Volcán es el tercer álbum de The Right Ons y el primero cantado en castellano

Texto: Carlos H. Vázquez.
Fotos: Juan Pérez-Fajardo.

The Right Ons es de esos grupos que está en la boca de mucha gente aunque acaben olvidándose de ellos después porque “no era lo que esperaban”. Lástima. Nadie podía pensar que iban a batir su propia marca con “Look inside, now!” (2FerRecords, 2009) una vez llegado “Get out” (Lovemonk, 2011), pero aunque ha pasado el tiempo y las cosas se han desgastado, The Right Ons se lanzan a la aventura mostrando qué saben hacer cambiando de idioma con “Volcán” (Lovemonk / Warner, 2013). Siguen sonando a ellos mismos, que nadie espere giros innecesarios en su música, pero ahora las letras se expresan de otro modo más directo, del mismo modo que Utah, bajista del grupo, lo hizo en la siguiente entrevista.

¿Es “Volcán” el disco que pudo haber destruido a The Right Ons?

Yo creo que posiblemente pudo habernos destruido, sí,  más que otra cosa. Por un lado está que nosotros somos bastante exigentes, entonces el hecho de saber que vamos a cambiar de idioma, que todo el mundo nos va a mirar con lupa ya te pone ahí en el punto de mira. Hay que tener cuidado. Lo que sí es verdad también es que tendemos más a mirar la desgracia, así que sí, “Volcán” pudo habernos destruido. Creo que para destruirnos estamos nosotros primero, porque somos más autodestructivos que la crítica. No es un disco que vaya a llegar al éxito de masas, ni mucho menos.

Pero ha sido una especie de “meta volante”.

No lo sé. Para mí es como un punto de salida nuevo. Como volver a empezar. Realmente está guay, tenemos un montón de experiencia, pero ha sido totalmente reiniciar la máquina; hemos cambiado de agencia, de sello, de mánagers, de lengua… Somos como un grupo que acaba de nacer, aunque sin perder la esencia. Muchos periodistas que nos preguntan por el cambio de lengua dicen que suena muy diferente, pero es igual que “Get out”, en cuanto a tipo de sonido, porque es el mismo. No hemos cambiado ni siquiera de estudio, Reno, ni de productores (Lucca Petricca). Me parece que no ha habido un cambio tan grande como sí lo hubo entre “Look inside, now!” y “Get out” al haber pasado del “rollo negro” que teníamos al más rockero. Aún así he seguido creyendo que hay muchas cosas negras en muchas canciones de este disco aunque quizás están un poco más ocultas y tienen más capas de Rock gracias a las guitarras.

Pero estamos hablando de un disco que llevaba mucho tiempo grabado. Diría que casi ha pasado un año desde que se grabó y que tuvo que ver el proyecto fallido con Loquillo.

Cuando empezamos “Get out” ya habíamos probado cosas en castellano, pero no estábamos muy convencidos. Eso también pudo habernos destruido, por cierto, al haberle dado tantas vueltas durante mucho tiempo al tema de las canciones en castellano a raíz de haberlo hecho con Loquillo. Cuando el proyecto se cayó, aprovechamos una semana de estudio que teníamos libre en Reno, pues lo de Loquillo iba a hacerse ahí. Hicimos una maqueta de cinco canciones, aunque no llegaron a salir. O sea, que es el tercer intento que hacemos para sacar canciones en castellano. Yo creo que nos metimos al estudio sin tenerlo muy claro, pero tampoco sin bajarnos de la burra. Teníamos canciones, pero no teníamos todas las letras o y tampoco sabíamos si íbamos a hacer un disco híbrido. No teníamos nada y fue todo muy loco. Nos metidos a grabar con prisas al tener fechas ya bloqueadas. Estaba todo muy al límite. Llegó el veintipico de diciembre y recordamos que teníamos que entrar al estudio a principios de enero, así que pensamos en grabar lo que había. Creo que curramos bien con presión.

Se os juntó también el hecho de haber salido de Heart Of Gold y, por consiguiente, quedaros sin mánager.

Ese era un hecho que nos “preocupaba”. Habíamos hecho la licencia con Lovemonk y teníamos muy buen rollo, por lo que si nos gustaba lo que habíamos grabado, también iba a estar a la altura de ellos. ¡O por lo menos que fuera lo suficientemente bueno como para enseñarlo por ahí para encontrar a alguien que lo editara! Fue un momento un poco tenso. Sobre todo por presión no nuestra. Igual la gente puede pensar que cantamos en castellano porque hemos firmado por Warner, pero es que no es así, porque es que no teníamos nada antes de firmar con ellos salvo a nosotros mismos. Como si nos da por hacer un disco de Jazz-fusión.

Normalmente se suele pensar lo contrario, que un grupo que ficha por una multi tiene que cantar en inglés por fuerza.

Recuerdo que ya le gustábamos a Warner durante la época con Loquillo, de hecho. Estaban interesados en nosotros, pero nunca con condiciones. Les daba igual. La verdad es que cambiamos por necesidad propia. Es “darwinismo” puro. Yo lo veo desde fuera y noto que es una evolución natural. Empezamos cantando en inglés por muchas razones. Primero, porque el noventa por ciento de la música que hemos escuchado desde pequeños era en inglés. Es Rock, y el Rock está escrito en inglés en la historia: The Who, Led Zeppelin, Rolling Stones, The Beatles, MC5, James Brown… Todo está en inglés. Así que es normal coger el bajo, la guitarra y que lo primero que quieras hacer sea emular a James Brown. O un coro “beatleliano”. Lo que pasa es que llega un momento en el que te das cuenta de que sí, de que a la gente le gusta la música, pero que el mensaje pasa desapercibido un poco. El inglés está bien debido a que nos ha permitido tocar en muchos sitios, pero aquí, en España, la gente no canta tus canciones porque la mitad de ellos no las entiende. Después de cantar en castellano te das cuenta de que se abre un mundo que no sabes ni por dónde cogerlo, así que la consecuencia que tiene todo es esto la de evolucionar.

¿Y qué ocurre con los referentes? Me refiero a que no quedan muy claros.

Realmente, desde el primer disco, no tenemos referentes de lo que queremos hacer, que es, para nosotros, nuestro mayor problema. Creo que ya lo hablé contigo. En España no hay referentes de Rock. Hay mucho Pop en castellano, pero el Rock que hacemos nosotros no es… A ver, no somos Pereza, ni somos Los Enemigos, ni Bunbury… Gente a la que catalogo de “Rock de tinte canalla”. Y no es algo peyorativo, que a mí me gustan Los Enemigos, pero es más canallesco, como Quique González, tal vez. Lo veo como muy cerca de The Black Crowes, pero con un lenguaje canalla “de la calle”. Nosotros, en lo musical, tendemos a tener esa parte de Rock anglosajón más abierta y más actual. Lo mismo podemos sonar a MC5 como podemos tener un ramalazo a Queen Of The Stone Age o a My Morning Jacket, por ponerte unos ejemplos, pero no ves grupos que tenga esa mezcla y que además canten en castellano. Eso es jodido cuando estás haciendo Rock de otra manera con una base diferente y sin poder decir “nena”, como lo puedan decir Quique o Leiva.

No sé si te he entendido, pero creo que no acabas de ponerle la etiqueta al grupo.

Bueno, es Rock, pero no es etiquetarlo. Es darse cuenta de que estás haciendo una cosa nueva y no saber qué le sienta bien. Tiene que ser divertido, porque The Right Ons es, hasta ahora, música muy divertida, pero aquí tenemos un complejo con el idioma; o haces letras muy trascendentales como las que hace Nacho Vegas o hacer lo contrario y que parezca que la música es de mentira. Ese es el mayor demonio contra el que luchar. Nick Lowe hace una canción que es una oda a su sello y ya es dios. También, evidentemente, juega con ironía, cosa que en inglés no puedes manejar si tocas para un público español.

Estamos en un momento en el que hay que avisar cuándo vas a hacer una ironía o cuándo vas a sacarte un sarcasmo de la manga.

Claro. Es lo que te digo también por el tema de la evolución, porque por muy bien que hable inglés, no voy a manejar eso como lo voy a manejar en mi idioma. Personalmente pienso, como has comentado al principio, que este disco pudo habernos sepultado. Para mí es un disparo al aire. Que vale, no hay diana pero tampoco me pone en ridículo. Sirve para decir que “estoy aquí” y que está más que demostrado que es lo que podemos hacer. Me flipa lo que hicimos con “Get out”, pero antes de llegar ahí tuvimos que hacer tres discos.

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¿Y cuál sería entonces el objetivo de “Volcán”? ¿Se trata de algo a largo plazo?

No. El objetivo de este disco, para todos, era el de ponernos en marcha. Ya te digo, tío, estábamos en un momento en el que no teníamos nada. Somos un grupo de carretera y queríamos tocar. Había que reactivar la máquina. Hoy en día, los discos son casi un panfleto que tú enseñas para poder tocar. De todas formas, estamos muy orgullosos de este disco que hemos hecho. Yo, personalmente, cuanto más lo escucho, mejor me parece, cosa que nunca antes me había pasado. ¡Y eso que lo habíamos grabado sin ser muy conscientes de lo que estábamos haciendo!

Será mejor así…

Sí. Para mí es así, desde luego. Creo que los discos hay que grabarlos en el momento y no pensarlo demasiado

¿Aunque se tambalearan las bases de la banda debido a conflictos internos entre vosotros? Con “Volcán” cada uno pudo haber tirado por su lado.

Sí. A ver, el “problema” que tenemos es que somos amigos desde hace muchos años y antes de tener la banda. El otro día me decían que en las bandas siempre hay un líder, pero el problema es que en nuestra banda no lo hay. Somos cinco y es una banda democrática, así que es algo muy jodido y muy complicado. Llega un momento en el que no tener a alguien que tome decisiones implica que será un problema hacer un track-list, decidir qué canciones van en el disco… ‘Aturdido’, sin ir más lejos, estuvo a punto de quedarse fuera del disco porque vimos que tiene un tinte muy Black Keys y evidente. Eso hace que te preguntes qué está por encima; si lo que te apetece hacer o dejar esa canción para que te digan que te pareces a The Black Keys. Al final la sacas porque te sale del culo y porque realmente te mola y porque es un cañonazo. Ahí es cuando te das cuenta de que hay que quitarse complejos y prejuicios.

‘Aturdido’ tenía como título ‘Retriever’, si mal no recuerdo.

Sí (risas). Hacemos muchos títulos en el local con lo que se nos viene a la cabeza. No recuerdo por qué pusimos ‘Retriever’, pero los títulos son algo pasajero, algo con lo que puedas identificarla al día siguiente. Evidentemente, cuando estás pensando en la letra, se va eso.

Recuerdo también que ‘MDMA’ fue luego ‘Más allá’.

Porque la canción dice eso de “mira desde el más allá” (risas). Además, llamarle ‘MDMA’ era un poco obvio y absurdo. ¿Cuánta gente tiene canciones que hagan referencia al MDMA? Un montón. Era absurdo. Hay algunas que han cambiado mucho, por otro lado, y otras que no han cambiado nada. ‘Montaña’ siempre fue así desde un primer momento, por ejemplo.

Esa canción, añado, habla de cuidar la expedición. Bonita metáfora de la banda.

Evidentemente, la expedición somos nosotros mismos en los momentos malos y subir la montaña es entrarle a los problemas de frente. La verdad es que fue jodido hacer el disco. Rafa [Rafael Fernández, guitarra] estaba en Mallorca, nosotros en Madrid… Incluso ha sido un año muy malo. La crisis nos toca a todos y somos gente que no vive de la música pero sí que la tiene como algo prioritario. Como la crisis toca el negocio y no hay giras, en general, yo tampoco puedo salir a trabajar; ni de backliner, ni de “pipa”… Nada. Hemos tenido que vender equipo.

Algo jodido…

Mucho. Ayer llamó el tipo que nos hace los amplificadores preguntando por qué no sale el mío en el concierto de Radio3. Tuve que responderle que, lamentablemente, tuve que vender un montón de equipo. Me he ido quedando con lo mínimo y con lo que he podido para poder pagarme el alquiler.

También estuviste a nada de irte a Galicia.

Sí, e incluso llegué a irme. Estuve un mes en Navacerrada, en casa de mi hermano, y luego me fui a Galicia, que es donde viven mis padres. A nadie le gusta, pero… me tocó.

Te tocó aguantar.

Y sigo aguantando. Este mes venderé otro bajo… para seguir aguantando. El disco ha gustado mucho, pero estamos notando que la gente no tiene dinero para ir a los conciertos y que meter gente en los bolos es complicado. Y no tiene que ver con que el disco se vende o no se venda o con que a la gente le guste más o menos.

Al final pasará como con aquellos grupos que únicamente grababan y no hacían giras.

Sí, bueno, los que puedan grabar, porque habrá muchos que ni puedan. Espero que no pase eso. Tengo la fe, o quiero pensar, que nuestro grupo va a durar eternamente. Es algo utópico.Como los amores.

Totalmente, pero para mí ellos son mi primer y único amor. Toco con otra gente, pero The Right Ons son mi grupo. Con otros no me implico tanto o no me implico, sino que hago de mercenario. No creo mucho en eso porque no soy mercenario de nadie, sino que me gusta trabajar y aportar ideas. Aquí todo el mundo aporta, trae ideas y trabaja sobre las cosas de los demás. Que yo sea bajista no implica que no pueda hablar sobre la batería o la guitarra. Además, todos tocamos muchos instrumentos y en cualquier momento podemos hacer arreglos aquí o allí. Este grupo durará todo lo que pueda, y cuando no quede grupo, quedará la amistad, que es lo primero que tenemos

Supongo que si la cosa va a peor se sacrificará antes el grupo que la amistad, ¿no?

A lo mejor se joden las dos cosas, no lo sé. Nos comportamos casi como hermanos; discutimos mucho y peleamos mucho. Al final, los discos son “ese momento”, y esas discusiones provocan que los discos los haga el azar. A lo mejor, esa canción que tanto te gusta de los Stones te mola porque a Keith Richards se le cruzó el cable en ese momento y dijo de grabar otra cosa aunque esa canción no fuera a entrar. El azar hace mucho.

Ahí está el que uno admita a regañadientes la aportación de otro compañero aunque al final le acabe gustando su idea.

Claro. Pero eso es lo más humano y lo más natural del mundo. Tengo que reconocer que ‘Rojo intenso’ no es una canción que quisiera tener en el disco, y sin embargo es una de las que más disfruto tocando.

Observo que ‘Adiós’ tiene mucho de ti.

Esa canción tiene mucho de mí, sí. Llevé la base y una pequeña idea de cómo caminar. ¿Pero ves? Esa canción es muy MC5, de Detroit. Muy James Brown. Tiene mucho Soul, cosa que hacíamos antes, aunque la gente ahora diga que no. No hace falta hacer un ritmo tan obvio y ortodoxo para que una base sea Soul. Es lo que te decía antes sobre eso de que este disco me gusta cuando lo escucho, cosa que no me pasaba con los anteriores. Aunque tampoco te voy a mentir y te voy a decir que lo escucho mucho, porque alguna vez me he saltado algún tema en el iPod. Lo que sí es cierto es que después he escuchado con otro rollo esas canciones que me había saltado antes.

¿La elección de ‘Quiere bailar’ como “single” ha sido por su letra, más ligera que la de ‘Adiós’, la cuál tiene una temática más social? Lo miso, al ver que cantáis ahora en castellano lanzando un single con una letra como la de ‘Adiós’, os habrían tachado de oportunistas.

Ya. ‘Quiere bailar’ respira un poco más el espíritu de cómo va a cantar un grupo en castellano después de haber cantado en inglés mostrando lo que hacían antes pero sin mostrar de dónde vienen. La verdad es que nadie veía clara esa canción. La denominamos como “single” por denominarla de alguna manera, pero es que un single es la canción que le pones a la gente para presentarle un disco. Me parece que ‘Quiere bailar’ era la que mejor reunía esas cualidades del mensaje positivo, ritmo bailable… Responde a un montón de cosas que tiene que tener esa primera canción en castellano que iba a escuchar la gente, pero no como single en sí. A lo mejor habríamos puesto ‘Montaña’, pero el público no iba a vernos muy reflejados ahí.

Es cierto que ‘Quiere bailar’ es muy característica. Igual que lo era ‘On the radio’. De todas formas, ¿no se pensó en sacar un EP?

No, porque, como te decía, cuando sacamos el disco llevaba ya grabado un año y a nadie se le pasó por la cabeza sacar un EP. ¿Qué íbamos a hacer con las otras? Antes que dejar otras canciones fuera preferimos sacar un disco entero. Además, no teníamos mucho tiempo y tampoco dinero. A veces, aunque el tiempo sea muy importante en los tiempos que corren, acaba teniendo más importancia el dinero.

Definitivamente no ha explotado el volcán, de manera personal entre vosotros, pero sí en forma de disco.

Sí. Eso es lo que no ve la gente. Muchos nos preguntaban por qué no tocábamos más. Veían que estábamos parados. Y joder, teníamos muchas ganas de tocar puesto que tocamos muy poco durante el último año. Esas ganas de salir se estaban formando, así que explotó. Ahora estamos encantados tocando cada fin de semana, y lo agradecemos mucho. El que haya más o menos gente no es algo que me importe mucho, porque al final estamos tocando y sacando las canciones. Hay que engrasar la maquinaria para que suene todo bien. En comparación con la mierda que vivimos el año anterior, en el que parecía que ni iba a salir el disco y que no interesaba a nadie, este año empieza a ir mucho mejor.

¿Crees que llegaron a perder la esperanza en vosotros?

Bueno, no creo que nadie tenga fe en nosotros ni creo que la gente espere nada de nosotros. Somos un grupo bastante “outsider”, para nuestra desgracia. Culo de mal asiento. No le gustamos nada a los indies porque el Rock les da asco. Poco más les falta para escupir. Pero para los rockeros somos demasiado indies. Estamos en tierra de nadie. Tampoco somos gente a la que le importe mucho lo que digan los demás. Creo que nos importa mucho más lo que pensamos nosotros mismos que ninguna otra cosa. Ahora estamos como si volviéramos a empezar, como si fuésemos un grupo nuevo. Tenemos que ir consiguiendo fans poco a poco. Creo que gustamos y me gustaría pensar que seguimos teniendo uno de los directos más intensos del panorama.

Aunque no os den premios…

Nunca nos han dado un premio por nada ni nunca nos darán ningún premio. Tampoco pasa nada. Y si no llegan, da igual. Vale, los premios están bien y a todo el mundo le gusta que le den una palmadita en la espalda de vez en cuando, pero si no te la dan, tampoco te tienes que ir hundido para casa.

¿Y si fuera económico?

(Risas) Los premios que dan a los grupos indies… Bueno, no sé. Creo que los UFI dan cerveza, cosa que está muy bien por otro lado (risas).