Mundos inmóviles derrumbándose (2022)

  • Nacho Vegas
  • ⭐️ 9/10
  • Oso Polita Records

Este álbum es el resultado de enfrentarse a una dimensión nueva de tristeza

Si hablamos de Nacho Vegas hablamos de una de las voces más importantes de la música alternativa de este país. Ex miembro de Manta Ray, Eliminator Jr y Migala, inició su camino en solitario con el disco ‘Actos Inexplicables‘, publicado por Limbo Starr en 2001. Por aquel entonces ya escribía sobre sus miedos, desengaños, fracasos, recuerdos y algún momento alegre puntual. Las letras de este cantautor se meten en nuestro interior y rascan como una cucharilla en una pared creando hueco.

De sobra es conocido su carácter introvertido, vive solo desde hace muchos años en un piso pequeño de Gijón porque no quiere renunciar a su independencia. Su vida es tranquila, no se complica. Sin embargo, el 2021 le saludó con un ánimo más apagado (el artista ha negado que tuviera depresión como tal tras la entrevista que le hizo El País) que lo mantuvo lejos de su Gijón natal: “Nunca me había visto obligado a tener que irme de Gijón, pero esta vez había algo opresivo en quedarme allí”.

Confiesa que el confinamiento no le afectó, pero que la hostia vino después: “Por primera vez, no podía estar en mi casa y me pesaba escribir de mi propia soledad. Pensé: ‘Tengo 46 años, destrocé todas mis relaciones, no tengo perro y solo sé hacer canciones y ahora parece que ni eso. Qué cojones he hecho con mi vida”. Para Nacho suponía enfrentarse a una dimensión nueva de tristeza.

Con este panorama encima se refugió en una casita de Ortiguera y empezó a escribir lo que ya es una realidad: ‘Mundos Inmóviles Derrumbándose’, 9 canciones que no se alejan de provocarnos emociones ya vividas con sus anteriores trabajos pero esta vez utilizando una punta de lápiz más áspera y afilada sobre el papel en blanco, letras que describen sin artificios la tristeza insondable, el mundo complejo de este cantautor que habla sobre la muerte, la soledad o la amistad con una franqueza tan brutal que abruma.

En este disco no aparecen dos de los integrantes de León Benavente y reconoce que si hubiese trabajado con Abraham Boba el sonido de ‘Mundos Inmóviles Derrumbándose’ sería distinto. ‘Violética’ fue la última colaboración entre ellos. Sin embargo, se ha rodeado de otros autores como Joseba Irazoki, Juliane Heinemann y Hans Laguna y nuevamente repite en la producción con Oso Polita.

La apertura del disco te saca de la realidad que hay frente a ti, los sonidos épicos de los primeros compases de ‘Belart‘ ya anuncian la calidad del disco. Es aquí dónde aparece la primera colaboración de la mano de Musergo. En Belart, Nacho llora a una amiga que se quitó la vida con apenas 34 años: “Se ha desplazado tu propio dolor y en su lugar algo inmenso” en el que es imposible no empatizar.

Del poso que deja ‘Belart’ pasamos a otro escenario, con un compás al piano que invita a moverse. Primer single y segunda colaboración (la de Mancha E’ Plátano) en ‘La flor de la manzana‘, la melodía casi festiva contrasta con una letra crítica y mordaz contra las bases del status quo en el que vivimos inmersos.

Si escuchamos ‘El don de la ternura‘ reconocemos al Nacho de discos anteriores, su voz se torna más cálida en esta balada. El verso “Desde mi oculto rincón” es una clara referencia a esa necesidad de desaparecer después de colapsar a principios de 2021.

El mundo en torno a ti‘ puede describir una relación imposible de asumir, donde parece que todo se derrumba y no tiene futuro, envuelta en vaivenes emocionales donde solamente en el último verso aparece algo de luz: “Yo casi siempre estaré allí”.

En ‘La séptima ola’, el de Gijón se retroalimenta de nuevo en el dolor, la soledad y la autoflagelación a las que nos tiene acostumbrados y desde donde ha encontrado inspiración para este álbum: “A lo lejos ya florecen los cerezos y aún así cien veces y más, vuelvo a ti”. Mención especial para los violines que hacen aún más hermosa la letra.

Y llegamos a una de las canciones clave. La muerte de nuevo asoma en el disco “Miradlo ahora brillando igual que estrella en diez mil cielos”. ‘Ramón In‘ es un ejercicio de honestidad brutal en donde vomita recuerdos vividos al lado de su amigo fallecido, incluso de carácter sexual, y nos hace cómplices del dolor que sintió tras la pérdida y cómo sobrellevó el duelo. “Hablar de la muerte es hablar de la vida” dijo en una entrevista reciente.

Con ‘La noche nunca acaba‘ hay tiempo para reflexionar sobre el arrepentimiento, las decisiones mal tomadas, las relaciones dejadas… Una balada que se deja escuchar camino ya de la recta final del disco. En ‘Big Church‘ vuelve a aparecer colaboración, esta vez es el Coru Antifascista Al Altu La Lleva. Es otra canción reivindicativa donde afirma que el capitalismo ha entrado en fase de implosión definiéndola como canción panfleto bomba.

La última pieza que compone estos mundos inmóviles, que Nacho tenía guardados y han madurado durante la pandemia aún perenne, es la canción cantada en asturiano ‘Un principiu de crueldá‘. Acertadísimo dejándola para el final, pues nos sumerge en una calma acogedora.

Me di cuenta que para ese complejo que tenía de mal cantante, se pueden encontrar millones de posibilidades; es cuestión de encontrar ese lugar donde te sientes cómodo y en el que puedes expresar, usar la voz de una manera que te salga más de las entrañas” confesó en Público. Esa es la clave y la verdad de Nacho Vegas, que sale de las entrañas todo lo que convierte en melodía y voz. Y este disco está hecho desde esas entrañas.

Lorena M.

Lorena M.

Redacción