Sophia (2024)
- Dabelha
- ⭐️ 7/10
- Coequipier
Dabelha debuta con un álbum en el que se manifiesta su ser natural
Dice de ella misma que antes era una chica triste y negativa, pero ahora ya no, y que la puedes encontrar en las montañas.
Su single de 2023 ‘Damisela’ bien puede ajustarse a esta descripción. La imaginamos con su ukelele correteando por los prados de diferentes tonalidades del verde de su Cantabria natal. Es una estampa en calma.
En 2024 nos sorprende con un primer debut en forma de álbum, ‘Sophia’ (autoproducido como toda su música anterior, y mezclado por Javier Escudero), aunque ha sido bastante prolífica en el lanzamiento de singles desde 2022, algunos de los cuales han tocado lo que ella denomina Solar Emo, un concepto que abarca sensaciones oscuras con mucha luminosidad junto a una estética alegre; mientras que otros, en cambio, se alejan de ese plano espiritual como ‘Si esto te Raya’ o ‘Hu’, incursiones algo más experimentales y abstractas dentro de su radio de acción.
Hay que recibir la escucha dispuestos a abrazar la propuesta que esta artista, en un estado muy consciente de conexión con la naturaleza, trae bajo el brazo cofiando en el sello Coequipier.
Bebe de referentes que van desde FKA Twigs y 070 Shake a Grimes o Lana del Rey, desde Lole y Manuel y Chopin hasta Enya y Alice Phoebe. Influencias dispares pero con cierto nexo de envoltura terrenal, incluso onírica.
‘Intro’ es esa puerta hacia la manifestación hipernaturalista que conforma ‘Sophia’. Sonidos de la naturaleza, al principio sutiles, van in crescendo hacia lo salvaje en esta pieza instrumental que cumple su requisito.
La voz, a veces ininteligible, de Dabelha ayuda a sumergirte en esa atmósfera donde ella quiere que entres para que comulgues con su imaginario sonoro. Que sea ininteligible resulta una destreza.
Las letras están trenzadas fuertemente en un discurso de amor por la naturaleza hacia pulsiones trap y loops ambientales de electrónica cuidadosamente producida, como en ‘Diablo’ (una de las canciones que compuso en Madrid, ya que la mayoría fueron en Cantabria) o ‘Soy Como la Primavera’.
Hacia la mitad del disco se sitúa uno de los tres ejes en los que gira el disco: el eje Tierra.
Aquí conviven las tres canciones más conectadas con las pasiones terrenales que la ayudan a aproximarse a géneros más clásicos, comenzando por ‘Soñaste Conmigo’, uno de los dos singles adelanto.
Así, en las dos restantes, ‘Sexo’ y ‘Ashamed’, cambia de idioma para expresarse más libremente. La lengua anglosajona le permite casar unos versos que van tallando una personalidad anulada, que quiere recomponer los pedazos rotos. Es aquí donde alcanza uno de los momentos más álgidos del disco con la utilización de los solos de piano y violín, que bailan al compás del dolor descrito en la letra.
Los otros dos ejes temáticos que componen su debut los denomina Cielo, representando la facción más abstracta y espiritual; y Agua, abordando cuestiones como la psicología, la inteligencia emocional o el amor propio.
No deja de sorprender la capacidad de experimentación de esta joven artista cántabra, que utiliza sin remilgos el autotune barriendo el género urbano para casa en un sonido que funde el bedroom pop con la electrónica orgánica (esta última presente en la excepcional ‘Habitación’) y lanzando el dardo directo a la cara en ‘Nota’, con reflexión para más tarde.
Como una especie de ser de luz oscura, a Dabelha se le ha metido la naturaleza en medio de la música. Su imaginario sonoro acaba de plantar la primera semilla sin dejar indiferente a nadie.
Lorena M.
Redacción