El grupo barcelonés llegó al teatro Lara en Madrid para sorprendernos con su nuevo disco

Madrid – 03/04/2014 – Teatro Lara

Una bandera con proporciones bastante grandes de Canadá junto con dos maniquíes rosas con luces muy eléctricas, asomaban como decorado escénico del segundo día de presentación del nuevo disco de Sidonie.

Antes de empezar el concierto, un himno, que por pura lógica sería el de Canadá, sonó de una forma muy formal, como si aquello se tratase de una cita seria, nada que ver con lo que en realidad iba a ser.2

Marc, Axel y Jesús, junto con dos componentes extras al teclado y a la guitarra, llegaron para cautivar cada oído de cada persona allí presente, dispuestos a dar la vida por sus canciones.

“Costa azul” fue el punto de partida de su segundo día, seguida de “La sombra” y “A mil años luz”.

La vibración que las canciones iban dejando se notaba y el concierto iba cogiendo una forma muy buena, y con “Fascinado” lo dejaron claro. Poco duró el público sentado.

Le llegó la hora a la perla musical con la que el disco comparte título, “Sierra y Canadá”, llegando a lo más alto.

“Gainsbourg” fue la sexta de su setlist en la que contaron con la colaboración de la hermana de Marc, dotando a las canciones con un tono femenino y dulce, al igual que con “Los olvidados”.

Complementando los discos antiguos y el nuevo, vinieron “Hiroshima” y “Todo lo que nos gusta”. Acto seguido interpretaron “En mi garganta”, en el que podíamos ver cómo disfrutaba Jesús cantando el “te quiero”. Era el día de la cita.

Días malos, deprimentes, grises… los tenemos todos, pero ellos han sabido convertir ese malestar en canción con “Un día de mierda”, dedicándosela a todos aquellos que sufren esa enfermedad emocional que todos padecemos de vez en cuando.

Continuaron con temas como “Un día más en la vida”, “On the sofa”, “El bosque” o “ Estáis aquí”.

La grata sorpresa vino cuando versionaron en castellano la canción “Kids” del mítico grupo MGMT, dejando a cada persona que ocupada un asiento del teatro con «poker face», en el buen sentido de la palabra.

Después de tocar “Giraluna” alargándola de forma instrumental volvieron para regalarnos sus dos últimas canciones de la noche, interpretando Marc “Nuestro baile del viernes” de manera acústica, y poniendo el broche final con “El incendio”, canción que era previsible que tocaron al final por su vivacidad y potencia.

Y así es cómo un grupo se apodera del escenario de forma genuina.  Son muchas las fechas que tienen por delante para ser cupidos entre la gente y Sierra y Canadá y no nos cabe duda de que va a ser toda una conquista.

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