La artista malagueña presentó su nuevo disco, Universo por estrenar, ante una repleta sala But. Un concierto correcto que adoleció de cierta pegada durante la primera parte del mismo y fue creciendo hasta alcanzar su cima en los bises finales.
Es innegable que Anni B Sweet ha protagonizado uno de esos discos que aparecerá en muchas de las listas nacionales de mejores álbumes. Universo sin estrenar, en el que la artista da el salto al castellano, y torna su sonido hacia la psicodelia pop-rock es de esos trabajos que merecen el reconocimiento por el mero hecho de innovar y explorar territorios desconocidos. Algo que parece no estar muy de moda últimamente.
Y lo cierto es que la puesta de largo en directo de su nuevo álbum en la madrileña sala But pareció quedarse algo alejada de las expectativas que había despertado su versión de estudio. Y nada tuvo que ver con el sonido de una banda capitaneada por la propia Anni B Sweet y flanqueada por Victor Cabezuelo y Julia Martín-Maestro de Rufus T. Firefly –que sonó a las mil maravillas durante toda la noche- o la puesta en escena acompañada de proyecciones y colores perfectamente acordes a la atmósfera psicodélica que se respiraba, o la notable interpretación vocal de su protagonista. Nada de eso falló, así que solo nos queda pensar que la elección del repertorio no fue del todo acertada para provocar una emoción continuada que si se alcanzó en el tramo final.
Con un primer carrusel en el que fue enlazando un largo puñado de nuevas canciones, que arrancaba de manera casi introductoria con “Hormigas”, la reflexiva y sesentera “Un astronauta”, la oscuridad de “La mente hambrienta” o la distorsión sintética de “Sola con la luna”. Una clara declaración de intenciones y buena muestra de las diferentes caras de su nuevo trabajo que completó cortes como “Ser luz”, “La vida está en otra parte” o “El tiempo”, que contó con la colaboración descafeinada –y algo improvisada según contaba la propia Anni- de Noni de Lori Meyers.
Tras el atracón, fue turno para echar la vista atrás y centrarse en su anterior discografía, nada desdeñable, y con la que se incremento casi automáticamente el tempo del concierto gracias a poderosos temas melódicos como “Drive” –de su anterior y ya lejano trabajo Chasing ilusions-, una digna versión del “White rabbit” de Jefferson Airplane, el pop luminoso de “Chasing ilusions” o el ritmo agitador de “Ridiculous games 2060” daban pie al cierre a manos de “Nova” y “¿Qué hago aquí?”.
Un segundo tramo ciertamente llevadero en el que Anni se encontró con un estilo mucho más definido, perteneciente a una generación de grandes cantautoras new-folk españolas, que hizo disfrutar a un público entregado a la malagueña de inicio a fin, y al que aún le quedaba por paladear un bis sublime con el que se alcanzó el climax total del concierto.
En formato acústico y acompañada exclusivamente de su guitarra, Anni B Sweet entonaba la emocionante y mítica “Shinny days”, proponía y ejecutaba por aclamación popular la personalísima versión de A-ha “Take on me”, y se volvía a acompañar de su banda para cerrar por todo lo alto gracias a la aclamada y coreada “Buen viaje” –primer single y uno de los mejores temas de su nuevo disco- y el incalificable y fantástico “Juramento”.
Un directo que fue de menos a más, dejándonos un gran sabor de boca en su parte final pero al que le costó un mundo arrancar en cuanto a ritmo e intensidad. El talento y buen trabajo –trabajazo- de Anni B Sweet es más que evidente, sólo falta recolocar las piezas de un rompecabezas recién estrenado.
Iñaki Molinos
Redacción
Dame un Mi. Mi cámara de fotos. Dame un La. La música es mi pasión. Música y fotos, perfecta afinación.
Paula Onrubia
Redacción
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