Fotos: Felipe Escobar
El pasado 18 de septiembre, Inazio presentaba su primer álbum entre su gente y los medios de comunicación. Un disco que parece que va a ser un impulso gigantesco en su carrera musical
En un día lleno de emociones y sentimientos, el artista navarro presentaba su primer disco con altas expectativas. Fue un evento a lo grande al que también asistieron invitados de la escena cultural. Actores como Pol Grach y cantantes como Mafalda Cardenal, le apoyaron en ese momento tan importante para él.
Los fans esperaban ansiosos en la terraza del Estudio 5020, ese espacio creativo abierto por su compañía discográfica, Sony Music, en el madrileño barrio de San Blas. Unas instalaciones increíbles para otorgar mayor calidad y comodidad al evento.
Por supuesto, en el inicio del mismo estaba a la vista su nuevo merchandising, que denota un gran amor y dedicación en el diseño de gorras, camisetas o vinilos. Allí pudimos apreciar la portada del disco y su estructura tan llamativa.
Las dos caras del álbum son dos partes bien diferenciadas. Mientras una tiene canciones que siguen el pop actual, con buenas melodías y una buena base de fondo, la cara B mezcla características del pop, su estilo principal, con un estilo más rockero. En él cambia la guitarra española por una eléctrica y el baterista es mucho más agresivo al tocar y al motivar al cantante.
Ambas partes tratan sobre la conexión del cantante con el mar, donde utiliza el agua como medio para narrar sus historias. En la cara A podemos encontrar canciones como ‘Oasis’, ‘Arroyo’ o ‘Nana del marinero’, donde el cantante nos está enseñando las diferentes etapas de la vida. Al presentarlas en directo, su banda dejaba ver su absoluto deleite, haciendo bailar a todos los que estábamos presentes en esta fiesta de lanzamiento.
A su vez, encontramos dos canciones de transición que el cantante no sitúa en ningún momento vital, sino en las transiciones entre esas distintas etapas. Ahí se incluye la tan esperada colaboración con Iñigo Quintero, que sin duda va a tener una recepción brutal por el público y sus fans. Sin embargo, no tuvimos la suerte de verlo sobre las tablas en esta ocasión.
Las canciones de la cara B pertenecen a la etapa ya adulta. Acaba el disco con dos temas con los que llegamos al mejor momento de la noche. La primera de ella, ‘Atlántico’, sencillo ya lanzado anteriormente; con la segunda, ‘Deja huella’, Inazio consiguió que todo el mundo saltara y disfrutara durante un tiempo de su música.
Al terminar, me acerqué a su mejor amigo con intriga y le pregunté que si realmente Inazio era así de amable y divertido siempre. Me respondió esto con una sonrisa: “Él es maravilloso, es dulce, es agradable, es majo y tiene un gran corazón”.
Un disco con una temática muy profunda y un equipo de músicos dedicado al cien por cien en el proyecto construye, junto al carisma del artista, una fusión que es imposible que salga mal y que no le guste al público.
Cuando juntas el esfuerzo y una voz tan carismática en una misma receta (¡Y juntando un poco de música claro!), se consigue un disco muy interesante. Si bien es cierto que tiene varias canciones con temas muy repetitivos o con una construcción muy simple, lo contrarresta con canciones originales, que pecan poco de lo más criticado en el pop comercial: el uso repetitivo del estribillo.
Bajo la experiencia que yo viví ese día (y acordaos de mis palabras), este disco va a sonar mucho en nuestro Spotify y en YouTube y va a triunfar de manera inmediata.
Felipe Escobar
Redacción