La banda californiana vuelve a las salas españolas después de que suspendieran su gira en verano debido a que tuvieran que operar de urgencias a su guitarrista Nalle Colt quien sufrió un ataque epiléptico al acabar su concierto en Madrid el pasado mes de junio

Texto y fotos: Emi Picazo (@lachicadeluces)

El público estaba impaciente por ver a la banda liderada por Ty Taylor desde que se suspendiera su gira española en verano y se notaba en el ambiente. Minutos antes de que se abrieran las puertas de la sala Moon de Valencia, ya había un gran número de personas haciendo cola para poder disfrutar del concierto desde las posiciones más cercanas al escenario y es que nadie quería perderse ni un solo movimiento del frontman de la banda.

Pero no adelantemos acontecimientos que aunque a las 21.30h apareciera en escena el mismísimo Ty Tylor, lo hacía para presentar a la banda castellonense Ruth Baker Band.

A pesar de ser casi vecinos y de presumir la propia vocalista Amparo Jiménez de ser valenciana, muchos de los que allí se encontraban descubrían a la banda por primera vez.

Salieron pisando fuerte el escenario para arrancar con el tema que da nombre a su disco debut “Chaning my way” y no tardaron en calentar al público que casi ya llenaba la sala por completo con sus dosis de rock clásico, hard, soul, funky o incluso algún que otro ritmo grunge.

Imposible no hacer mención a la capacidad de Amparo de transportarnos con su voz y su actitud a un pub del mismísimo Nueva Orleans. Banda de una calidad deliciosa y llena de matices y garra, sin duda alguna, un aperitivo que te dejaba con las ganas de más antes del concierto que estábamos esperando, ya que consiguieron durante su actuación que se te olvidara por completo que veníamos a ver la banda americana.

Y ahora si, hicieron aparición en el escenario los que fueron teloneros de AC/DC en Madrid en 2015. Llegaban a Valencia después de sus conciertos en el Actual Festival, Barcelona y todavía por delante A Coruña y Santander con un sold out colgado, lo que significa que la banda a pesar de todo, se está ganando su sitio en el panorama español.

Muy probablemente los allí presentes sabíamos que nos encontraríamos con un Ty Tylor rozando la hiperactividad, pero con cada salto o acrobacia se escuchaban gritos de júbilo producidos por el asombro de unos cuantos. Y es que el vocalista además de ser incansable en cuanto a movimientos de cadera también presume de cautivarte con su voz melódica. “Strike your light” era la elegida para abrir el concierto y siguieron con “Blues Hand Me Down” y “Doin’ What you Know”.

Después de tanto baile eléctrico de caderas sugerentes tocaba parar, respirar y hacer un alegato al amor y a los corazones rotos. A pesar de que durante todo el concierto Ty se dedicó a pedir “más amor entre la gente” era con “Another Man’s Words” y el solo de guitarra de Nalle Colt con el que se conseguía un silencio bastante inusual y muy agradecido en la sala para introducirnos en la balada estrella de los californianos hasta llegar a una mágica comunión entre la banda y el público.

Pero el respiro duró muy poco y los chicos de Vintage Trouble volvieron a la carga para hacer una pista de baile de rock and roll, blues, soul y riythm and blues.

Con “Nancy Lee” volvieron los contoneos de cadera y la electricidad en los pies. Y es que Ty no tardó en lanzarse al público para atravesar la sala hasta la otra punta, pedir al público que se agachara para saltar todos de golpe a ritmo de guitarra.

A pesar de no haber colgado el cartel de sold out en la Moon de Valencia era prácticamente imposible encontrar un hueco.

El vocalista se retiraba durante un momento para dejar que sonara “Get It” con la majestuosidad que desprenden con su guitarra y su bajo Nalle Colt y Rick Barrio Dill y la elegancia de Richard Danielson a la batería como si se encontrara dentro de la película “Whiplash” consiguiendo que los amantes del jazz y el blues casi llegaran a una especie de nirvana.

El terremoto Ty aparecía esta vez al final de la sala y saltaba a la barra del bar para tirarse literalmente al público mientras sonaba “Run like the River” y así cruzar la sala como nos tiene acostumbrados, nadando entre un mar de brazos que le transportan hasta el mismo escenario, y es que es lo mínimo que se merece una gran estrella del rock, una gran metáfora de como una banda llega lejos con el apoyo de sus seguidores.

El concierto llegaba a su fin contando sus casi 2 horas de show, no sin antes deleitarnos con los éxitos esperados “Knock Me Out” y por supuesto “Nobody Told Me”, terminando la banda con un baño de aplausos y cruzando todos los miembros entre el público hasta llegar al puesto de Merchandising donde terminaron firmando discos sin dejar un respiro para que nadie abandonara la sala.

El deseo general es que la banda vuelva pronto y no se desgaste ese torrente de energía y magia que desprenden y es que indudablemente, Vintage Trouble es la banda de rock del momento que todavía muchos tienen que descubrir.