Pearl Jam – ‘Gigaton’

Un multiverso de furia, reflexión y rabia

Existe un espacio intergeneracional que la banda de Seattle ha recorrido con mayor o menor acierto desde su lejano debut en el año 1991 y que cristaliza en este Gigaton a modo de luminaria en una época donde la incertidumbre se ha instalado a nivel global y que Vedder, Gossard, McReady, Cameron y Ament retratan con prístino fulgor, preocupada reflexión e intensa emoción en once canciones que trazan un galvánico sonograma gracias a un vertiginoso inicio por obra y gracia de cuatro temas que pueden retratar una época: ‘Who Ever Said’, la impresionante ‘Superblood Wolfmoon’, ‘Dance Of The Clairvoyants’ y la trepidante ‘Quick Scape’.

Sobresaliente cuarteto donde se aprecian influencias de gran parte de sus discos a partir del denostado en su momento No Code (1996), hasta esa obra superior que es Binaural (2000).

Sobre estos cimientos la banda va rebajando la intensidad y nos ofrece esos medio tiempos tan característicos de la casa como ‘Seven O´Clock’ una perla de máxima sentimentalidad junto con ‘Buckle Up’, la balada acústica prototípica de Pearl Jam que aquí se muestra en la bella ‘Comes Then Goes’, sostenidas entre trallazos de la categoría ‘Take The Long Way’ o ‘Never Destination’ y que desembocan en un aletargado final a modo de melancólica epifanía intelectual y moral.

En suma, un recital de sabiduría, calidad y ciclotimia musical, muy al son de los tiempos que corren.