Miss Caffeina suma un nuevo tanto después del éxito de ‘Detroit’ con su reciente ‘Oh Long Johnson‘. Un trabajo donde no renuncian al baile pero donde las letras se han vuelto más sociales, más directas y más valientes. Alberto Jiménez, vocalista del grupo, nos atiende telefónicamente durante un descanso de la gira que ya han emprendido a lo largo de todo el país para dar a conocer este nuevo disco.
‘Oh Long Johnson’ no renuncia a la electrónica y el pop más bailables pero con letras con una carga emocional. ¿Puede resultar difícil congeniar ambas facetas y que se corra el peligro de que se desvirtúe el mensaje?
La verdad es que no hemos notado en ningún momento que sea más difícil que en otras ocasiones porque la forma de componer las melodías y las letras es bastante similar. Sí que hemos intentado en alguna canción tipo ‘Prende’ otra forma de componer, pero siempre nos ha parecido bastante natural hacer música de baile con contenido, que no sean letras vacías.
¿En algún momento hay algo de miedo a la exposición o se ejerce autocensura cuando se habla de temas tan importantes como el bullying o la homofobia?
No, además precisamente en estos casos que son temas más sociales siempre son más explícitos. Cuando queremos contar una cosa nuestra pero que no todo el mundo se entere exactamente de qué es juegas con más metáforas, pero estos casos son ocasiones para ser honesto como, por ejemplo, en ‘Reina’ con el bullying y el acoso tampoco donde no quiero vestirlo de muchas cosas, es lo que es y está bien que sea muy directo.
¿Os gustaría que este disco en concreto se escuche como una obra global o se puede entender (y escuchar) como un picoteo de temas sin relación entre unos y otros?
Al final como se han hecho las canciones en un determinado período de tiempo todas tienen que ver unas con otras y tienen un poso de algo actual, de cómo está el mundo, la edad que tenemos todos que es más o menos la misma los cuatro… Todo ello hace que sea una obra entera. Me daría pena que la gente no escuchara el LP entero y sólo se quedara con uno o dos temas porque todo tiene un sentido dentro del disco.
¿Cómo ha sido la producción de Max Dingel? ¿Qué diríais que ha aportado al trabajo?
En éste ha aportado más que en ninguno porque ya en el anterior empezamos a utilizar la electrónica como base para hacer las canciones aunque había muchas guitarras. En este disco queríamos que fueran más importante las bases y delegamos bastante en que las hiciese él en un primer momento. Sí que luego vamos cambiando lo que nos gusta más pero él ha sido encargado de muchísimas bases y ha aportado la cabeza pensante del disco y materializar lo que nosotros teníamos en la cabeza. Aparte se ha encargado del sonido como ingeniero del disco con lo cual ha sido un miembro más.
Alberto de Miss Caffeina durante un concierto
‘Oh Long Johnson’ proviene de uno de esos vídeos virales a los que estamos tan acostumbrados en la actualidad. ¿Como artistas podéis comentarnos cómo ha cambiado vuestro trabajo con internet y qué es lo mejor y peor que os ha dado a vuestra vida?
Nosotros empezamos directamente en internet porque subíamos las canciones en MySpace y siempre ha sido un aliado. Cuando pasamos a trabajar con una multinacional y con mucha gente detrás del proyecto no renunciamos a ello porque es el medio más importante que tenemos para enseñar un vídeo, una canción, anunciar conciertos… Las redes sociales las llevamos nosotros mismos todavía. Es difícil porque no puedes contestar a todo el mundo pero nos gusta estar pendientes. Tienes que tener bastante cuidado porque lo que dices se puede malinterpretar u ofender a alguien pero siempre ha sido bastante positivo. Ahora ha cambiado la forma de consumir música a través del streaming y creo que nosotros estamos totalmente conectados con ello. Pero sobre las redes también hay un doble filo: hay gente que da por hecho que te tiene que tener cercano porque estás a un clic pero no siempre puedes, te apetece contestar o tienes energía. La cercanía tiene lo bueno y lo malo.
No habéis tenido problemas a la hora de expresar vuestras influencias más inmediatas. Por ejemplo, en una entrevista en 2016 tras el lanzamiento de ‘Detroit’ nos decíais que habías estado escuchando a Sia, Beyoncé y Bach. ¿Qué está en vuestro reproductor últimamente?
Pues una mezcla de muchísimas cosas porque somos muy diferentes en gustos musicales. Escuchamos lo que escuchábamos antes, hemos rescatado cosas que nos gustaban de los noventa y que en este disco tienen un sitio bastante importante y actual escuchamos de todo. Estoy muy con el disco de Robyn y el de Rosalía, por supuesto. Somos muy de escuchar música de cuando éramos adolescentes pero estamos bastante atentos a lo que va sonando y creo que se está haciendo música muy interesante.
Nos encanta la dualidad de algunas canciones del nuevo álbum como es el caso de ‘Reina’ y ‘Calambre’ que parecen hablar del mismo tema desde dos puntos de vista. ¿Fue premeditado?
No, porque una canción fue la consecuencia de la otra. Compuse primero ‘Calambre’ pero desde la mala leche y cuando la escuché meses después pensé que no estaba en el mismo momento. Es mucho más saludable no vivir del rencor y aceptar las cosas y ‘Reina’ fue la consecuencia de escuchar ‘Calambre’. Están de forma consecutiva para que se entiendan mejor.
‘Oh Long Johnson’ ha sido número 1 en ventas. ¿Habéis notado un mayor apoyo del púbico tras este trabajo, aunque lleva menos de un mes publicado?
Total. Entiendo que también es como consecuencia del disco anterior porque durante la gira de casi dos años hubo público que se fue sumando poco a poco y fue el disco que empezó a sonar en la radio: hay gente que pensó que era nuestro primer trabajo [es su cuarto LP]. Así que ahora ha habido más gente atenta a comprarlo cuando salió y había mucha expectación que anteriormente no había, antes eramos más indies (risas).
Parece un disco que tendrá buena acogida en los festivales porque tiene mucho ritmo. ¿Cómo lleváis la puesta en escena de su vertiente más electrónica en directo?
Llevando muchos efectos, sintetizadores, programación y siendo lo más fieles al disco posible porque es lo que la gente espera. A nosotros nos divierte también cambiar la forma de trabajar en el escenario y técnicamente. En la gira en salas será más como siempre pero en festivales trabajaremos un show más parecido a lo que hicimos en el fin de gira, más visual y más divertido para vosotros.
Rocío García
Redacción
Periodista y melómana. Crecí con la música y no he parado nunca de aprender de nuevos sonidos y sensaciones. Amante también de las palabras, todo junto hace la canción perfecta.