El pasado lunes 24 de Septiembre ya empezamos la cuenta atrás oficial del FIZ debido a un comentario en su Facebook anunciando el comienzo de la doceava edición del festival, en la que se ha incorporado una selección de los mejores documentales musicales, que se han proyectado a lo largo de la semana para ir calentando motores.

Por fin llegó el sábado y la tarde no comenzó de la mejor manera en el FIZ ya que, pese a habernos confirmado nuestras acreditaciones días antes y habernos enviado información sobre el festival, finalmente la organización no permitió que nuestro fotógrafo pudiese acceder al foso. Así que tuvimos que pelear para poder llegar a las mejores posiciones posibles para realizar nuestro trabajo y así ofreceros las instantáneas que vosotros os mereceis. Esperamos que para el próximo año  la organización del FIZ  «conozca la web» tal y como ocurre ya ocurre en los festivales Sonorama, FIB, DCODE, Granapop, Ecopop, etc…

En fin, que la cosa cambió en cuanto El Brindador salió al escenario muy puntual a las ocho. Lo habíamos descubierto hace cosa de un mes en el Ámbar Z Music, concurso que ganó para estar tocando ahí esa tarde. Una pena que la gente se quedara fuera, ya que el grupo Zaragozano lo hace muy bonito. Eric, líder del grupo cambió a dos de sus músicos habituales por Miguel y Borja de Big City pero la banda seguía sonando de fábula. Aprovecharon la ocasión para presentar alguna de las canciones que se iban a incluir en su álbum.
Aunque Eric no tenía muy claro si ya eran las fiestas del Pilar o no, a nosotros nos quedó claro porqué estaba ahí esa tarde.

Al terminar su concierto y como buena previsora me acerqué a por tickets para las bebidas con precios bastante cuestionables. Como gran defensora del kalimotxo que soy, hay algo que todavía no comprendo, ¿cómo puede ser que no haya en festivales así?. Afortunadamente teníamos una gran variedad (modo irónico ON) de bocadillos, tan extensa como dos tipos de salchicha y al precio popular de 3€.

Iban llegando los que tenían reserva en el “Hostal Pimodan”. Desde que Lori Meyers empezara el concierto con “Nuevos tiempos” ( bien uniformados todos) el público no dejó de cantar ninguna de sus canciones. Este era su último concierto antes de que se metan en el estudio a grabar y nadie quería perdérselo.“Luciérnagas y mariposas”, “Sus nuevos zapatos”, “Explícame” o “Rumba en atmósfera cero” fueron algunas de las elegidas antes de recuperar “La pequeña muerte”. Noni se puso al piano para tocar “Hostal Pimodan” y “Religión” y, aunque todavía no había llegado el turno de La Casa Azul, la fiesta universal llegó con “Mi realidad”. Poco le duró el uniforme a Noni que, como es ya costumbre, acabó descamisado flamenqueando ‘todo esto es culpa de la gente’. De haberlo sabido me llevo la peineta.

Si hay algún Guiness a la gente que cambia los montajes de cada grupo sin duda se lo merecen los del FIZ… dignos de ser mecánicos en boxes.

Era el turno de Maxïmo Park. El quinteto de Newcastle era la apuesta internacional de ésta edición. A pesar de que venían a presentar su nuevo disco “The national Health” también pudimos escuchar alguna de sus anteriores canciones como el himno “Apply some pressure” o “Books from boxes”. Paul Smith muy ‘salao’ nos movió un poquito el culo e interactuó bromeando con la gente.

Los catalanes Love of Lesbian eran sin duda uno de los más esperados, y eso se notaba en el ambiente. El número de camisetas de ‘1999’ y ‘John Boy’ que había en la sala era enorme. Después de haberse pateado todos los festivales este año (y yo con ellos) era poca la sorpresa. Típico comenzar con “Tercero segunda” y “La noche eterna”. De tópicos va… y es que yo ya no sé cantar “1999” si Santi Balmes no la continua con “¿Por qué te vas?”. Volvimos «allí donde solíamos gritar» y Santi dedicó “Los seres únicos” a todos aquellos que a pesar del 21% de IVA en cultura siguen acercándose a disfrutar de un buen rato de música en directo. Con «John Boy» se desató la locura de las primeras filas. Estupenda me parece la reciente incorporación de “Toros en la wii” aunque siguen faltando algunas canciones en el setlist y sobrando otras, pero para gustos… Creo que a nadie le queda duda que Santi es un bromista y con “Incendios de nieve” lo demostró. Final apoteósico con “Algunas plantas”, otra de las habituales que nos preparó para la que nos venía encima con La Casa Azul.

Cuando terminó LOL era muy notable a quién había ido a ver la gente, aunque esto no quiere decir que no se quedara nadie en la multiusos.
Desde aquí hago un llamamiento a la gente que me pisó en LOL ¿Dónde estábais en El Brindador y La Casa Azul?

Llevábamos toda la noche bailando y no era momento de parar. Suena “Los chicos hoy saltarán a la pista” y aparece Guille y sus gafas/cascos en el escenario Ámbar. El show que montan es digno de ver. Otro clásico de los que habíamos visto en todos los festivales este verano. La capacidad que tiene para hacer bailar a la gente es increíble.“Chicle cosmos”, “Sucumbir” o “La polinesia meridional” fueron algunas de las coreadas. A veces sientes eso de que “Esta noche sólo cantan para mí”, y ésta fue una de esas. Me sigue maravillando el show de luces y pantallas que lleva. Empieza a sonar el himno de Eurovisión y comienza «Europasuperstar«. Con «La revolución sexual» nadie, nadie, NADIE, paró de bailar. Un final de concierto emocionante con Guille al piano tocando “Como un fan”. La Casa Azul no deja indiferente a nadie.

A algunos se les ocurrió la fatal idea de marcharse ya, ¡tremendo error!, porque Dj Amable, Dj de Razzmatazz, nos hicieron continuar la fiesta hasta el punto de bailar por inercia y dejar de sentir los pies. Genial selección de música y gran final de noche.

Esto es lo que hace falta, más noches llenas de buena música y gente simpática bailonga. Porque ir de festival (aunque dure un día) es otro rollo.