Bones (2020)

  • St. Woods
  • ⭐️ 8/10
  • One RPM

Un disco sobe dolor y duelo musicalmente prometedor y adictivo.

No vamos a negar que son tiempos difíciles en muchos sentidos, imagínate lo difícil que tiene que ser lanzar un disco en estos momentos, imagínate además que ese disco es algo que llevas cultivando, mimando hasta el último detalle y guardándolo desde hace más de un año para encontrar el momento idóneo de presentarlo al mundo como tu primer álbum, eso es más o menos lo que le ha pasado a Nacho García, más conocido como St Woods.

Nacho no ha negado que ha sentido ese miedo y esa indecisión a la hora de decidir “soltarlo en libertad” en estos momentos, pero, como ha compartido en sus propias redes sociales, al final es algo que necesitaba sacar y revelar para sentirse finalmente liberado. ¿El resultado? Una grata sorpresa para la gran mayoría y una acogida más que prometedora entre el público.

Bones (2020) es un disco que desprende dolor y duelo a lo largo de sus 10 canciones, ese tipo de dolor del que te quieres deshacer pero que a la vez cuesta dejar. Eso es digamos lo que provoca al enfrentarte al disco, sabes que te va a doler porque es un álbum gris y honesto, pero con unas atmósferas tan atractivas que no puedes evitar la necesidad de escucharlo una y otra vez. Es ese tipo de trabajo al que podríamos poner una primera etiqueta de indie folk pero que además cuenta con una sonoridad muy envolvente y canciones que parten de tempos más lentos e intimistas hasta culminar en explosiones enérgicas y voces intensas.

Un ejemplo de este crescendo en sus canciones lo podemos ver en “On Me” que se encarga de abrir el disco y que St Woods había estrenado ya a principios de 2019 como carta de presentación.  Una canción que parte de una delicadeza representada con teclado y voz para terminar estallando con una percusión contundente y un grito que desprende sentimiento de culpa.

Es innegable que gran parte del disco recuerda a Bon Iver, con temas como “River” o “Cinema” acompañados de melodías envolventes y voces delicadas que hablan sobre ese dolor que se mantiene imborrable después de dejar ir a alguien, pero con el que finalmente aprendes a convivir. “A Part From God”, que, además de contar con ese aire boniveriano, define muy bien la atmósfera general del álbum con una armonía y letra muy personal, es un tema en el que podemos darnos cuenta de que este trabajo ha sido un auténtico proceso de curación personal para Nacho. No obstante, también son palpables las influencias de otros grupos sobre los que St Woods ha hablado en varias ocasiones como Phoebe Bridgers, Julien Baker o Damien Rice.

Fuera de la sombra de Bon Iver sobresalen tres temas que son “Fire”, “Wasted Love” y “Bones (Psalm)”. Con “Fire”, St Woods da un respiro a la intensidad del disco irrumpiendo con una melodía más guitarrera que se postula como una de las canciones del disco que más brillará en sus directos. Con “Wasted Love”, previamente lanzada en enero de este año, nos sorprende con unos sonidos algo más alejados del indie folk y unas voces acompañadas con una percusión contundente que acaba dejando una melodía épica y potente.

Finalmente, el disco termina con la homónima “Bones (Psalm)”, una canción elegida para cerrar el álbum, pero utilizada también para abrir camino hacia el sonido que acompañará a St Woods en sus próximos lanzamientos. Una canción breve y directa que desde luego sorprende por el notorio uso del autotune. Algo que St Woods emplea como un instrumento más que permite darle cierta personalidad a la canción y que, independientemente de los opuestos a esto, seguirá empleando como arma para darle una perspectiva diferente a su sonido.

Bones es un disco para sufrir, lo admitimos, pero también es un disco para disfrutar y exprimir desde la primera hasta la última canción. St Woods cuenta con un sonido internacional realmente atractivo y la voz de Nacho es sorprendentemente expresiva, algo que desde luego no te deja indiferente. Bones promete ser el billete que, en cuanto se pueda, llevará St Woods de gira más allá de nuestras fronteras y, desde luego, esperamos que así sea.

 

Paula Onrubia

Paula Onrubia

Redacción y fotografía

Me gusta capturar lo que me hace feliz y por eso de vez en cuando me dedico a inmortalizar música