Para este concierto, íbamos con la idea clara de disfrutar y descubrir a dos bandas que nunca habíamos visto en directo. Una ya sea por su reciente proyección internacional y el buen sabor de boca que está dejando por toda Europa en estos último meses, y la otra para descubrir a una de las bandas más virales de los últimos años en nuestro país y que tanta división de opiniones genera. Y por lo tanto, ahora mismo ya sabemos de lo que estamos hablando y te lo contamos a continuación bajo nuestro punto de vista.
Nuestra gran y grata sorpresa de la noche fueron Baywaves. La banda que confirmó su presencia al concierto pocas semanas antes de su celebración, demostró encima del escenario el porqué debe ser uno de los grupos que deberíamos hablar más a menudo en nuestro país. Con un set que ciertamente fue de menos a más y denotó un cierto grado de nerviosismo, el cuarteto supo disfrutar de su actuación delante de un público que fue in crescendo en número, pero con un grado de animación ya bastante alto desde el inicio. Sus últimos singles como “Gliss” y “Down 4 U”, se mezclaron entre altas dosis de solos musicales interminables, que tuvieron su razón porque no queríamos que acabasen nunca, y rematando con sus hits eficaces, como “Time Is Passing U By”, “Marsupilami” o “The Freak Kingdom”, que supieron llegar a un clímax difícil de conseguir siendo teloneros. A pesar de la falta de rodaje, el objetivo de Baywaves es claro y expresan lo que pretenden, buen rollo y buena música. Acabamos pidiendo nuevo material ya.
Luego llegó el turno de las protagonistas de la noche, que ya se habían hecho notar entre el público al presenciar el concierto de Baywaves casi en primera fila. Hinds son una banda que nunca ha escondido sus defectos, sino que incluso los ha llegado a pulir con trabajo y convencimiento. Añadiendo ese descaro que les acompaña en todo momento que les hace ser extremadamente cercanas y mezclando ese estilismo tan propio. Todo mezclado crea un producto atractivo que ya de buenas a primeras llama la atención automáticamente. Más tarde ya puedes entrar en detalle y ponerte a estudiar su música, que más que menos rebosa varias divergencias. Al final puedes llegar a la conclusión acerca de si lo que estás viendo encima del escenario es un concierto en sí, o es un espectáculo lleno de detalles que te entran por los ojos.
La [2] de Apolo demostró otra vez que ha sido un gran acierto su remodelación, su acústica es la misma que la de su sala principal y puede competir en calidad. Y fue el lugar ideal para la actuación de las madrileñas que, eso sí, lo dieron todo y más sin ahorrar en esfuerzos. Su presencia en el escenario es irreprochable, su carácter marcó todo el concierto y entre las cuatro protagonistas se ceden el protagonismo constantemente mostrándose a su público sin reparos y de forma alocada. Musicalmente, el directo no engaña y muestra los defectos de la banda de una manera clara, dejan entrever muy poco la capacidad de improvisación musical que pueden llegar a tener. Quizás toda esta imperfección sea uno de los secretos de su éxito. A pesar de todo, “Warts”, “Bamboo” o “Garden” hicieron las delicias de sus fans que dieron lo mismo que recibieron completamente.
En resumidas cuentas y después de presenciar el concierto, pensamos que es cierto aquello que dicen de que o las odias o las detestas. Con Hinds no hay medias tintas, aunque da la sensación de que eso también les va a dar igual.