En su quinto aniversario, y reduciendo mínimamente el número de artistas que asistían, pero no por eso su calidad, el festival deja el listón muy alto para superarse el año que viene. Quizás el atractivo para esas 42.000 personas que se congregaron este pasado fin de semana resida en la variedad musical, el enclave único y el inicio del verano.

Habiendo modificado la distribución de los escenarios más modestos, y en el entorno arquitectónico de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, hace parecer que estés en otro mundo. Te teletransporta. La luz de Valencia es mágica y unida a la música se convierte en única.

Viernes 7

La primera jornada de festival comenzaba en el escenario Coolway con una Sofia Ellar entregada pese al calor que azotaba en esas primeras horas de la tarde, pese a que este año los primeros conciertos de las jornadas se han retrasado unas horas. El público que allí la esperaba le respondió coreando canciones como su nuevo single “Ahora dime” o “Bañarnos en vaqueros”. ¡Y alguien de los allí presentes se llevó unos!

El toque femenino siguió a cargo de Amaia en el escenario principal. Sus fans llevaban desde que se habían abierto las puertas del festival esperándola y no defraudó.  Sentada al piano y con una sonrisa eterna, demostró que a pesar de ser una recién llegada a la escena musical tiene talento de sobra.  A pesar de no tener disco en el mercado aún, sus seguidores corearon todos los temas que cantó y “El Relámpago” y “Un nuevo lugar” fueron de los más aclamados.

Poco a poco el ritmo se fue apoderando de los escenarios del festival, y Delaporte puso toda la carne en el asador para hacer saltar a todo el que se acercase a verlos. Un directo enérgico, pegadizo y con garra en el que Sandra y Sergio te dejaban enganchados a su forma de moverse en el escenario.

Con Rozalén siguió el ritmo y las reivindicaciones. Acompañada siempre de Beatriz Romero ( especialista en la lengua de signos), dio muestras de su sensibilidad y su fuerza a la misma vez. Su himno “Vivir”, “La puerta Violeta” o “Girasoles” sonaron muy alto gracias a las gargantas del público que se dejó la voz acompañando a Rozalén.

La M.O.D.A fueron Los Héroes del Viernes, llegaron y triunfaron. Era uno de los grupos más esperados de la jornada y no defraudaron. Desde el minuto uno de subirse al escenario la energía que desprendían se hizo extensible a las miles de personas que llenaron el escenario principal para verles.  Los lobos o Héroes del Sábado sonaron en medio de un discurso reivindicativo…” hay un segundo en el que todo cobra sentido y hasta el miedo desaparece…no estás solo en este mundo”. Larga vida a la M.O.D.A.

Con Fangoria llegaba la fiesta del viernes, poco podemos decir de ellos que no sepamos ya. Éxitos de siempre se mezclaron con temas de su último disco. Fue un concierto sin “Dramas y comedias” y más de “Fiesta en el infierno”.

Sábado 8

La jornada del sábado prometía ser intensa y así comenzó con Carmen Boza a primera hora de la tarde, con menos calor que el día anterior. La fuerza de Boza en sus directos es innegable y su estilo personal que la hace única y diferente.  Unida a su guitarra presentó los temas de sus últimos trabajos “Gran Hermano” y “La caja Negra”.

El estilo de Boza nos dejó paso a una Zahara totalmente entregada, apoteósica que fue aumentando poco a poco el ritmo de su actuación. Empezando tranquila y adquiriendo una fuerza que parece increíble que tenga. De lo mejor de su directo, Martí Perarnau acompañándola en “Guerra y Paz”, su locura en “Caída libre” y la reivindicación e implicación del publicó en “Hoy la bestia cena en casa” que se ha convertido en todo un himno.

Carolina Durante quizás era lo que más destacaba de todo el festival por su estilo desenfadado y su éxito tan reciente. El público se congregó en masa para corear las canciones del grupo de Diego, conocían las letras y las cantaban a voz en grito esperando impacientes a “Cayetano”, canción con la que terminaron su show.

Uno de los platos fuertes del sábado era Iván Ferreiro. Y es que Iván es un valor seguro. Casi la totalidad de su concierto son himnos que no dejaron de ser cantados sin descanso por todo el mundo. Un lleno absoluto en el que escuchar “El pensamiento circular” a dúo con Zahara fue un regalo para todos los asistentes. Canciones míticas como “Extrema pobreza”, “Años 80” o “Turnedo”, se mezclaron con temas más actuales como “Casa, ahora vivo aquí” o “Tupolev”.

Si hablamos de Second, hablamos de un grupo fijo del festival. Con la cantidad de público que congrega el grupo, es un error por parte del festival ponerlo siempre en uno de los escenarios más pequeños año tras año. Aunque este hecho no les quita ni un gramo de energía. Desde el minuto 0 Sean no dejó de animar a todo el que estaba presente allí, recorriendo de un lado a otro el escenario sin descanso. Tienen “Nivel experto” en Les Arts y lo demuestran año tras año.

Este es el año de Vetusta Morla, y lo demuestran cada vez que se suben al escenario.  La fuerza que transmite Pucho en directo es espectacular, es innegable. Su evolución y su calidad son extraordinarias, por eso el lleno en el escenario principal fue absoluto. Por eso el primer estribillo de Copenhague lo cantaron única y exclusivamente las miles de personas que asistían al show. Cuando consigues algo así en la gente, es porque algo haces bien. Se llama conexión.  Una conexión que acabó con fuegos artificiales.

Desde la organización no dudan de hablar del éxito de esta quinta edición. Su apuesta por las artistas femeninas, y por grupos más consolidados hizo que tres meses antes del comienzo del festival ya estuviesen todos los abonos agotados.

Es por eso que la sexta edición del Festival de les Arts ya tiene fecha. Será el 5 y 6 de junio de 2020 y las entradas se pondrán a la venta el 8 de octubre.

Irene Gea

Irene Gea