Asistimos al tercer aniversario de Lucy in the Sky Club el pasado jueves, 1 de marzo.

Que un local cumpla tres años dentro de un núcleo en el que el resto se encuentran consagrados por sus historias, leyendas y años de antigüedad, es algo digno de admirar. Esto fue lo que ocurrió el pasado jueves, 1 de marzo, en Lucy in the Sky Club, que celebró su cumpleaños por todo lo alto. La calle San Vicente Ferrer quedó envuelta dentro de un formato acústico que venía de la mano de algunos de los artistas madrileños más prometedores.

Si algo nos llamó la atención desde el primer momento y se mereció un primer aplauso, fue la gran presencia femenina en el cartel del aniversario: Cintia Lund encabezaba unas confirmaciones que, pese a la propuesta interesante, llevadas a la práctica resultaron cortas en tiempo: Fatal Tiger y Solo Astra, los más desfavorecidos, apenas tuvieron un repertorio de media hora, mientras que Papaya y Cintia Lund, con un formato más eléctrico, tan siquiera pudieron alargarse algo más de lo previsto.

Destacar, en primer lugar, la actuación de Fatal Tiger como la más reveladora de la noche, y es que Paula Ruiz, con tan solo una guitarra y su voz, fue capaz de ganarse toda la atención y el silencio sepulcral de un público bastante respetuoso a lo largo de toda la velada.

De otra parte, el proyecto de Yanara Espinoza fue el pistoletazo de salida de un ambiente más animado. Junto a algunos de sus hits como “Ay, mujer”, la versión de Ilegales, perteneciente ya a su repertorio propio, es un clásico y, como tal, siempre un acierto.

Sin embargo, si en algo coinciden todos los artistas congregados el pasado jueves, es en su espíritu DIY, que Lucy in the Sky Club recoge del mismo modo. Es de agradecer que en Malasaña sigan manteniéndose locales como éste, que ofrezcan siempre el máximo apoyo en el más íntimo espacio, pues son estos los encargados que la música siga creciendo.