Los últimos bañistas realizan con Expedición un perfecto ejercicio de lo que deben ser melodías, juegos vocales, composiciones y elegancia.
Vamos a empezar por el final para evitarle al lector impaciente la búsqueda de las imprescindibles conclusiones: “Expedición” es un gran disco que desde ya aupamos al top 10 de los mejores discos de un 2015 recién estrenado y Los Últimos Bañistas una de las bandas más sólidas, interesantes y con mayor proyección que nos hemos encontrado en los últimos años. Esto último ya se atisbó en 2011 cuando las críticas alavaron su primer trabajo homónimo editado por Ernie Records
Los sentimientos y la percepción de ambas conclusiones es algo tan intangible como de firme convicción pero vamos a intentar ponerle verbo al sentir que para eso estamos.
Los diez temas que componen “Expedición” tienen la capacidad de sorprender y diferenciarse de su predecesor en todos los aspectos. Buena parte del éxito de este disco radica en su comienzo, un tema tan redondo como “El favor de la duda” es una desmesurada carta de presentación con la que difícilmente escaparás a las ganas de escuchar los nueve temas restantes. Un inicio de batería fulgurante, un bajo contundente que lleva la melodía de la canción como el que no quiere la cosa y puentes que parten el tema en dos, dejando al oyente pendiente de cada acorde, de cada detalle, ávido de no perderse en los cambios de tercio, todas estas virtudes se concentran en este delicioso entrante.
“Pensemos tan solo un momento, si todo esto tiene remedio”
Si querer destripar tema a tema los cortes de este “Expedición” solo haremos referencia al tema que le sucede, que casualmente da nombre al disco. Otra señora composición de factura intachable en la que la melodía vocal es acompañada sutilmente por cada instrumento, jugando con las intensidades y las dinámicas de manera perfecta.
A partir de estos dos temas nos encontraremos con canciones con bases rítmicas elaboradas con tino, letras que cuentan cosas, hecho que parece obvio pero no tan frecuente en los tiempos que corren, instrumentaciones preciosistas en algunos casos que se entremezclan con la sobriedad de una única guitarra flotando inherente a la voz por el espacio sonoro. Voces trabajadas con juegos vocales que nos recuerdan en ocasiones a los que utilizaban las bandas sesenteras españolas inspiradas por los grandes The Kinks, Zombies o Animals, aunque por todo su trabajo subyace una clara influencia «Beatle».
Si quiere engancharse a una banda de futuro, con un presente tangible y fructuoso, disfrutar escuchando buenas canciones, que ellos mismos definen como “canciones para viajar”, les recomendamos encarecidamente la escucha de este “Expedición”.
«No molestéis, no molestéis decían«