El agua empañó buena parte de las actividades paralelas pero concedió una tregua para disfrutar de los conciertos de esta nueva edición del festival asturiano
Hay héroes anónimos y personas que contagian con su tesón pero también con sus lágrimas y su esfuerzo, sus sonrisas y sus ilusiones. Como buenos héroes pasan desapercibidos porque son tan mortales como el resto; son héroes por horas, porque su verdadera condición se revela en las ocasiones más necesarias. En el Prestoso hubo muchos héroes: los que al día siguiente de caer una lluvia torrencial que arrasó con todo (hasta con nuestras ilusiones, todo sea dicho) decidieron que si no había tienda de campaña el coche era un buen lugar para pernoctar. Porque el festival seguía. O quienes trajeron sus tractores para sacar del barro los coches atrapados. O los músicos que cambiaron escenario principal por un unplugged bajo el toldo en un concierto intimo, improvisado y esperanzador. O, por supuesto, los organizadores que sacaron fuerzas de flaqueza y arreglaron entuertos a diestro y siniestro, secaron el escenario, atendieron millones de llamadas y desafiaron al cielo para que la música no parara. Mensaje captado, puesto que la lluvia respetó el resto de jornada.
Ahora sí, hablemos de música.
Crónicas de G. Martín y R. García
JUEVES 28
El festival dio comienzo con una presentación muy cercana en el atrio del parador de Corias en el que principalmente se congregaron organizadores, allegados y algún que otro festivalero, con degustación de productos locales incluida. La velada fue amenizada por el dúo Maribel & Sebastian Deejais, quienes pincharon una selección de temas con algún guiño a grupos asturianos.
Después llegó el turno para una jovencísima Marem Ladson, quien fue desgranando los temas de su recién publicado primer disco, titulado de forma homónima. Acompañada únicamente por su guitarra, le dio un formato intimista que sobre el escenario trajo recuerdos a Lana del Rey o la madrileña MOW. En cambio, y repasando su álbum, nos vienen referencias mas rockeras a la mente. Será cuestión de poder disfrutar este show en directo acompañada por su banda próximamente.
ViIERNES 29
Pandeiros de Xedré: Después de un soleado día y de oír repetirse los acordes una y otra vez durante las pruebas de sonido de todos los grupos, llegó el momento de abrir oficialmente el telón con una actuación muy especial: Los Pandeiros de Xedré, un grupo local de mujeres de todas las edades que llevó a cabo su propuesta de folclore regional, sin amplificar y al pie del público en la misma hierba –que aún permanecía seca-, lo que nos permitió a los foráneos conocer parte de las costumbres e identidad locales.
Thee Operators: Por fin se pusieron en marcha los amplis y saltaron a escena Thee Operators, una banda de Mieres que nos enseñó a qué suena la cuenca minera. Sorprenden en la primera escucha por un potente sonido entre el power pop y el hardcore melódico, empezando a calentar al personal. No sabemos si fue por las ganas de jolgorio que teníamos ya, pero fue uno de los grupos que mejor sabor nos dejó para el resto del Prestoso. Hasta que con un final apoteósico, accionando pedaleras y con gran distorsión, el bajista lanzó su instrumento en un acto de rebeldía -¡ay, qué dolor!- para dar carpetazo a su número.
Ángel Kaplan: Una joya local (puedes leer aquí su entrevista), un Tom Petty a la asturiana al que es muy difícil disfrutar en directo, pues será complicado juntar a toda la banda que nos hizo disfrutar de un show con un sinfín de arreglos, artistas invitados y cuidando todos los detalles de producción sobremanera (incluyendo en algunos momentos hasta diez músicos sobre el escenario y con instrumentos como la steel guitar o el violín). Prestoso Fest puede arrogarse el honor de haberle traído en exclusiva para el práu de Xedré y pudo verse a los organizadores fundidos en un abrazo durante el concierto, superados ya muchos meses de trabajo e incertidumbres para sacar adelante el evento. Disfrutamos así del concierto más completo del Prestoso 2018.
La Plata: En un cambio de tercio, comenzaron a pisar las tablas del Prestoso bandas más jóvenes, como los valencianos La Plata. Fruto quizá de esa juventud es la timidez con la que aún se manejan en el escenario y el recuerdo a bandas de la Era de Oro del Pop en los 80, pero también lo es un sonido en directo algo mejorable para alcanzar la calidad de su destacable álbum de estudio ‘Desorden’. Con ellos llegó también la anunciada lluvia, que no consiguió espantar a los seguidores que se congregaron cerca del escenario, aguantando el chaparrón. Estarán presentes en multitud de festivales durante el verano, así que tiempo habrá para verlos repetir y ver cómo se va puliendo esta formación.
Biznaga: La banda madrileña irrumpió con fuerza en la prueba de sonido a primera hora de la tarde, cuando ya sonaron con rabia, haciendo rebotar su voz en las montañas del valle. Ya en un privilegiado horario prime time descargaron su energía e irreverencia, haciendo escampar la tormenta y produciendo el fenómeno fan de la noche. Fue la banda que mayor número de público congregó en los conciertos del viernes, haciendo suyo lo que ha venido a convertirse en el lema del festival: “Música pa’ despeinarse ahí fuertemente”, acuñado por un vecino de la localidad.
Kokoshca: Este combo de pamploneses había despertado nuestra expectación para verlos en directo por la originalidad de su propuesta, ese toque glam y esa combinación tan especial en las voces. Quizá no tuvieron la noche más acertada, con algunos problemas de sonido y alguna dificultad para defender su música en directo (consulta aquí nuestro Tostatest).
SABADO 30
Alberto y García: El sábado amaneció con una tormenta que pareció desencadenar el fin del mundo y que, por momentos, hizo temer por la continuidad del Prestoso Fest. La zona del escenario, e incluso algunas viviendas, quedaron anegadas por el agua, lo que hizo que Alberto & García adaptasen su concierto a un formato desenchufado en una pequeña carpa anexa al escenario principal en sesión vermú. Con temas propios y versiones que supieron hacer suyas y llevar a su terreno, hicieron las delicias del personal ataviado con chubasqueros y katiuskas. Logrando sacar provecho y buen humor, con las constantes bromas, de una situación tan poco halagüeña por los giros de una meteorología de montaña, que por suerte, escamparon a lo largo de la tarde. Nos quedamos con las ganas de verlos sobre el escenario principal para una próxima ocasión, pero destacamos el oficio y el cariño con el que llevaron a cabo esta actuación, convirtiéndoles en parte de lo más destacable de este Prestoso Fest 2018.
Pingüino: La banda que abría por la tarde, Klüte, se cayó días antes del cartel y fueron sustituidos por la «sorpresa» del festival, Pingüino. Power trio radicado en Oviedo con los entregados organizadores del Prestoso Fest integrados en sus filas. Con el suelo más o menos seco y sin «apenas» riesgo de electrocución para quien pisara el escenario, hicieron saltar al personal con un género cañero, gamberro y festivo. Se emplearon con energía y Marcos Flórez–bajo y voz- interpeló y provocó al público para llevarlo a su terreno. Llamaron la atención a su técnico de sonido por enchufarles un tema de Los Ramones cuando querían tocar los bises, y es que aunque andaban con prisa por obligaciones posteriores, querían disfrutar de su momento «ahí arriba». Nosotros lo hicimos desde abajo.
Yawners: Power duo con buena capacidad de llenar el escenario con esos contundentes riffs de guitarra de Elena, a la vez algo suavizados por su voz, recordando a bandas skaters de los 90. Con ‘Arcoiris’ dedicaron un tema a la organización del festival, «quienes han luchado contra los elementos para sacar todo esto adelante».
Ramirez Exposure: Con una onda poppie presentaron los temas del set list, con la peculiar voz un tanto más nasal que de costumbre, en un registro que podía recordar a Bob Dylan. Dos de los temas más coreados y aplaudidos de su actuación fueron ‘Sweetheart’ y ‘Hazel love’. «Es imposible ser infeliz con un paisaje así”, afirmó. «Espera a que truene y verás», gritaron desde el público.
First Breath After Coma: La banda portuguesa de post-rock con claros referentes como los escoceses Mogwai o los tejanos Balmorhea o Explosions in the Sky (estos últimos de quienes toman el nombre de una de sus canciones). Desarrollaron un concierto con guitarras apoteósicas y un cierto aire épico. Llegaron a emocionar a los presentes, pues crearon una atmósfera muy especial que envolvió hasta a gente que los desconocía hasta la fecha, e hicieron que el recinto se empezara a poblar mas de cara a la noche. Chapurreando un poco el castellano, con alguna broma de los presentes, se hicieron entender y establecer un bonito vínculo con el público. Esta vez las dimensiones del escenario fueron las adecuadas para que esta numerosa banda pudiera dar rienda suelta a su repertorio con total garantía. Uno de los destacables del festival.
Rufus T. Firefly: Habia ganas ya por ver a los de Aranjuez desempolvando el repertorio de ‘Loto’, la segunda parte de ‘Magnolia’. Les costó un poco llegar a los temas nuevos, pero facturaron un sonido envidiable. Se les pudo ver disfrutar sobre el escenario alargando e improvisando en muchos temas con un dialogo entre la guitarra de Víctor y la batería de Julia, mientras el resto de la banda acompañaba expectante. Si el vino de Cangas marida bien con el queso Afuega’l Pitu, Rufus T. Firefly lo hacen con el entorno natural del valle de Xedré. “Imaginaos la sensación que sentimos tocando en un lugar como éste”, confesó Víctor.
Carolina Durante: La banda madrileña, uno de los combos de moda en este momento y que no paran de tocar en festivales, dejaron su pose canalla con el público entregado a sus canciones. Musicalmente, quizá algo por mejorar, pero con un desparpajo tremendo pusieron patas arriba Xedré especialmente con la esperadísima ‘Cayetano’.
La noche siguió adelante con las propuestas de Esteban & Manuel y Rayotaser, dos estilos antagónicos importados desde la vecina Galicia. Unos con su cumbiatune, otros con su synth pop. Para los más trasnochadores en ambas jornadas hubo presencia de djs (Man Pop y Mi$$ Di$co).
El año que viene, con madreñes al Prestoso.