Entrevista con Atención Tsunami, uno de los grupos participantes en el Esmorga Fest 2017.
En Atención Tsunami me encargo de las letras yo (Miguel lo hace en nuestro otro proyecto, Incendios) y para ello sigo el clásico sistema de cantar en guachiguachi y dejarlas casi todas para el último momento, cuando tengo que grabar la voz, con lo cual siempre hay mucha emoción, intriga y sobre todo dolor de barriga.
De cero a diez, ¿qué peso tendrían las letras en vuestras canciones? Muchas de ellas se podrían leer como una historia, sin necesidad de nada más.
Gracias, eso es un elogio maravilloso. El peso… Sería difícil calibrarlo numéricamente, depende un poco de la canción también, unas leras encajan mejor que otras, o están más o menos logradas. Una pista: en un 80% de los casos la música precede a la letra.
Las melodías tampoco van a la zaga; son pegadizas, envolventes. ¿Creéis que vuestro estilo os hace más apropiados como música de casa para escuchar con tranquilidad o defendéis el directo sobre cualquier otra cosa?
Voy a ser poco original y a decir que probablemente son cosas diferentes y que cada experiencia tiene lo suyo, o eso sería lo ideal. Sí es cierto que al principio tardamos un poco en aprender a reflejar en los discos la energía del directo y en eso (nos dicen) hemos mejorado mucho.
¿Os consideráis unos investigadores musicales? Lo decimos porque vosotros mismos definisteis como «mutación» vuestro paso de ser
Para bien y para mal, el eclecticismo siempre ha sido parte de la mezcla que hacemos los cinco. A todos nos gustan también grupos con conceptos estéticos mucho más monolíticos (y desde luego eso tiene sus ventajas) pero como músicos nos lo pasamos mejor yendo de excursión a menudo 😉
@atenciontsunami: «La obsesión con el ritmo siempre está ahí»
¿En qué terrenos os ha gustado ahondar? Sintetizadores, percusiones, sonidos casi tribales en algunas canciones… Diríase que no os gusta encasillaros en nada en concreto.
De la época prehistórica en la que hacíamos rock instrumental con Healthcontrol nos quedó para siempre la adicción a la intensidad, a los desarrollos instrumentales y a ciertos giros matematiquillos. Lo que ha ido ganado peso con los años y los discos son sobre todo los sintes y la voz. La obsesión con el ritmo siempre está ahí también…
‘Silencio en la retaguardia’ es vuestro golpe sobre la mesa. ‘La ira de Kaplan’ es un buen ejemplo de esa fuerza que arrojáis con contrapuntos como la intimista canción que da nombre a todo el disco. ¿Quedasteis satisfechos con el trabajo? Porque hemos leído que en apenas 3 meses terminasteis todo el trabajo.
Pues sí, esta vez fue como una catarsis, porque solemos (¿solíamos?) ser la clase de grupo que tarda la de dios y hace y deshace sus canciones mil veces. En esta ocasión, yo llevaba un par de años fuera de España y teníamos unas ganas enormes de arrejuntarnos. Compusimos y grabamos en apenas 3 meses y la cosa salió y quedó muy fresca. Eso sí, con truco: Raúl a los mandos en la Mina y Manu Cabezalí mezclando y masterizando ¡Seguros de vida!
Vuestro productor, miembro de Havalina, también ha producido el último disco de su banda. ¿Os gusta el panorama indie actual en España? ¿Opináis que goza de buena salud?
Hombre, Manu también tiene derecho a producir los discos de su propio grupo para que queden igual de níquel;) Es complicado saber a qué hace referencia hoy una etiqueta tan denostada como «indie»,
¿Damos por finalizada la sempiterna definición de «banda emergente» para aseverar que Atención Tsunami ha venido para quedarse como parece gritar ‘Silencio en la retaguardia’?
Bueno, o no ¿eh?, que al final después de más de una década se le acaba cogiendo el gustillo. Es como si te piden el carné para entrar a un garito con treinta y pico palos, casi se agradece.