Entrevistamos a Varry Brava con motivo de la presentación de su cuarto trabajo, ‘Safari emocional’

Varry Brava publicaron su cuarto trabajo, “Safari emocional”, el pasado viernes dieciocho de noviembre. Es un disco descarado y alegre, sin perder la singularidad característica de la banda, pero también emotivo y personal. La iconografía pop de la carátula ya nos avecina todo aquello que podemos encontrar en él: una tormenta de emociones e ideas novedosas que se han recogido durante el último año y medio. Es este mismo brainstorming el que domina la entrevista, y así, Oscar y Aarón hablan sobre la imagen que tiene el público del género pop y de la buena acogida que tuvieron en un universo que, originariamente, no era el suyo.

He visto que los productores con los que habéis trabajado en este disco son Jorgue Guirao y Antonio Illán. Si bien ya habías tratado con ellos anteriormente, nunca lo habíais hecho en un estudio de grabación. ¿Cómo afecta esto al sonido del nuevo trabajo?

Aaron: Jorge es el productor, aunque nosotros también hemos colaborado y hemos firmado a medias la producción. Contactar con él fue por medio de Antonio Illán, que es el técnico de sonido de nuestros conciertos.

Oscar: la idea era grabar con gente conocida, y sin prisa. Por eso, pensamos que la persona más indicada era aquella que más veces nos ha sonorizado, y que más conoce nuestro sonido. Antonio tiene un gran estudio en Murcia, y Jorge nos echó una mano para ordenar las ideas. El sonido es el que más nos representa, porque nuestro ingeniero de sonido se encarga de darle color al directo, y también a este CD.

Es verdad que, aunque sigue sonando mucho a Varry Brava, hay canciones que suenan más lentas e íntimas y, aunque no se pierde la rítmica y la filosofía extrovertida de la banda en la mayor parte del disco, se nota un giro hacia algo más relajado.

O: la filosofía, más que hacer canciones bailables, es hacer lo que nos apetece en cada momento, aunque nuestra parte más reconocida sea la de la fiesta y el descaro. En otros discos, también tenemos canciones más sensibles, pero es posible que en “Safari emocional” este sonido esté más presente.

A: hemos vuelto a la primera etapa, cuando empezamos a hacer canciones en 2009. Veníamos de influencias como la música italiana o el pop español, y componíamos sin ninguna estructura de qué queríamos hacer. En los dos discos anteriores a este, había una idea preconcebida de componer algo pop y bailable. Sin embargo, en este hemos vuelto otra vez al principio, a no estructurar nuestro sonido.

¿Podéis hablar un poco del proceso de composición? Porque no habéis parado de dar conciertos para meteros a grabar.

O: el verano pasado decidimos juntar ideas, para darle forma y maquetar ciertas cosas. Cuando empiezas el trabajo un año y medio antes de que el disco salga, te da tiempo a que las canciones reposen y a planificarlo mejor. Seguimos componiendo y seguimos maquetando todo el año, hasta que nos metimos a grabar en junio. Ha sido todo muy calmado, porque si lo dejas todo para el último momento, al final no te da tiempo hacer lo que quieres.

Aun así, es verdad que, si lo estructuras todo en un periodo corto de tiempo, puede adoptar una cohesión diferente, porque es justo ese momento de tu vida el que recoges, y podría llegar a tener un núcleo más determinado. Quizás, componiendo el disco durante tantísimo tiempo, el hilo conductor sea más difuso.

A: nosotros nos hemos acostumbrado a componer con mucha tranquilidad. El proceso es bastante largo, pero a la hora de maquetar los temas nos hemos pasado cinco días en casa de mi abuela preparándolo. Ese es un proceso concreto e intenso. Lo que sí que se distancia es la manera de componer: hay melodías que se van guardando, otras que no entraron en discos anteriores, etc.

También centrándonos en la grabación, he visto que bebéis mucho de bandas que os gustan, como de la movida, o de artistas que tienen ya una amplia trayectoria. ¿Las mismas influencias que afectan a vuestro sonido se ven reflejadas en los medios que utilizáis para grabar? Por ejemplo, hay bandas que buscan un sonido antiguo, y prefieren grabar en analógico.

O: la grabación analógica es cara y complicada.

A: es un estorbo.

Pero sí que es verdad que últimamente hay una oleada tecnostálgica que afecta al equipo de grabación y a la adquisición de música por parte del melómano. Por ejemplo, el vinilo vuelve a estar de moda.

A: treinta años después, ¿no son las cosas mejores? ¿No habrá ahora mejores micros y mejores amplificadores? Porque en el resto de sectores ha pasado: los electrodomésticos son mejores, la medicina es mejor también, ¿por qué la música no?

O: hay gente que sigue prefiriendo las técnicas antiguas, y ahora tenemos la suerte de poder elegir entre lo nuevo y las grabaciones de hace cuarenta años. Lo mismo ocurre con el vinilo, que hay público que dice que suena mejor y público que opina lo contrario. Son matices diferentes. Molaría probar el analógico, pero es un lujo y un capricho, y ahora hay plugins capaces de simular absolutamente todo.

A: mucha gente no sabe diferenciar lo analógico de lo digital a la hora de escuchar el disco. Yo mismo apenas lo percibo.

Cambiando de tema, en una entrevista que os hizo un colaborador de El Perfil de la Tostada, afirmasteis que la gente tenía que admitir que le gustaba Varry Brava. Normalmente, cuando admites algo es porque anteriormente lo has ocultado, y, si lo ocultas, es que es una parte de ti que no te gusta.

A: este año yo creo que hay una salida del armario, por parte de mucha gente, con respecto a Varry Brava. A nosotros la escena indie nos acogió, y estamos muy contentos, porque se ha convertido en la escena pop de este país, pero es verdad que teníamos un aire mucho más fresco en una corriente tan seria.

¿Creéis que el género pop no se valora todo lo que debería en la escena independiente?

A: cuando nosotros empezábamos, mucha gente se preguntaba “¿De dónde vienen estos tipos, vestidos de manera extravagante para hacer canciones divertidas, si aquí estamos todos llorando?”.

Al fin y al cabo todo es pop, pero cuando llega un grupo con melodías más pegadizas, roza lo comercial y el público tiende a minusvalorarlo. Supongo que vuestro comentario está contextualizado en ese sentido.

O: yo lo comparo con la comedia y con el drama en el cine, porque está mucho más valorado el drama. Nosotros tenemos más luz y unas producciones musicales más vivas.

A: pero creo que está cambiando, hay bandas que hace unos años estaban llorando, y ahora parecen más felices. Yo me alegro, porque me gusta que la gente sea feliz. A lo mejor a nosotros nos pasa al contrario, y terminamos yendo componiendo canciones tristes.

O: A contracorriente, como decía El Canto del Loco.

Yo, por ejemplo, he sido una fanática radical del Canto de Loco, y muchas veces tiendo a esconderlo porque no recibes una respuesta agradable por parte del público indie.

A: ¡Muy bien! Es que hay que ser fan de las bandas de pop, ¿o vas a idolatrar a Los Planetas cuando tienes doce años?

O: eso es lo que nos molesta, y lo que tratábamos de reivindicar. Nosotros siempre hemos hecho pop. A principios del 2000, esa movida pop de Ellos, La Casa Azul, o Los Fresones Rebeldes, era mucho más vitalista que lo que hacemos nosotros. Eso también existía la década pasada, pero aun así la imagen que tiene el público del indie es más oscura.

Para concluir, hace tiempo dijisteis que todavía no estabais preparados para grabar un álbum en concierto, porque no teníais suficiente material. Ahora os pregunto, ya que con vuestra vitalidad sois más una banda de directos que de escucha en el hogar, ¿es posible que el momento de grabar un disco en directo, ya con cuatro trabajos y suficiente repertorio, esté más cerca?

A: ojalá, a mí me gustan mucho los discos en directo.

O: y a mí no me gustan. Yo creo que el directo es para verlo en directo. Un concierto es música, sensaciones, estar con el público y ver lo que ese público te transmite. Es para vivirlo en ese preciso momento.

Varry Brava estará tocando el próximo 28 de noviembre en la Sala El Sol. Puedes consultar el resto de su gira en su página web.