Supersubmarina triunfa en la cuarta jornada del festival Cultura Inquieta
El pasado sábado 6 de julio, el grupo Supersubmarina volvió a su Madrid querida para dar un concierto, de los pies a la cabeza, en el Festival Cultura Inquieta que se celebra desde el pasado 3 de julio hasta el próximo 21 de julio y que ha congregado ya a grupos como Marlango, Guadalupe Plata o Alamedadosoulna.
Lo de anoche fue un día muy especial en todos los sentidos, algunos tuvimos la suerte de estar unas horas antes junto al vocalista del grupo, José Chino para charlar sobre la vida y, sobre todo, de los proyectos de Supersubmarina. Próximamente tendréis ante vuestras pantallas todo lo que nos contó. Aparte de lo especial que fue para una servidora, para otros fue especial nada más y nada menos que por el conciertazo que se marcaron los de Baeza.
A pesar de la «Ola de calor» que inunda toda la comunidad de Madrid, muchos asistentes hicieron cola desde las 11 de la mañana esperando a ser las primeras (porque la mayoría eran chicas…) en el escenario para poder cantar y saltar las canciones de Supersubmarina, pero no solo fueron jóvenes los que abarrotaron el recinto, en ese lugar cabía de todo, jóvenes y no tan jóvenes que vibran de una manera o de otra las canciones de José Chino y los suyos.
El espectáculo comenzó un poco más tarde de lo previsto pero tal y como dice el refrán: «lo bueno se hace esperar», y así fue, porque la noche estuvo dedicada a los éxitos del grupo que pasaban uno tras otro haciendo que el público saltara y danzara como si le fuera la vida en ello. No me extrañaría que a más de uno se quedara con la voz ronca porque más de una vez recuerdo a una servidora que notaba como algunas gargantas decían basta pero ellas seguían y seguían porque tener a uno de los grupos más importantes de España, que poco a poco se han acabado convirtiendo en el «Centro de Atención», es todo un regalo.
Las primeras notas de «Magia electroviral» sonaron para desatar la furia, la locura y, sobre todo los nervios de un público expectante a recitar las primeras palabras de una canción de su disco «Electroviral«. De repente y entre una bruma de humo salieron los andaluces para darlo todo en el escenario porque esa noche era para recordarla y para ello tocaron no solo las canciones de su último disco «Santacruz» sino que por ahí también sonaron muchas de las canciones que les han hecho convertirse en lo que son.
Los de Baeza continuaron con un tema de su último disco, “Hogueras”. Uno de los momentos inolvidables de la noche fue con la canción «XXI» en el que todo el público «juntaron sus puños» al ritmo de la canción tal y como dice la letra.
Tras ello continuaron con temas como “De las Dudas Infinitas” un tema lento en el que el público abrió su corazón para cantarla lo más sentida posible, “Tecnicolor” en las que sus notas de estilo sesentero hicieron que más de uno moviéramos las caderas y el «culete», como decía el vocalista. Como mencionábamos anteriormente, la ola de calor que sufríamos aumentó cuando sonó la canción con el mismo título acorde a ese momento porque más de uno sudábamos más que en una sesión cañera de gimnasio. Y llegó otro de los momentos de la noche con «Santacruz” donde aún Supersubmarina sigue preguntándose por el peso de vuestro Santacruz.
El grupo necesitó un pequeño descanso del que volvieron al escenario con copas, al parecer espirituosas, sonando canciones como “Supersubmarina”, “Hermética” y “En mis venas” para dar paso a los acordes de «Puta Vida«, momento culmen de la noche en el que se creó una batalla de ver quién cantaba mejor entre el grupo de José Chino y el de los demás, como dato informativo yo formaba parte del grupo de Chino y, como era de esperar, ganamos.
En Getafe hubo un lleno absoluto pero faltó alguien muy especial para todos los asistentes, nuestra querida «Ana» que más de uno gritó para que Supersubmarina cantara un poco de esa preciosa canción… probablemente se quedó en Baeza. Hubo otros tantos que no faltaron como el adorado «Kevin MacAlister» donde las personas allí reunidas disfrutaron a base de palmas y gritos acompañando a la batería.
Pocos minutos quedaban para llegar a las 12 de la noche y con ello para el final del concierto, para ello pusieron la guinda al pastel con «Cientocero» en el que el público aprovechó estos últimos momentos para exprimir toda la energía que le quedaba; más de una la exprimimos tanto que directamente después nos fuimos a la cama.
En definitiva, he de confesar que este ha sido uno de los mejores conciertos que he visto, no sé si es por mi pasión hacia este grupo o que mi memoria no abarca más a los dos últimos meses que he vivido pero creo que la conexión público-artistas se cumple a la perfección haciendo que todos fuéramos uno. Gracias Supersubmarina por momentos como el de ayer y esperemos veros pronto por la capital liándola tan bien como soléis hacer.
Fotos: Elena Solís y Cultura Inquieta