Fuel Fandango han pasado el fin de semana en tierras vascas debido a esta ‘minigira’ que les ha llevado a Bilbao y Vitoria. Ambas noches actuaron con todo el papel vendido.
Redactora: Silvia Bergillos | Fotógrafo: Gonzalo Iza
Si ‘Aurora’ (el álbum) dura alrededor de 50 minutos, el directo que se trabajaron Fuel Fandango el pasado viernes en Bilbao fue de 2 intensas horas. Solo con la presencia de los integrantes del grupo en el escenario, el público aplaudió -con un toque aflamencado- y se escuchó algún que otro tímido piropo hacia Nita. Durante la noche, ella misma comentó que esa tarde en una entrevista le preguntaron por el público vasco, catalogándolo como «frío y que apenas bailan». Ella lo negó rotundamente, solo añadiendo que en esta zona del país hay que abrigarse más debido a las bajas temperaturas.
Arrancaron con ‘El Todo y La Nada’ para seguir con ‘Burning’. Nada más terminar la segunda canción, tanto Nita como Ale agradecieron ver la sala de aquella manera y se atrevieron con un ‘eskerrik asko’ con acento sureño. Esta mezcla de música electrónica, flamenco y funk ha cuajado tan bien desde sus comienzos, que ahora ya tiene miles de adeptos que compran entradas para sus directos con meses de antelación. Precavidos y astutos ellos.
Si hay algo que cuiden hasta el más mínimo detalle aparte de la música, es la vestimenta. Ale siempre con pantalón oscuro y camisa con detalles orientales o similares y Nita con un vestuario de lo más glamuroso -ya sea vestido o top y pantalón- y una elaborada diadema de flores. Saben que la música es lo primordial pero que en conjunto con el resto de añadidos, hacen un show de lo más visual.
El calor del público hizo que en varias ocasiones Nita y Ale se adelantaran al filo del escenario y estuviesen a escasos centímetros de los presentes que saltaban y cantaban todas sus canciones. Que las letras de las canciones sean en inglés en su mayoría no fue un impedimento para que el público se dejase la voz con ‘Talking’, ‘Monkey’ o ‘New Life’. Las programaciones de Ale se extendían en el tiempo como si una increíble esfera de cristal estuviese a punto de reventar, consiguiendo así una voz al unísono con el estallido final. ‘Medina’ y ‘Always Searching’ pusieron el broche final a una noche sobresaliente.
Estamos hablando de un grupo en constante crecimiento que cada día tiene más seguidores, aunque aún pasen desapercibidos para mucha gente que dice amar la música. Es otro rollo, otro concepto. Es música. Es un subidón constante en cada nota musical.