Asistimos a la presentación del nuevo trabajo de Georgina
Después de tres años esperando para escuchar lo nuevo de Georgina, el pasado martes pudimos disfrutar de un pequeño avance de lo que será «Dilema«. Este tiempo ha dado para mucho y es que, como bromeaba la cantante, «en tres años puedes cambiar muchísimo. A una amiga le ha dado tiempo de tener dos hijos, a mí me ha dado tiempo de tener tres novios…«
Al comienzo de la tarde Álvaro, manager de la cantante, tras agradecernos la asistencia, nos explicaba que a Georgina le daba vergüenza estar presente durante la escucha y ver nuestras caras, por lo que grabó un vídeo explicando cada una de las canciones que más tarde escucharíamos. Dilemas, dudas, era lo que teníamos los presentes, expectantes con lo que esa tarde nos iban a presentar. Este «Dilema« de Georgina, se debe a que durante los tres años de composición y grabación del disco era la palabra con la que se levantaba y siempre estaba llena de dudas acerca de las canciones, de los arreglos de las mismas, del propio título del disco…
Tras esta introducción, comenzamos a escuchar «Supermujer», canción que habla sobre «el disfraz que nos ponemos cuando la persona que nos gusta aparece y nos queremos hacer los fuertes, cuando sin embargo por dentro estamos destrozados«. Si en algún momento pensamos que Georgina iba a seguir en su línea y que iban a ser canciones lentas, más sentimentales o reflexivas, desde el primer acorde nos ha demostrado que estábamos más que equivocados ya que las fuertes baterías y las guitarras «cañeras» están presentes a lo largo de esta canción y de algunas de las seis siguientes que presentaría.
«Mi propio funeral», con dicho título vaticinaba un «baladón», pero nada más lejos de la realidad, pues más que ganas de llorar daban ganas de bailar. «Habla de cuando tienes un muy mal día, no quieres hablar con nadie pero sabes que al día siguiente todo irá mejor«, bromeaba la cantante diciendo que: «trata sobre la regla» y confesaba que era una de sus favoritas del disco. Llegaron entonces las «Mariposas» a la habitación contando la historia de alguien con el vicio de querer gustar siempre. Esta canción recordaba más a la Georgina de hace tres años, ya que tiene ese toque melódico y más tranquilo con el que la solíamos identificar. Y tras estas llegan las «Buenas Intenciones» «que tenemos todos los lunes y cómo estas van cambiando a lo largo de la semana«, añadía la cantante. Esta canción sigue la onda de las anteriormente presentadas: mucho ritmo y un estribillo fácil y pegadizo.
Y es que las ganas de bailar y cantar al ritmo de Georgina eran difíciles de reprimir, sobre todo cuando llegó la hora de la canción «más banal del disco«, como apuntaba la cantante, pero que te hace desconectar con sus ritmos ochenteros y discotequeros: «Lalalá». «Quiero contemplarte» llegaba como homenaje hacia la música y cómo esta nos hace sentir, de cómo emociona.
Como no podía ser de otra forma, la tarde terminaba con la primera canción del disco que vió la luz y también la que abrirá el mismo: «Soñador». Con sus ritmos lentos volvemos a ver a aquella Georgina de antes, que nos anima con esta breve pero intensa canción a conseguir lo que nos propongamos independientemente de lo que nos diga la gente y del tiempo que tome el conseguirlo.
Estos tres años le han servido a la cantante para coger carrerilla y llegar con más ganas y fuerza que nunca a los escenarios, en los que tendremos que esperar hasta octubre para poder verla en directo. La esperamos con ganas y con ningún dilema a la vista más que su propio disco.