Me da que Jonston ha dado con la tecla en este disco. Los dos anteriores ya contenían un buen número de canciones interesantes pero en “Veo visones” la producción y los arreglos elegidos encajan a la perfección con los textos y melodías. Se podría decir, tirando de convencionalismos que es su trabajo más maduro, y lo diríamos si no fuera porque este tipo nos habla de calamares con sombrero en sus canciones, y por mí que se mantenga mil años en su inmadurez, a mí me vale. Con este disco me ha convencido.

Definir “Veo Visones” no es fácil, es como un cuadro calidoscópico que solo la voz inconfundible de Jonston y sus textos  repletos de oníricas imágenes controlan los brochazos, porque señores, estos brochazos son cada uno de su padre y de su madre y hacen que la diversión vaya creciendo  a medida que van pasando las canciones. Esto a mí me encanta,  por muchas razones, porque, repito,  me habla de calamares con sombrero (y no puedo evitar pensar en S. Algora y emocionarme), también porque “Apaga y enciende” me suena a Elvis Costello o Graham Parker, porque “Bat chulapo” la podría cantar Josele de los Enemigos, porque  “Veo Visones” tiene un título memorable y sabe a los Kinks y “Caballo de Troya” a Teenege Fanclub” y sobre todo, y esto ya sé que será compartido solo por una élite de escogidos (Juan de Pablos, yo y si acaso algún friki más…) porque su voz me tele transporta directamente a José Miguel Nieto, “Slogan”, un tipo raro que sacó dos discos en los 80 y al que tuve el gusto de ver en directo presentando su disco “Somos como niños” haya por el año…y en fin, con este comentario ya me puedo morir tranquilo, cómo diría aquel.

Más detalles de “Veo visones”, la portada, todo un acierto, es como desempolvar un vinilo de principios de los 80, el título del disco con esa caligrafía romántica de aquella época y la imagen principal que nos muestra a un Jonston robótico acechado por unas luces enigmáticas y por un jersey al que solo le faltan los renos. He hecho la prueba, si te quedas mirando fijamente esta portada y bizqueas los ojos puedes ver a Terminator unas veces, y otras a una de los alienígenas de V con la mitad de la cara de “lagarterana”. ¡Grande!

Vamos con los peros. Si te quieres acercar a este músico madrileño deberás dejar a un lado algunos prejuicios que acechan a no pocos amantes del pop. Para empezar Jonston no trata de seducirte con su voz, así que si solo fuiste capaz de  aguantar 15 segundos  a Jonathan Richman o te saca de quicio un concierto de Ornamento y Delito ni lo intentes. Tampoco busca emocionarnos con un “Mi menor” de los de La habitación Roja, Veo Visones” es un cachondeo, en el buen sentido, huye de él si te embarga la melancolía y quieres regodearte en tu miseria desde que tu ex te dijo “ -tenemos que hablar…”. Escúchatelo por la mañana mientras despelusas tu cuarto o recoges la ropa del tendedero o también a la hora del aperitivo, para esto va genial.

Otro pero, el directo. No le pedimos, le exigimos a Jonston que lleve las canciones al directo como fueron grabadas en estudio. No hacerlo no evitará que sigamos disfrutando con lo ya grabado, pero sería trágico disponer de un material tan bueno para subir a un escenario a defenderlo y no hacerlo. Así que haga lo que quiera Sr. Martorell, pero trompetas, teclados, coros y hasta el organillo, por favor, aunque sea con maquinitas,  que defender en formato guitarra, bajo y batería este fantástico trabajo nos sabe a muy poco.

Y sin más deja lo que estás haciendo, pincha este enlace y cuando suenen las primeas notas de “Yo quiero ser astronauta” pon cara de interesante y mírate en un espejo mientras continua la canción, cuando entre la trompeta  te darás cuenta de lo ridículo que estás con ese gesto.