Madrid 24/05/2012 – Sala Caracol .
Aterrizaban en la capital el tándem que han formado Ruidoblanco y La Sonrisa de Julia para ofrecer dos conciertos en Barcelona y Madrid. Una propuesta en la que no hay teloneros ni cabezas de cartel, se han turnado en el orden como buenos compañeros. Un banda que está empezando a dar sus primeros pasos en el caso de los catalanes y una banda más que rodada como es el caso de Marcos, Curro y Raúl.
Si en el concierto de Barna comenzó La Sonrisa de Julia, en la capital fueron Ruidoblanco los que abrieron fuego con su propuesta de arregladas armonías, voces cuidadas y momentos de éxtasis guitarrero, convirtiéndose en mantras sonoros al más puro estilo Planetas, salvando las distancias.
Como bien nos comentaba Salva el día anterior “somos un grupo con algo más que dos voces bonitas que empastan bien” y así nos lo demostraron en la hora y pico que estuvieron sobre las tablas del amplio escenario de la Caracol.
Brillaron temas como «Palabras que apagaron el incendio» uno de los temas más conocidos de la banda por aparecer en su Lp «Midiendo el tiempo con canciones» la colaboración del gran Iván Ferreiro, «Última versión de ti«, «Octubre» y «Ni las intenciones» con su potente final en el que dan ganas de quedarse enganchado disfrutando del la psicodelia.
Mención especial para la versión que se marcaron del tema «Como yo te amo» compuesto por el maestro Manuel Alejandro y conocido por haber sido interpretado por grandes como Rocío Jurado o Raphael y últimamente también versionado por Niños Mutantes.
Aunque es cierto que no jugaban en casa y que la mayoría de las personas que ocupaban las primeras filas no
iban a verles a ellos, la banda consiguió hacerse respetar y poco a poco se los fue ganando para metérselos en el bolsillo en la recta final del concierto.
Rudioblanco se están haciendo con su espacio dentro del circuito y si las críticas siguen siendo tan favorables
tanto entre los medios como entre sus compañeros de profesión, únicamente les quedará coger kilómetros para terminar de llevarse su merecido premio.
La salida al escenario de los tres chicos de La Sonrisa de Julia terminó por encender la noche madrileña. Si a los cinco jóvenes anteriores les falta carretera, los que acababan de subirse al escenario tienen como para regalar.
Con una curiosa puesta en escena, ya que han prescindido del bajo y ahora Curro lo suple con su teclado y, por otra parte, Raúl se ha lanzado a tocar de pie, siendo el primer batería que se atreve a ello; salieron con todas las ganas del mundo.
Con un nuevo álbum en ciernes y siendo el final de gira, no dudaron en darlo todo y entregarse ante una Caracol de la que ya solo quedaban unos cuantos huecos al final de la sala.
Repasaron todos sus clásicos como “Llevo tu voz” , “Bipolar” o “Euforia” tema en el que se hermanan con Ruidoblanco en cierta manera, ya que en la versión del disco también colabora Iván Ferreiro.
Tienen previsto grabar nuevo álbum en breve y nos adelantaron un par de temas entre los que se encuentra un rock and rollero “Muévelo” que tiene muy buena pinta y para mi, abre para ellos un nuevo registro en el que, según se les vio, están la mar de cómodos.
Es una delicia escuchar a un cantante como Marcos que no tiene ningún problema para dar todas las notas en
su sitio y no achantarse en los directos porque uno está un poco cansado de escuchar agudos en los discos que a la hora del directo se convierten en medios tonos insípidos que no aportan nada y hacen que los temas pierdan toda la emoción. Sin embargo, Marcos no hace esto y por eso ahí va mi reconocimiento público, ¡chapó para el cántabro!
Otro detalle que quiero reseñar y que me impresionó, fue la manera de desprenderse de un bajista en una banda de rock como ellos y optar porque sean los teclados los que ocupen su lugar. Curro lo hace de manera muy solvente pero no sé si por problemas técnicos o por fallos en la ejecución, a veces no se escuchaban esas notas y deslucían los temas.
Bravo por el técnico de luces que se trabajó de manera muy notable el espectáculo y consiguió crear
momentos mágicos sobre el escenario.
Es curioso como estos chicos comenzaron un camino prometedor cuando lanzaron su primer gran éxito allá por 2004 y poco a poco se les fue apagando la llama. Me da la impresión de que no ha sido por una falta de calidad en su música, ni mucho menos, sino por un tema de cansancio o desazón ante lo que se mueve en estos mundos de marañas empresariales… no llegando a obtener el reconocido lugar que se merecen.
En resumen una gran noche de primavera en la capital en la que muchos disfrutaron cantando a gritos los temas de su grupo favorito y a otros pocos se les descubrió a una prometedora banda con mucho que enseñar.
Fotografías – Inma Lorente (@littleforespan)