Marenitas publica hoy su precioso primer álbum ‘Una Mente Relativamente Capaz de Admirar’
Era febrero cuando Marenitas nos presentó ‘Las peliculitas hacen pupita’ y pude preguntarle sobre su lanzamiento en estas páginas. Ahora, finalizando el año, presume de entregar al mundo su primer álbum ‘Una mente relativamente Capaz de Admirar’, nueve canciones, la mayoría de ellas conocidas en esa previa que fue su EP ‘Una mente incapaz de admirar a los demás’, que ha mutado en este trabajo del que nos habla hoy y que atrapa todo lo vivido en estos dos últimos años y medio. De cantar encerrada en el baño a tocar en la Sala Sol, alejarse de su zona de confort la ha permitido crecer a unos niveles altísimos personal y compositivamente.
Una mañana de noviembre quedamos para vernos en persona, ¡por fín! tras varios intentos fallidos, en una cafetería de la plaza Dos de Mayo de Madrid. Su candidez y alegría no me sorprendieron demasiado, pues ya iba prevenida tras conocerla a través de sus letras. Una entrevista especial que espero que disfrutéis tanto como lo hice yo.
El EP se llamó ‘Una mente incapaz de admirar a lo demás’ y el LP tiene por título ‘Una mente relativamente capaz de admirar’ es un cambio sutil, ¿de dónde viene?
Cuando lancé el EP no sabía muy bien si iba a haber un disco o no y lo que quería hablar y dar pie a entender era la figura de una mente incapaz de admirar, quería presentarla, a este tipo de persona que es cerrada pero abierta a la vez, que te deja un poco entrar pero hasta cierto punto, que a lo mejor es muy guay como amiga pero como pareja a lo mejor no la quieres mucho, una persona a la que le cuesta el contacto físico. Es un perfil que se puede localizar a veces en algunos de tus amigos como esa personita y quería presentar y dar a entender un poco quien era con ese EP.
Y luego con el disco, cuando empecé a escribir, yo me he identificado, claramente un montón, con esa mente incapaz, todo lo que he intentado estos dos años en los que se ha ido fabricando el disco es intentar ser capaz de querer. A lo mejor, en el sentido romántico de la palabra, de decir: «me gustaría ser capaz de querer a alguien bien, de una forma un poco sana». Fue intentar hacer ese camino, el disco ha sido intentar hacer ese camino y en el camino he sido un poco capaz, no he sido capaz del todo, pero he sido un poquito capaz. Dar a entender eso, casi pero no.
Pero estás satisfecha ¿no?
Con el disco, sí (risas), musicalmente estoy súper contenta, la verdad. En la parte personal, el viaje es un casi pero no, no voy a cambiar en dos años la vida.
Has compuesto las canciones a raíz de lo que te estaba pidiendo esa etapa, ese camino del que hablabas del incapaz al relativamente capaz, has ampliado el repertorio…
Sí es verdad que antes tenía las canciones ya preparadas y sobre ellas hacía el concepto, pero esta vez empecé el concepto, tenía varias canciones, no tenía las nueve, tenía cuatro, tenía hasta ‘Instrucciones para volar en un avión de vuelta a casa’, y de repente me senté por primera vez a componer, de decir «voy a componer» no de componer a ver si viene la inspiración, sino me voy a sentar a componer y como no quería que se quedaran sueltas algunas canciones, alargué la historia para que se construyera un disco.
En el fanzine que acompañará al disco explicas cada una de las canciones con un texto que aparece en las páginas pares, pero en ‘Una mente incapaz de admirar’ el hueco está vacío, es el único hueco vacío…
Es porque al final, como estoy hablando todo el rato de la mente incapaz de admirar, me pareció repetitivo centrarme en hablar de la canción, que siento que, justo esa canción, explica la mente, todo, la canción habla por sí misma.
«Tengo los últimos dos años y medio condensados en uno, ha sido como todo muy bestia y ha supuesto, sí…como mucho darle vueltas a muchas cosas».
«También a nivel de la parte musical, del escenario, del directo, ponerme en muchos lugares nuevos».
Un muy buen acierto porque es como «qué ha pasado aquí, está el hueco vacío». Has diferenciado en tres grupos las canciones del disco y ésta, ‘Una mente incapaz de admirar a los demás’ entra en el grupo de la etapa de transición. ¿Es tu canción más personal?
Para mí creo que sí. Es de estas canciones que terminas de componerlas y dices «en ésta es como que siento que he contado todo» es como la raíz del disco.
Eso me había parecido.
Sí, la escribí y dije «aquí está lo que quería explicar al principio», lo que explica mejor lo que supone ser una mente incapaz y a dónde quiere llegar y la intención de verdad y es para mí casi la más íntima, aquí no hay tantas metáforas y es la verdad hablando por la verdad.
El álbum ha sido cocinado en dos años y medio, tiempo donde has experimentado muchos cambios y donde has reflexionado sobre muchas cosas plasmadas en el disco. ¿Cómo has procesado todo esto? Ha sido un salto de madurez muy bestia, creo.
Sí, ha sido un poco heavy, me paro a pensar y tengo los últimos dos años y medio condensados en uno, ha sido como todo muy bestia y ha supuesto, sí…como mucho darle vueltas a muchas cosas, también a nivel de la parte musical, del escenario, del directo, ponerme en muchos lugares nuevos, más conciertos de los que tenía esperados en mi vida, que haya ido bien. Ha sido a nivel de reflexión interna heavy y sí que ahora estoy como en un periodo de pausa, no quiero volver a componer en un tiempillo porque me pide el cuerpo calma, me pide parar.
Pero entiendo que en mi vida, en mi día a día soy una persona que va a su bola, solitaria, que no le gusta mucho quedar (risas), eso da para pensar un rato, la verdad, estando sola le das a la cabeza, se concentra más ahí todo y sí que es verdad que llevo dos años de mucho cambio, de mucho salir de la zona de confort, y ahora es como que digo «toca parar un poco» porque no sabes quien eres tampoco, estás saliendo todo el rato de la zona de confort y no sabes donde está tu límite de las cosas, como puedes contra todo, entonces, vamos a parar un poco.
Han sido dos años muy chulos, me han pasado cosas muy chulas pero ahora toca parar, la verdad. Sí, ha sido loco.
Ahora que has dicho nuevos lugares en el aspecto de escenario… ¿a qué te refieres?
Por ejemplo cuando empecé tocaba en la sala Búho Real y ese era mi lugar de concierto. De repente me llama Lígula y me dicen: «¿quieres telonearnos en sala El Sol?» y es como ¿estaré yo preparada para este lugar?, es romper la zona de confort, que llevo nada tocando y tocar aquí es un honor enorme, un respeto enorme al sitio y que al final supone a nivel interno prepararte y decir “no sé qué va a pasar”, lidia con ello. Me están empezando a llamar de lugares de la Comunidad de Madrid para tocar en Sesión Vermut, irme a pueblos a tocar y decir «qué locura». En Tenerife me están llamando más, irme allí, tocar en mi tierra para mí es … nunca había tocado antes.
A nivel externo y del proyecto agradezco que me esté yendo bien y que me estén llamando, pero a nivel personal es todo el rato a ver qué pasa, sorpresa…
¿Qué ha pasado para que des ese salto que dices? De estar en Búho Real a tocar en más sitios, en tu tierra…
A Lígula les conocí en el Búho Real y a partir de ahí tienes oportunidad de ir a otras partes con ellos, conocer a bandas para otras cosas, para colaborar.
No sé si es el boca a boca pero ha empezado a ir bien de repente el proyecto, yo lo agradezco (risas). Ha sido una casualidad muy chula decir «está yendo bien». Es como ¡qué guay!.
Prefiero que me sigas follando, no estoy preparada para dejarme tocar pertenece a ‘Cuando se acabe la goma del lápiz’ donde relatas lo que te aterra y lo que te alivia. Admiro tu capacidad para contar algo tan íntimo y tu generosidad por compartirlo.
Claramente me asusta pero a la vez digo: «siento que cuando antes se diga algo, también e normaliza de una forma u otra». En estos años, algo que he aprendido literalmente a que tengo que aprender un poco a cortarme porque a veces me paso de la raya , me he pasado de filtro, tengo que colocarme el censurar a veces pero sí que hay una parte de querer normalizar que somos muchas cosas y que podemos ser varias cosas a la vez y querer normalizar esa parte creo que es importante, y por otro lado tengo una tranquilidad porque tú lees eso y tú no piensas en mí, tú piensas en ti. Cada persona lee eso y le tranquiliza a esa persona, no estás diciendo «ay, María cuando escribió esto ¿por qué habrá sido?» sino que os lo lleváis para vosotras y eso es una tranquilidad enorme.
No lo había visto así, es guay eso
Sé que es para vosotros, me viene bien a mí para descargarlo y súper guay que me digas eso ahora porque es como ¡bien! se ha cumplido algo.
Para ti las canciones son como amigas consejeras, te alivia escribir, sobre todo canciones y cantar es la oportunidad de decir en alto las cosas que tienes miedo a decir. ¿Alguna vez has tenido sequía creativa o has pensado en tirar la toalla?
Sí, realmente cuando me vine a vivir a Madrid tuve ahí una época que empecé la carrera, en el Covid sobre todo, en los inicios del Covid, la inspiración no estaba en ningún lado y sí, me acuerdo que en esa época me sentaba a escribir y no salía nada con lo que estuviera contenta, dije: «se acabó, voy a ser periodista y comunicadora audiovisual, se acabó la música para siempre y ¡chimpún!».
Lo que me pasó fue súper curioso porque fue eso, dejar la música por completo de lado, estuve tres meses sin tocar, sin cantar, sin nada y el cuerpo de repente te lo pide. Fue guay. De ahí salió el EP ‘Esculpir en el aire’ como segundo EP que tengo, es el resultado de ese bloqueo creativo, todo lo que salió fue muy guay. Siempre tengo un poco de confianza cuando viene una etapa de sequía, me digo «paciencia, en algún momento llegará algo, y si no vete a hacer otras cosas con tu vida y ya te llegará la llamada y si no te llega…bueno…»
O sea, eres positiva
Sí, un poco sí, me digo que si esta parte no sale ahora, ya saldrá, tampoco me voy a forzar. Hay gente que se esfuerza y mola el tener esa disciplina pero por mi parte me lo tomo como que si no sale ahora prefiero descansar y que me llamen cuando me tengan que llamar.
Me llamó la atención la comparación que has hecho entre volar y el miedo a la muerte. Se habla poco en canciones sobre temas como la muerte, temas tabú. ¿por qué crees que se explora tan poco algunos temas y otros como el amor y el desamor sean tan manidos?
No sé muy bien si es porque a lo mejor ahora estamos con el mensaje de vive el momento y se ignora totalmente esa parte de ¿qué significa la muerte? en vez de, a lo mejor, decir te ignoro y vivo el momento, no sé si van los tiros por ahí.
Sí puede ser…
Pero la muerte es un tema curioso, es un tema complicado. No sé, también depende de la forma de la muerte, la formas que hay. A mí me da mucho respeto hablar del suicidio, soy incapaz de sentarme y hablar de ese tema pro a lo mejor d la muerte como concepto de morir por accidente sí que soy capaz pero tampoco mucho porque si te pasas dándole vueltas concluyes en que quieres quedarte en casa. Es un tema delicado, hay que tenerle respeto y al final que cada uno lo gestione como pueda. Me parece normal que haya tabú con ese tema, no está ni bien ni mal, no es fácil de hablar y en ‘IPVEUADVAC’ sí que me fue fácil pero porque sentí que me tenía que sentar a hablar de eso para reconciliarme un poco con el avión.
Es un poco terapia para ti entonces.
Sí. Dijo una vez Zahara, que creo que es muy importante, que cuando compones abres un montón de cajones que se quedan abiertos y hay veces que ir a terapia luego está bien porque eso se queda abierto y a lo mejor es peligroso que se quede abierto. Es como ir al psicólogo, ahora estoy, de hecho, en la etapa de ir al psicólogo para colocar todo un poco.
A lo mejor yo tengo ese momento de sinceridad conmigo misma en estos temas y tranquilidad a la hora de hablar pero he tenido que ir a colocarlo con calma.
«Siento que escribo para normalizar.
Prefiero decir que esto es así y así será y va a ser así siempre.»
Hablar sobre la relación que tienes con tu cuerpo te da bastante respeto. ¿En qué momento nació la idea de componer ‘La de los espejos’? ¿Te fue difícil encarar este tema?
Esta canción fue la primera que compuse de todo el disco, nació en junio de 2021, creo, y a mí en esa época, en pandemia se desató un punch, llegué a mi límite de mala relación con mi cuerpo. Y meses después, cuando se empezó a salir a la calle se me hizo complicadas ciertas cosas y en ese momento tenía mala relación. Componer esa canción fue decir «estoy cansada de revisarme todos lo días delante del espejo para ver como tengo la barriga, cansada de ver las estrías y sentir rechazo».
Siento que escribo para normalizar, es decir, en vez de decir «ay, mis estrías», digo «mis estrías están ahí porque he crecido y punto». Prefiero decir que esto es así y así será y va a ser así siempre, y va a estar ahí y mirarme al espejo de otro modo.
Te has reconciliado con tu cuerpo.
Sí, poquito a poco, pero sí. Es un tema que parece superado pero de repente no hay un viaje estable. Me da un montón de rabia porque me parece una mierda absoluta, la verdad, el como nos han criado como mujeres, la mierda que nos han metido.
Que tenemos que estar guapas siempre, ¿no?. El cuerpo tiene que ser normativo, prototipo de cuerpo barbie …
¡Exacto!, todo bin tonificado, no se qué, y en el sexo también, estoy cansada, no puedo (risas). No sé si son cosas que llevo yo mal por la relación con el cuerpo o si es porque falta más educación en general. No sabes muy bien cuándo s algo tuyo y cuándo del otro, cuándo de la sociedad. Y es algo que digo «¡qué mierda, ojalá se elimine, estoy cansada!».
Es bonito el poso que dejan los recuerdos que generan una canción como ‘Una nueva grieta’ que la disfrutas siempre como si fuese la primera vez que la interpretaste. Háblanos más de ello.
La tengo un cariño especial, es la primera canción que hice con alguien, con Eric, que es una persona súper guay y me trae recuerdos en mi casa los dos, tranquilitos, escribiendo, viendo cómo hacerla, de cuando me pasó la canción que salió súper rápido. También porque me he parado a pensar y lo que más me sorprendió es la parte de que al principio, por ejemplo, no me identificaba para nada con la letra, y ahora la entiendo, la vivo yo y es una de las cosas guays de la música, que eres una cosa, luego eres otra y le lees algo diferente a las canciones, es muy guay.
Es quizá igual que pasa con los libros, que los lees a una edad y tiempo después los relees y significan distinto, para nada eran la misma lectura o has descubierto algo que la primera vez no.
Exacto, es decir, me está aportando cosas nuevas y eso es muy guay.
Para ti Marenitas es una de la personas más importantes para ti ahora mismo. ¿Es por lo que dijiste antes de toda esta etapa de auto descubrimiento?
Para mí Marenitas es un escudo frente al mundo en el sentido que yo antes de Marenitas, literalmente, estaba cantando en el baño de mi casa, no cantaba ni a la gente, ni en la habitación. Me iba al baño de mi casa a cantar, con la puertas del baño, del pasillo y de mi habitación cerradas y porque no había más puertas pra llegar al baño que sino, también las iba a cerrar, y de repente te creas otro personaje que va a dar la cara por ti, no soy yo, es otra persona, y sí es verdad que digo «qué guay tener una persona que me ayude a ver que soy capaz de hacer más cosas de las que pensaba” porque no dejo de ser yo la que hace las cosas (risas).
¿Es un desdoblamiento?
Sí, exacto. Ahora están bastante fusionadas y a nivel personal me ha ayudado un montón. Antes las separaba mucho pero ahora son más parecidas.
¿Cómo sale una canción de Marenitas? ¿Partes de la música y luego la letra?¿Cómo es el proceso creativo?
Normalmente sale primero la letra, tengo un montón de cuidado con la letra que estoy cocinando durante muchos meses y luego sale la música a partir de la letra, me gusta mucho que la propia letra le dé musicalidad y cierta melodía . Sí es verdad que me suelo centrar más por ahí, pero en ‘El Desescalamiento de la intimidad’ y ‘Las peliculitas hacen pupita’ no porque fueron compuestas a piano y vino primero la base musical y luego ya, la letra. En la mayoría, tengo un cuidado con la letra muy grande.
Referencias a ‘Sola en la Luna’ de Annie B. Sweet en una de las canciones de tu primer disco, la lista de canciones que aparecen al final en el fanzine, ¿también son referenciales? ¿O qué significado tiene que estén ahí?
No, para mí esas canciones… lo que sentía de ellas es que estaban hablando de la mente incapaz de admirar pero desde otro lado. Son canciones que podría haber escrito en ‘Una mente incapaz de admirar’, en ese sentido, un poco por ahí va la cosa.
El universo que creas en el disco es hermoso, con letras de gran significado. Es una maravilla para escucharlo sola o acompañada, en cualquier estación del año, muy acogedor. ¿Qué sensaciones tenías a la hora de crearlo? ¿Cómo te sientes al ver que es una realidad?
Siento que tiene algo de acoger, de querer resguardar un poco, no con intención pero sí que me ha parado a pensar, y cuando escribo, de una forma u otra me estoy acogiendo a mí. Qué guay que se haya trasladado a la gente, pero no lo hice para que fuese para varias situaciones sino que musicalmente quería salir de la zona de confort y cada canción suena a su madre y a su padre, aunque sean todas comunes a un hilo, creo que juega un poco con sonidos nuevos en cada una.
Supongo que, como a la hora de escribir hay un punto de querer acoger y querer entender, de entendimiento y comprensión, entiendo que se traslade ahí.
Fechas a parte de la presentación el día 25 de febrero
Haré gira pero sobre la marcha, mi plan es rodar un poquito, no en formato banda, por España.
Lorena M.
Redacción