Willie B Planas presenta «Landscapes & Still-Life», mezcla de varios estilos unidos por un hilo conductor común.

El arranque del nuevo disco de Willie B Planas “Landscapes & Still-Life” puede hacernos pensar que nos adentramos en un disco más oscuro de lo que realmente iremos descubriendo a lo largo de 8 temas que nos ofrecen una oferta musical diversa e interesante. Eso sí, en todos ellos podemos adivinar un hilo conductor común más o menos perceptible.

Un inicio del viaje con “Rings of Saturn revisited” con marcado sabor a blues, de ritmo más denso a nivel instrumental, en el que apreciamos el protagonismo de un instrumento menos habitual: el órgano. En este tema es patente su peso recordando a la importancia que adquiere en músicos como Doctor John. Secundado en este caso por una armónica rasgada muy blusera.

Ese tono se suaviza, encaminándose a territorios más melódicos, mas pop, sin que ambos instrumentos, especialmente el Hammond B3, dejen de acompañarnos pero tomen un segundo plano. En algunos momentos recuerda a temas de Cris Rea. “Modern Art”, “Castaway” y “Running Naked” ofrecen una cara positiva, llena de luz, optimista.

“Living longer, moving faster” es un medio tiempo, menos ligera que las anteriores y más rítmica que el primer corte. En este caso sí parece que la virtud se encuentra en el justo medio. Esa combinación de los mejor de las dos propuestas anteriores tiene como resultado el tema más redondo.

Con los tres últimos temas “Diamond Eyes”, “Old Timers Know” y “The Beauty was a beast”, retoma un tono más pausado, aunque en este caso se adentra en un terreno más intimista que las anteriores, buscando conferirles un carácter reflexivo, como si pretendiera que al acabar el disco siguieras dándole vueltas a lo que has escuchado, que no sea un mensaje volátil que el viento se lleve. Para ello órgano y armónica vuelven a dar un paso al frente.

Es evidente que las letras tienen para Willie un peso capital en este trabajo, sin duda están pensadas y escritas con detalle y mimo. Una labor artesanal que no pretende lanzar slogans de consumo rápido, sino que busca dotarlas de peso específico.

Un conjunto potente, redondo gracias principalmente a un nivel instrumental bastante alto, ofreciendo un sonido empastado donde ningún instrumento estás fuera de sitio ni pretende ocupar el de los demás, algo que el oído agradece.

Como decía al principio, un trabajo en el que Willie B. Planas muestra propuestas distintas, cada una con personalidad propia, aunque todas ellas nacen del mismo tronco, con una raíz en la música negra. Distintas caras con un alma común.