Asistimos a la parada de Luis Brea y el Miedo en Oviedo en el marco del festival Oviclip
En la música existen (simplificando mucho) dos vertientes: aquellos grupos que suben como la espuma, consiguen un éxito inmediato y, con suerte, se quedan; y aquellos que trabajan silenciosamente y que cuando descubres y miras atrás te sorprendes de todo lo que han dejado por el camino, y a cada nuevo hallazgo te enganchas más y asumes en tu cara un gesto de estupor al reconocerte: «¿Por qué no los había escuchado antes?».
Luis Brea, ahora bien acompañado como Luis Brea y el Miedo, es de ese segundo tipo; gente que trabaja y trabaja bien, pero que siempre aparecen por bambalinas sin haberse llevado la ovación final; el porqué no nos corresponde a nosotros descifrarlo. Lo único que está claro es que ya era hora de que se hiciera justicia musical y saltaran al escenario a recibir su aplauso. Su último disco ‘Usted se encuentra aquí’ es una reafirmación de todo su poder: canciones que arrojan verdades como puños, menos bohemias pero igualmente intensas hablando de lo humano; melodías arrolladoras como la de ‘Nueva generación’ o ‘El kraken’, esperanza hecha canción a través de ‘Amanece’ o enredaderas sentimentales que construyen horizontes eléctricos en ‘Como una ola’.
Pero todo esto viene de atrás. ‘Hipotenusa’, disco en solitario de Brea publicado cinco años atrás (del que puedes leer más aquí), ya dejaba muchas pistas de lo que estaba por venir con extractos como ‘Automáticamente’, todo un himno al hedonismo, o ‘La caída’, tan intimista que corta. Llegaría luego su disco homónimo ya como Luis Brea y el Miedo, sin perder un ápice de frescura y dejando ganas de cada vez más. Lo cotidiano como arma arrojadiza pero también como lanza poética es lo que se sintetiza en cada canción, y aunque ‘Usted se encuentra aquí’ se presenta algo menos canalla, las sensaciones siguen estando dentro de cada tema. El Miedo ha aportado a Luis Brea la intensidad que podía echarse de menos en el directo (puedes leer más sobre ello en esta entrevista para EL PERFIL DE LA TOSTADA) pero ni un ápice de resta en las historias.
La presentación en directo de ‘Usted se encuentra aquí’
Con todo este bagaje, Luis Brea con su sempiterna gorra y el resto de la banda saltaron al escenario de La Salvaje en Oviedo el pasado sábado en el marco del Oviclip con ganas de darlo todo. Presentaban su último trabajo, claro, así que abrieron con ‘El kraken’, ‘Como una ola’ y ‘Amanece’. El primer guiño vino de la mano de ‘Discotecas’, corte de su trabajo anterior, seguido de ‘Más de veinte’.
‘Perfecto’, ‘Nueva generación’ y ‘Berlín’ nos devolvieron al presente de Luis Brea y el Miedo, con un sonido muy compacto y, en directo, más rockero que la sensación del disco, un efecto muy agradable para atrapar más en el concierto. ‘La casa del misterio’ fue la antesala a una de las manifestaciones máximas del sentir general de más de una generación hecha música como es ‘Mil razones’.
Con tamaña descarga de adrenalina, volvieron a su disco homónimo a través de ‘Tres cruces’ y vuelta al pasado con el guiño de ‘Dicen por ahí’, la canción que podría haber cantado Julio Iglesias y que engancha con su costumbrismo urbanita y una melodía hecha para atrapar con su pretendida informalidad.
‘Baso es con V’ fue otro de los encuentros con el Luis Brea del pasado y su ‘De lo dicho nada’ hasta que llegó ‘El verano del incendio’ y sí, hubo fuego. Sólo quedaba una cuenta pendiente para que el concierto fuera redondo y Brea no se hizo el duro e incluyó ‘Automáticamente’ como fin de fiesta, cantado y bailado con los integrantes del grupo entre el público (nuestros mejores deseos al bajista, que tuvo un tropiezo al bajar del escenario).
En el cielo terrenal de Luis Brea y el Miedo brillan sentimientos contradictorios, noches alargadas hasta decir basta, cócteles que desatan la lengua y una observación pertinaz de la realidad de andar por casa. Y todo ello, que resulta tan conocido, se presenta en formato tan bello que no se puede menos que dibujar una sonrisa. Éste es un cielo de verdad para quedarse por mucho más tiempo.