El grupo publica su disco ‘El Arte de Perder’
El pasado martes, la banda presentó su último álbum ‘El arte de perder’ en Fnac Triangle de Barcelona con una degustación en acústico de algunos de los temas, entre los que no podían faltar ‘La orilla’, “oficialmente la canción más triste del disco”, o ‘La vida moderna’, “el tema que ha financiado el álbum”, comentó el cantante del grupo.
Diego, Pepe, Rafa y Yago, que se unió a última hora, nos regalaron una conversación distendida y una entrevista de lo más completa.
Si hay algo que reivindicáis es que sois una banda. ¿Qué significa esto para vosotros?
Pepe: Para mí significa todo: vivir las aventuras con ellos, palmar (por eso el disco se llama ‘El arte de perder’), aprender a palmar juntos. Llevamos diez años tocando para dos personas en sitios inmundos y ahora por suerte empezamos a crecer y a vivir otra realidad de la música que casi nadie vive y hacerlo con los amigos es lo mejor.
Al final hay mucha gente que ha triunfado o que le va bien, pero toca con gente que ha contratado, musicazos y tal, pero nosotros seguimos siendo colegas. Cuando yo tengo un finde libre lo que hago es irme con Diego al cine. Para mí una banda es compartir con amigos y aprender a equivocarse juntos.
En estos diez años, ¿cómo ha sido la evolución de la relación de la banda?
Diego: Por supuesto que ha habido momentos tensos y cuando estás tomando decisiones ahí tienes movidas, pero de verdad que tenemos como una inercia de hablar las cosas y comunicarnos lo máximo posible. No quiere decir que te libre de las discusiones ni que haya cosas que vayan mal, pero por lo menos nunca hemos tenido un gran inmenso drama.
Antes de que suceda es mejor tener una conversación incómoda que un drama grande a solucionar, aunque pases el pudor de hablarlo en primera instancia, y me alegro de que sea así. Como decía Homer Simpson: “el problema es la comunicación, demasiada comunicación”.
Sin duda sois una de las bandas del momento, peor lleváis más de diez años juntos. ¿Cómo ha evolucionado esta banda a nivel musical, desde que tocabais en ese garaje en Toledo? ¿Qué se mantiene de esa esencia de la banda inicial a día de hoy?
Diego: Ahora tocamos bien, razonablemente bien (ríen).
Pepe: Diría que nos lo tomamos con la misma tontería, la misma guasa del principio, pero ahora hemos mejorado tanto artísticamente como a nivel logístico. Cuando salimos de Madrid todo el mundo está pensando en todo, en que vaya todo bien.
Somos muchos viajando, tocamos en sitios muy grandes, hay un montón de cosas alrededor y estamos tocando igual que antes, cuando estábamos en el local los cuatro, con una pantallita y una cerveza. Ahora hay miles de personas delante pero yo estoy pensando lo mismo: estoy viendo a Diego que está tal, el otro que sé que le duele la cabeza, y sé que cuando acabemos el concierto nos vamos a tomar unas cervezas juntos y vamos a seguir siendo los mismos.
Diego: De hecho, Pepe es el Tony Stark de la banda, está atrás en la batería mirándolo todo, y con un micro por el que se comunica con nuestro equipo si ve que hay algún problema. Pepe tiene una visión de juego que no tenemos nadie.
Pepe: Y si hay problemas hago chistes.
Comentáis que los inicios no han sido fáciles y que os habéis tropezado muchísimas veces. ¿Es vuestro último álbum, ‘El arte de perder’, una guía de supervivencia basada en estas experiencias?
Diego: Literal, en cierto plano sí. Por lo menos de varias experiencias, de todas las que han cabido y son de las mejores canciones del repertorio. Creo que se han quedado anécdotas fuera pero quizás no eran canciones tan buenas o no le gustaban al mánager, aquí presente.
Entiendo entonces que tenéis más material, así que ¿quizás podemos tener ‘El Arte de perder’ volumen 2?
Diego: Hay un disco de 18 o 20 temas que se podría sacar. Serían peores seguro.
Será vuestra opinión…
Diego: No, la poda siempre es buena, favorece al árbol. Una cosa es cómo te ves tú mismo, que todo tu material es maravilloso y hay algo de músico de ser un ego maníaco. Hay un consenso sobre que (algo que nos cuesta mucho entender a los músicos) es mejor un buen álbum de 30 minutos que un álbum sobrecargado de 45. Yo creo que ayuda, o sea, lo que se ha quedado fuera seguro que tenía un motivo para quedarse fuera.
Definís este disco como sincero y honesto. ¿Qué significa para vosotros presentar este trabajo y cómo lo estáis viviendo a diferencia de los anteriores discos?
Rafa: Para mí concretamente es el primero. Yo empecé en 2021 en la banda, justo cuando estaba Diego empezando a elaborar el discurso de ‘El arte de perder’, y a mí me hace mucha ilusión porque yo era fan de la banda antes de estar en ella. Nunca me habría imaginado formar parte del proceso creativo y grabar un disco con Veintiuno. Al ser el primero lo recordaré siempre con ese cariño.
Aparte de que me parece un disco muy sincero, tiene algo muy bonito de los cuatro: hemos recuperado una esencia que teníamos en la adolescencia, cuando escuchábamos la música sin muchos complejos y ni analizando tanto como ahora. Sí que sabemos más de música y analizamos más todo lo que escuchamos, y yo creo que nos hemos liberado bastante de todo y hemos hecho un disco muy como de local. La verdad es que para mí es increíble.
Diego: Para mí todo igual menos lo que es el primer disco.
Pepe: A mí me gusta que llevo ya tanto tiempo con Diego, que cuando él escribe una letra yo creo que hay veces, sin él ser consciente, genera ciertas ideas o recuerdos. Con Yago, que somos los que más llevamos, lo compartimos y lo comentamos: “Aunque creo que no lo sabe, esto lo está diciendo por esto”. Es muy gracioso porque hay tantas cosas en las canciones que ha escrito Diego para este disco que me recuerdan a estos diez años tocando…
Me encanta cuando él cuenta la historia de “hemos estado perdiendo, ahora nos va bien, pero queremos hacer como un pequeño homenaje a esa época y seguir p’alante”.
Es lo que hablamos, y si vuelve a ir mal en algún momento…
Pepe: ¡Que va a pasar!
Diego: Que va a pasar, pero tienes herramientas y aprendes a desapegarte. El disco tiene mucho que ver con la polisemia que está implícita en la idea de perder. No solo es en el sentido de la derrota, que es el inmediato que nos viene a todos a la cabeza. Tiene mucho que ver con dejar ir cosas y aprender a abandonarlas, incluso la ira.
Hay una canción del disco que la premisa sobre la que parte es que hay un momento en el que tú no te das cuenta, pero has dejado de estar enfadado con alguien. Es un sentimiento muy preciso, un sentimiento tan pequeño que puedes pasarlo por alto hasta que alguien lo señala. Seguro que cuando he dicho esto te viene a la cabeza gente con la que has estado muy enfadada y ahora dices “ostras ya no lo estoy”.
Desde esa emoción para mí había una canción y hay una historia que teníamos en común sobre la ciudad de la que somos, y que tenía mucho que ver con la gente a la que has dejado ir por un motivo o por otro, pero ya no estás enfadado como solías estar. Cuando te das cuenta de eso hay algo superliberador en esa idea. Todo el mundo tiene a alguien, pero no escribas, es una trampa (ríen)
Si no voy equivocada se ha grabado este disco en diferentes puntos de la geografía española. ¿Por algún motivo? ¿Qué es lo que ha aportado cada lugar de especial al trabajo?
Rafa: Yo creo que todos estábamos de acuerdo en que queríamos enriquecer el disco con diferentes productores. Ha estado Santos y Fluren (Santos Berrocal y Florenci Ferrer), Tato y Ale Acosta, y cada experiencia es muy diferente entre sí, pero también hay un lugar común y creo que todas han sabido entender un poco lo que esperábamos del disco.
Con Ale estuvimos en un estudio superguay que tiene en su casa, en la sierra norte de Madrid, y fue una experiencia como más bucólica, rodeados de naturaleza, y donde hicimos un tema en un día, que es ‘A la orilla’. Luego con Tato Latorre hemos estado en su estudio en Madrid y hemos hecho cuatro temas que también ha sido una experiencia muy guay porque la forma de currar de Tato es increíble: él busca siempre la emoción, sienta a Diego en el piano, descompone la canción para que funcione solo con su voz y el piano, y luego arropamos todos los demás con nuestros instrumentos, pero de una forma muy intuitiva. Incluso no nos damos cuenta de lo que estamos haciendo cuando estamos con Tato, estamos confiando en él al 100% y al final siempre queda super guay.
Con Santos y Fluren estuvimos en Casa Murada que también fue muy bonito; fue más como un retiro donde estuvimos una semana super tranquilos mascando muchísimo las canciones. Creo que las canciones con más emoción han salido de allí, de haber estado los cuatro juntos conviviendo. Han sido tres experiencias muy diferentes pero que han enriquecido mucho a que el disco sea muy heterogéneo.
Habéis sacado los temas del disco a cuentagotas, pero sin duda el lanzamiento de ‘La vida moderna’ ha sido un bombazo. ¿Cómo surgió esta colaboración con Love of Lesbian?
Diego: Llevamos mucho tiempo hablando con Love of Lesbian. Los conocimos como en 2018 y son una banda admirada y no solo de referencia, porque referencia es algo en lo que te puedes fijar a nivel estético y ellos son una banda que tiene muchas cosas de las que uno quiere ser como banda. Love of Lesbian llevan tocando juntos 25 años; son gente que además entiende qué es que te vaya mal: empezaron a funcionar en un cuarto o quinto disco, cuando lo habían hecho todo, lo habían intentado todo y aún así dieron con la tecla cuando nadie hubiera dicho que la fueran a dar. Llevan haciendo discos increíbles desde entonces.
Son una banda hipercreativa, siempre están haciendo cosas y se llevan muy bien. Me parece flipante que te lleves tan bien, lo que más le pregunto a Juli y a Santi es cómo lo hacen, y ves cómo tienen adquiridos sus roles, saben relacionarse entre ellos, dejan los egos aparte y siguen currando. A mí me parece flipante. Con nosotros han sido extremadamente generosos. Nos costó mucho dar el salto a tener una canción; cuando admiras mucho a alguien entiendo que es razonable, salvo que seas un puto ego maníaco de mierda y pienses que todo lo que haces es oro, pero sino entiendo que uno tendrá sus tribulaciones sobre si lo que enseña a la gente que admira vale la pena.
‘La vida moderna’ es la primera canción que dijimos «oye, es esta la canción a enseñarles para que se metan», y efectivamente quisieron.
A todo esto, tenemos que clarificar por favor: ¿Qué ha pasado y qué asuntos pendientes tenéis con Santi Balmes?
Diego: Hay un pequeño ‘negosiado’ que tenemos entre manos con Santi y con Juli, con los dos, que está pendiente de fecha, y no puedo decir lo que es porque se arruinaría la sorpresa, pero estamos cuadrando día. Cuesta mucho y es verdad que, por lo que sea Santi es un poco despegado del Whatsapp, entonces me contesta una cosa, a los tres días me contesta otra, a las dos semanas me manda una maqueta de LoL, esto es literal.
Del próximo disco de Love of Lesbian he escuchado como cinco o seis maquetas, porque me dice “tío, ¿cómo lo ves?”, y digo “¡pero contéstame a lo otro, cabrón!”. Estamos un poco ahí, o sea, es una cosa que va a pasar en algún momento; tenemos que cuadrar agendas, porque nosotros tenemos la agenda de un ministro y ellos la de un psico killer, entonces en cuanto se encuentren pues lo lograremos.
No es la única colaboración que habéis hecho, Chica Sobresalto en ‘Nudes’ o La La Love You en ‘La Llorería’. ¿Os sentís arropados por compañeros de la industria?
Pepe: Sí, claro, yo creo que un montón. Además, ya no son compañeros, son amigos, o sea Mai por ejemplo la conocimos un día que vino a Barcelona porque Diego ya había intercambiado con ella mensajes; tenían cierta relación y la invitó al disco. Apareció allí ella sola con su mochila y era una persona completamente extraña que yo veía en la tele y ahora la veo como una amiga.
Cuando vamos a tocar por ejemplo a Alcalá nos invita a su casa a echar la siesta, ¿sabes? (ríen) Muy guay porque al final somos personas y cada uno está haciendo su camino; la idea es que nos ayudemos y vayamos creciendo juntos. Ahora que hemos hecho un tema con Silvestre y la Naranja igual, o sea ahora mismo son compañeros, pero estoy seguro de que, en cuanto nos conozcamos más vamos a ser amigos.
Os dejarán dormir la siesta en su casa…
Pepe: Por supuesto (ríe).
Diego: Nos saldría a cuenta porque ¡hay que ir a Buenos Aires!
Algo que me ha sorprendido es que habéis lanzado con mucha previsión el tour 2024 y que empezará ‘Ya no nos hablamos’, que a su vez es nombre de la canción que habéis hecho con Silvestre y La Naranja. ¿Por qué ha sido la elegida para enmarcar vuestra gira?
Diego: Porque es un título guapísimo y por lo irónico que tiene. Tuvimos mucha discusión y también hubo una propuesta abyecta, horrible y descartable que fue llamarla ‘La gira moderna’. Muy afortunadamente descartada. Buscábamos un título guay y es verdad que es un disco que define tantísimo el concepto de banda que luego llames a la gira ‘Ya no nos hablamos’ tiene un chiste interno que es muy divertido.
Me estáis rompiendo todo el esquema de la presentación del disco, ¡es todo lo contrario! ¿Cómo no os vais a hablar si sois una banda? ¡Y apostáis por ser una banda!
Diego: era la premisa y luego claro cuando llegas a la canción y ves que no es de lo que está hablando se rompe con el significante, lo que me parece muy guay.
Presentasteis el disco el viernes en Callao. ¿Cómo habéis vivido estas primeras impresiones y el primer contacto con el público en directo?
Rafa: Ha sido guay porque, sí que en ese momento había singles inéditos que no habíamos sacado todavía, y ya teníamos la sensación de estar arropadísimos por la gente que se sabía muchas de las canciones que cantamos ese día. También porque es verdad que el disco tiene un recorrido: ‘La Ruina’ es un single de 2022 y la verdad es que estaba todo el mundo allí con su disco que lo habían comprado. Además el formato físico es superchulo y nos quedamos allí hasta que se fueron las últimas personas.
Pepe: ¡Casi nos echan de allí!
Diego: El de seguridad apagó las luces. Lo siguiente que podía hacer era sacar la pistola (ríen).
Esto que decís es la sensación que también he tenido al escuchar el disco, como si ya lo conociera, porque hay tantas canciones que por un lado ya has seguido y el resto no te suenan extrañas, notas que estás escuchando Veintiuno y debe ser una sensación que ha tenido el público en general.
Diego: Sí, y hay quien lo agradece porque considera que hemos dejado canciones muy chulas dentro, y luego hay siempre alguna voz discordante que dice “es que han sacado el 50% del disco por adelantado y ya no siento la sorpresa”. Ehhh, ¿lo siento? Respondemos ante poderes fácticos más grandes que nosotros.
Pepe: ¡Bastante es que seguimos haciendo discos!
Diego: El hecho de que tengas este disco en la mano es el resultado de ceder y dar y ceder y recibir… y sí, hemos lanzado la mitad de los singles, lo que probablemente ha dado la confianza a la compañía para que hagamos el disco con quien hemos querido, como hemos querido, en los términos que hemos querido y que estemos aquí hablando de ello.
Rafa: Aparte, la salida del disco no significa solo la salida de canciones. Es verdad que puedes acceder a las canciones a través de Spotify, Youtube y tal, pero estamos vendiendo un formato físico, que tiene un arte, unas láminas que se han hecho especialmente y tiene fotografías inéditas, que creo que no se habían visto nunca en redes sociales. Tiene un juego y creo que es un contenido que merece la pena tener. Y luego hay canciones que no habían escuchado hasta ahora.
Diego: A mí hay pensamiento pollavieja que me fascina por ignorante, que es el de que estamos en un momento de la historia en el que ya no se escuchan discos enteros y salen los singles desgranados. Me gusta recordar, con la vocación más docente posible, que el disco es un formato que se populariza en los años sesenta y el formato preponderante en ventas en Estados Unidos, Reino Unido y Europa era el single y el maxi single. Eran los 45 pulgadas, y eran singles con caras B, porque a lo único que responden los formatos es a la manera en que la industria decide venderse a sí misma.
Hay un pensamiento que quiero compartir con la gente que lea esta entrevista: si recuerdas con nostalgia la idea del álbum, solo significa que comprabas álbumes entre los años 80 y los 2000. Lo único que te convierte eso es en una persona nostálgica.
¿Cómo es la conexión que tenéis con vuestra comunidad? ¿Puede ser que vuestra lista de difusión de Instagram sea la más divertida que existe?
Diego: Es gracioso porque el responsable acaba de entrar por la puerta, también bajista de la banda, responsable del canal de difusión y de Telegram.
Yago: En verdad ponemos un poco lo que no podemos publicar simplemente.
Parece que esté en vuestro grupo de Whatsapp de colegas.
Pepe: Es que esa es la gracia, ¡claro!
Yago: Y el Telegram es una fábrica de stickers y gifs que atentan contra nuestra dignidad, pero la gente se lo pasa bien y entre ellos hablan un montón. Se creó un poco porque había mucha gente que nos escribía porque le daba vergüenza venir solos a Madrid a los conciertos que teníamos en marzo. Empezamos a poner en contacto a unos y otros y la verdad es que se han formado varios grupos. De hecho, ya empiezas a asociar caras que vienen juntas que se han juntado de ahí.
Pepe: yY la gente cuando no puede ir a un concierto dice “oye ¿alguien quiere la entrada? O me sobra tal”.
Yago: Ahí hay también una reventa en negro rarísima. Es una preventa entre ellos con un ‘golden something’ (ríen).
Como decíamos la gira empieza en enero y, a parte de estos acústicos de las presentaciones ¿No vamos a poder ver a Veintiuno en directo hasta entonces?
Diego: Llevamos sin parar desde pffff… Vamos a parar mes y medio en realidad, muy poco tiempo. Es muy difícil tener ideas, desarrollarlas y consolidarlas si no paras de girar. Hemos tenido semanas de jueves, viernes y sábado concierto, martes promo, miércoles tal, no hay un momento en que puedas pararte sin la presión de que tienes algo en la nuca esperando para explotarte. Va a ser muy poco rato…
Rafa: No solo es eso, sino que lo hemos hablado alguna vez que también necesitamos tiempo para asimilar lo que ha sucedido este año. Mientras ha pasado no estábamos pensando en nada. Estábamos solucionando problemas, dando conciertos, tocando en festivales y organizando cosas para la salida del disco. Necesitamos parar un poco, a ver qué ha pasado y qué significa esto en nuestras vidas, cómo podemos afrontarlo y cómo podemos dar el siguiente paso.
¿Cómo habéis vivido este verano? Porque creo que no hay festival por el que no hayáis pasado… ¿cómo habéis vivido toda esta vorágine?
Diego: Alguno hay, pero ya estamos para el año que viene confirmados. También debo decir que en todo el año de gira no he estado tan cansado como en esta semana y media de promo…
Rafa: Pero aún así tenemos muchas ganas de estar en el Apolo el 15 de marzo, que es una sala mítica. Siempre habíamos soñado tocar ahí y estaremos dándolo todo.
Sònia S.
Redacción