty Festival de Avilés que ensalza el jazz y la poesía fue tan emocionante como prometía con la irrupción por primera vez en la ciudad de Pedro Guerra. Una ocasión muy especial tanto para el artista como para el público asistente ya que recuperó su espectáculo ‘La palabra en el aire’ ex profeso para esta cita en Asturias donde naciera el poeta. «Qué mejor sitio que éste para recordarlo», confesó.

El disco que firmaron al alimón Guerra y González en 2003 es un patrimonio artístico que ha quedado por siempre grabado, y gracias a Pedro Guerra fue posible revivir cada verso de su compañero ya fallecido vistiendo de música las palabras de su amigo en un concierto que le permitió interpretar temas que hacía años que no tocaba, como ‘Estos poemas’, ‘Así nunca volvió a ser’, ‘Me he quedado sin pulso y sin aliento’, ‘Mientras existas’ o ‘Por aquí pasa un río’, muestras imperecederas del talento del asturiano.

Guerra y González se conocieron en este templo musical dado en llamarse Libertad 8 que, desde Madrid, vertebró una amistad que desembocaría en una colaboración estrecha entre ambos materializada en dicho trabajo. No sabría definir ‘La palabra en el aire’ como meramente un disco. Poesía cantada, antología de poemas, testamento musical, guiños de un poeta a la música (como en ‘Vals del atardecer’ o ‘Tango de madrugada’): un trabajo magnífico que es todo eso y aún más.

El disfrute de tamaño regalo en directo aun se multiplicó ya que Pedro Guerra también interpretó canciones «de ayer y de siempre» de su propia cosecha. No en vano, el artista canario ha sido nominado para los Premios Latin Grammy con su álbum ‘El viaje’ (2022); un trabajo que debería haber salido en 2020 y, como tantos otros planes, truncó la peor parte de la pandemia.

Así, sonaron excelsas ‘Cuando tú no estás’ (una canción con su ídolo Silvio Rodríguez), ‘Se enamoró de un río’ (inspirada en la Ilíada, donde los ríos están personificados como dioses) y otros grandes temas ampliamente conocidos como son ‘Debajo del puente’, ‘Ofrenda’ (sobre el día de los muertos en México, una experiencia que al canario le causó una honda impresión) o la canción ‘El viaje’, que pertenecía a su disco ’30 años’ y que decidió no solo recuperar sino convertir en el eje de un nuevo álbum: «Quizá hacemos un proyecto y no llegamos a él, pero el impulso de hacerlo nos lleva a vivir el verdadero viaje de nuestra vida».

Sería imposible resaltar un momento más emocionante que otro en un concierto que, por definición, estaba condenado a acabar embargado por la emoción. Ya al final del recital, sonaron ‘Deseo’ o ‘El marido de la peluquera’ (para muchos, la puerta de entrada a Pedro Guerra fue ese magnífico trabajo llamado ‘Golosinas’ del que no pocos nos enamoramos). ‘Contamíname’ y ‘A veces, en octubre, es lo que pasa’ (poema de Ángel González) cerraron un evento de los que dejan sabor a irrepetibles e inolvidables.

El nuevo tango

La siguiente actuación de la jornada corrió a cargo del ensemble formado por Antía Couto (piano), Alexey León (saxo soprano / flauta travesera), haciendo el papel tradicional del bandoneón, y Paco Liván (orador) con la participación de los bailarines de Tango Brujo y acercó al público al mundo del tango a través de la obra de Piazzolla y su relación con la vida y obra de Borges. Piazzolla es conocido por revolucionar el tango al incorporar elementos del jazz y música clásica, creando el denominado ‘nuevo tango’. Como todo movimiento vanguardista, cosechó tanto loas como críticas, siendo mejor recibido en Europa y Estados Unidos que en su país natal, Argentina.

Entre pieza y pieza, sembraron detalles del contexto de las distintas composiciones que igualmente dejaban claro el genio de Borges y Piazzola como su ego, lo que provocó más de un roce en sus colaboraciones. La famosa ‘Libertango’, ‘Adiós Nonino’ (dedicada a su padre tras su fallecimiento), las ‘Estaciones porteñas’ (en clara alusión a Vivaldi, incorporando elementos de la música clásica) o ‘El tango’ fueron sonando durante el recital salpicados de versos del poeta argentino:

«Aunque la daga hostil o esa otra daga,
el tiempo, los perdieron en el fango,
hoy, más allá del tiempo y de la aciaga
muerte, esos muertos viven en el tango».

Para finalizar el concierto, invitaron al público a unirse al coro de ‘Tango negro’, obra de Juan Carlos Cáceres que explora las influencias africanas del tango, característica que comparten muchas de las músicas de Latinoamérica debido al comercio de esclavos.

Rocío García

Rocío García

Redacción

Nestor Alles

Nestor Alles

Redacción