«Hotel Florida»: el diario de guerra de Ricardo Vicente
La personalidad y el carisma de un artista como Ricardo Vicente se demuestran en pequeños detalles como empezar su disco en voz de otra persona. En este caso, es la dulcificación de Zahara la que nos da la bienvenida a «Hotel Florida«, que toma su nombre del desaparecido hospedaje, ubicado en la madrileña plaza de Callao, y que sirvió de refugio durante la guerra civil para los corresponsales de medios como el New York Times o The Daily Telegraph. Más tarde se convertiría en el alojamiento de Ernest Hemingway en Madrid.
Pero volviendo a lo musical, es de rigor destacar el dueto de ambos artistas en «Belleza y Miedo«; tesituras muy diferentes que empastan a las mil maravillas. Canción hermanada con «Belleza y Tiempo«, inicio y fin de un disco con mucho que masticar, repleto de letras corpulentas que, en algunos casos, como la maravillosa «Trampa 22«, (libro de Joseph Heller), no se puede destacar una única frase puesto que sería una auténtica herejía.
Escribirle una canción a la historia del canadiense «Roméo Dallaire«, una realidad tan dura, se convierte en un ejercicio valiente y necesario. Recomendamos la película «Hotel Rwanda» (2004 – Terry George) para la compresión total de la historia.
El aroma a crónica de guerra que despide «Hotel Florida» es tan intenso como imperceptible, una contradicción que se resuelve en el ávido oído del espectador. Las delicatessen musicales se encuentran del mismo modo sutiles y contundentes; los interesantísimos cambios de tempo en «Muriendo de frío” con frases tan geniales como: “si vas a estar rezando obsesionada con hacerme feliz te digo ya que es como estar medio drogada en una fiesta…” son perlas que se descubren a lo largo de las escuchas. Esa genialidad de títulos como «Llamada de despedida a un dealer«, nombre espléndido a un tema que se reconvierte de balada a rock n’ roll con la simple escusa de un punteo, o la manera que Richi explota su faceta más vocal en «Hablando en serio”, nos dejan con la sensación de que disco tras disco Ricardo Vicente va abriendo puertas, y conquistando territorios; la base y ser de un artista.