Chica Sobresalto. / Andrea Bagheera

La música es una segunda piel para Maialen (Chica Sobresalto). En su último disco, ‘Sinapsis’ (2021) se atrevió a hablar de neurotransmisores aun cuando recelaba del mundo científico por considerarlo demasiado frío. Por el camino, ha descubierto (y nosotros con ella) que las reacciones más viscerales no pierden un ápice de poesía porque puedan ser explicadas de forma objetiva. Melatonina, dopamina u oxitocina han dejado de ser meras hormonas para expresar emociones que andaban escasas de palabras con las que describirlas. Todo ello gracias a sus canciones.

Quienes pretenden reducir a Chica Sobresalto a una voz bonita y una juventud naif (palabra que odia con razón) se sorprenderán al ver que es una auténtica guerrillera de la música, con las cosas muy claras y sin miedo a alejarse del ruido, síntoma de una madurez envidiable. 

Recientemente has sacado el EP ‘Retales’ con algunos descartes de tu último disco. ¿Qué te ha motivado a publicarlas finalmente? ¿Y cuál fue la razón de que se quedaran fuera antes? ¿Fue una decisión comercial para no alargar el LP más allá de diez canciones o para guardar la línea temática sobre neurotransmisores y ciencia en general?

No, todo viene de que queríamos poder regalar algo a la gente que siempre está ahí haciendo los “priseifs”, comprando los formatos físicos… Y qué mejor regalo que canciones, o trocitos de canciones, que es a lo que nos dedicamos. Luego de pronto me dio pena que se quedaran en el olvido y decidimos juntarlas y hacer un pequeño EP. En Chica Sobresalto intentamos fluir, organizamos, pero también fluimos e intentamos hacerlo todo con mucho corazón y todo el respeto y agradecimiento posible a la gente que nos sigue.

Personalmente, creo que ‘Fusión del Núcleo’ es una canción tan pegadiza que no se puede escuchar una sola vez, algo que no se puede explicar pero que cuando ocurre es pura magia. ¿Qué temas te provocan la misma sensación? ¿Crees que hay una fórmula para conseguir que una canción remueva tanto?

Ahora recientemente me acaba de pasar con “Happier Than Ever” enterito, no sabría decirte cuántas veces he podido escucharlo. No creo que haya una fórmula, esto puede ocurrir por distintos motivos. En el caso de ‘Fusión’, creo que tanto la melodía, como la estructura, como la armonía sencilla de la canción, ayudan a que sea más escuchable que muchas otras del disco quizás. Aun así, yo he tenido canciones en bucle que quizás no seguían ninguno de estos patrones igual más comerciales.

Lo que veo que tienen en común, o lo que hace que te quieras quedar a vivir, es que te hace sentir cosas. Creo que es más fácil hacer sentir cosas cuando tú las sientes, cuando la canción se impregna de una movida, que no será la que otras personas sientan exactamente, pero será la suya, será su canción. Mi sueño es salir en una serie y que alguien se case con una canción de Chica Sobresalto, ¡ja ja!

De las canciones de ‘Retales’ hay una que es nueva, ‘Basandere’. ¿La compusiste recientemente? En tus redes sociales mencionas que llevas un año sin terminar una letra.

‘Basandere’ fue una propuesta de turismo de Navarra. Yo me cagué de miedo porque nunca había compuesto por encargo, me daban un plazo de tiempo mínimo y tenía que montar yo todo el cotarro. Así que dije que no. Pero cometí un error, contárselo a mi amigo Diego de Veintiuno. Me convenció de hacer la canción y me ayudó a componerla, a jugar con la armonía para darle más luz. De hecho él le puso nombre a la canción. Si no fuera por él no existiría. Fue mi primera vez componiendo con otra persona y mi primera vez haciendo una canción por encargo. Me flipa ‘Basandere’, mi tierra bruja.

Claro, si contamos ‘Basandere’, no llevaba un año sin terminar una canción ¡ja ja! Ya he hecho otra que me flipa y tengo un concepto genial, soy una dramática. No sé vivir sin el subidón de terminar una canción. Podría vivir sin conciertos (mal), pero sin componer no.

También dejaste la cuenta de Twitter para «desintoxicarte». ¿Encuentras más incomunicación en estas plataformas que en el tú a tú? ¿Imaginas cómo habría sido tu carrera musical antes de la existencia de las redes sociales? ¿Crees que esa cercanía con el público trae más contras que pros?

Twitter me parece un error. Da miedo escribir, da miedo equivocarse, y esto es un gran error porque cuando erramos es cuando aprendemos, porque vivimos en comunidad para aprender unas de otras, para crecer juntas y mejorar como especie. Pero esto no ocurre, hay muchas personas sedientas de ego y protagonismo esperando a que alguien la cague para escribir el tuit más dañino y tirarlo a ver si se hace viral.

Cuando ocurre algo, la gente ya está opinando mientras ocurre. Quiero decir, que no hay un tiempo de reflexión, te exigen tu opinión y si no la das se la inventan. La gente tiene una vida, vivimos con mucha ansiedad, no nos conocemos de nada porque no nos miramos a los ojos. Yo de pronto no pude enfrentarme a ello y dije: “Para qué”. Eso ya no es música, la gente que quiere escucharme va a estar ahí, esté en Twitter o no.

La gente creyó que se estaban metiendo conmigo directamente y no entendían ni quién ni cuando. “Pero si no tiene tanto “jeit”. No lo dejé por eso, lo dejé porque me abrumaba en general.

Cuando salí de Operación Triunfo no me afectó tanto y tenía mucho más, pero estaba más preocupada por otras cosas. La gente no duda, sin saber absolutamente nada de tu vida, sin conocer los daños colaterales. “Zorra”, “puta”, “ponecuernos”, “infiel”… y al mismo tiempo “beata”, “niña”, “deja de hablar como si tuvieras 12 años”. De todas formas, volveré. No sé cuándo pero volveré.

Siguiendo con este último año, ¿cómo ha sido la vuelta a los escenarios aún en plena pandemia? Y en tu ámbito personal (sin entrar en detalles, obviamente), ¿te ha afectado mucho y cómo has sobrellevado todos los cambios personales y profesionales asociados a la pandemia? 

Pues complicado… Curramos sin parar y los resultados no son precisamente rentables. Es lo que hay, tiramos porque es nuestra profesión, intentamos tratarla con respeto y amarla, ser honestas y poner todo de nosotras mismas siempre. Pero joder… Y a nivel personal afecta también claro, una cosa va unida a la otra, de hecho en mi caso las tengo totalmente pegadas, demasiado.

Reflexionabas sobre la dicotomía entre ciencia y alma o la propia música en el momento de publicar ‘Sinapsis’. ¿Has encontrado finalmente la belleza y la paz en el lenguaje científico y todo lo que entraña? 

Sí, era yo la que había puesto en guerra estos dos conceptos, que bailan mucho mejor de lo que yo podía imaginar. Esta mezcla está también en el sonido, en las ilustraciones, en mi traje… Lo etéreo de la capa en una tela delicada con las formas y el cuero del cuerpo. Tatiana de Sarabia supo plasmar esto increíble.

Todo ese lenguaje científico, todo ese mundo me parece increíble. Ya no pienso que el arte y la ciencia tengan que estar separados nunca más, de hecho mi fliparía terminar la carrera de psicología algún día y sobre todo aprender neurociencia dentro de mi humilde capacidad. ¡ja ja!

¿Ha podido cambiar tu punto de vista sobre la ciencia (vista quizá como algo más frío y contrapuesto a los sentimientos) después de la irrupción del coronavirus en nuestras vidas? 

Ahora mismo no podemos más que estar agradecidas con la ciencia,  claro.

Chica Sobresalto.

Como mencionaste, para poder dedicarte a la música de modo profesional te presentaste a OT. Cantas en ‘Selección Natural’ que «los tópicos tienen dientes afilados». ¿Has sufrido prejuicios por tu paso por el programa televisivo o es una puerta promocional única?

Cuando empecé a pasar castings, cosa que nadie imaginaba, no paraba de escuchar comentarios como “que no se te suba el pavo”, “¿estás segura de lo que estás haciendo?”, “te acabarás vendiendo”… ¿Qué mierda significa venderse? Más vendida me sentía trabajando, cobrando el salario mínimo y dando gracias, metiendo más horas porque estábamos menos personal que el que deberíamos, sin poder atender bien a los niños y niñas del comedor porque el ratio no era realista… Lo hice porque no podía más, porque creía en mis canciones y sentía que solo necesitaba un pequeño altavoz, por lo menos el casting, o la gala 0, o una semanita ahí dentro…

Repito: ¿Qué significa venderse? No creo que haya un trabajo más digno que otro, son las condiciones las que pueden ser dignas o indignas. Ojalá fuera real, ojalá todas las personas tuviéramos las mismas oportunidades, pero no. Aceptar una condición injusta en un curro no es una decisión libre si te faltan recursos para sobrevivir.

¿O estamos hablando de que hacer mainstream es venderse? No lo hago porque no sé hacerlo y porque no me interesa ahora mismo. Pero nadie es ni más ni menos que nadie por hacer x tipo de música, por haber ido a la tele en busca de oportunidades, a una multinacional… Es muy bonita la romántica historia de cómo alguien consigue sus sueños tocando en el metro, en un garito, etc. Pero le ocurre a un porcentaje mínimo de la población. No pienso morir de romanticismo. Me flipa Begin Again pero no todo el mundo puede ser ella. Yo al menos no.

Ir a Operación Triunfo es una forma más de intentar conseguir sacar tu proyecto adelante y no sé es ni más ni menos que nadie por haber tomado ese camino.

¿Cuáles son otros tópicos a los que te has tenido que enfrentar para tirar de tu carrera profesional? ¿Como mujer te has enfrentado a más «batallas»?

Como mujer, cargas con el peso de tener que estar demostrando todo el tiempo que sabes hacer tu trabajo. Puedes hacer letras, pero no armonías, “ten cuidado cuando te cambias detrás del escenario porque ya he oído a algún tío diciendo “tonterías”. Si haces tu curro como jefa, te lo tienes subidito, si no lo haces, es que no sabes hacerlo porque eres demasiado dulce y naif, mi palabra desfavorita del planeta: NAIF.

Nos gustaría saber un poco más sobre tu proceso creativo: compones tú sola todas las letras y música, lo llevas a tu banda y lo termináis juntos… 

La parte más primitiva de la composición la hago yo sola. Luego vamos a local y tocamos, jugamos, cambiamos cosas y cada una aporta su energía. Con Santos y Fluren, nuestros productores, hacemos un poco lo mismo. Tocamos, jugamos y buscamos la energía que necesita cada canción. Es como si yo encendiera la primera chispa y luego desde ahí intentamos hacer trajes a medida para cada canción.

¿Hay más inspiración en las historias tristes que en las alegres? Porque tus canciones destilan mucha melancolía…

Puede ser que cuando esté siendo feliz esté más ocupada siéndolo que componiendo. Pero por ejemplo “Dopamina” habla de momentos muy felices. Pero es verdad que la herida tira.

Primero vino la exitosa colaboración con Zahara en ‘Adrenalina’.. Colaboración con Love of Lesbian… ¿Llegará pronto?

¡Ja ja ja! Pues yo feliz de la vida, lo veo más que complicado. Me conformo con poder seguir disfrutando de sus bolos, de sus temazos y de todo lo que hacen.

Consulta sus próximos conciertos aquí.

CHICA SOBRESALTO:  Web oficial | Instagram

Rocío García

Rocío García

Redacción